El fútbol es un deporte que ha suscitado un gran interés en un amplio número de investigadores. El estudio de algunas de sus variables puede realizarse desde la perspectiva de la carga interna (frecuencia cardíaca, consumo de oxígeno, consumo de oxígeno post esfuerzo, etc.) o desde la perspectiva de la carga externa (distancia total, sprints, etc.). En cuanto a la primera, es necesario estudiar y conocer variables que nos permitan su análisis de forma rápida y poco invasiva como es el caso de la variabilidad de la frecuencia cardíaca, o aquellas que el avance de la tecnología nos permite analizar cada vez con mayor precisión como es el caso del EPOC. Por otro lado, el gran número de artículos publicados en relación a este deporte no es proporcional en cuanto al fútbol femenino se refiere. Por ello, se deben realizar nuevos estudios con el objetivo de dotar a los técnicos del deporte que nos ocupa en su versión femenina de herramientas de calidad para la mejora del rendimiento en sus respectivos equipos.

Soccer is a sport that has attracted a great interest of many researchers. The study of some of its variables can be done from the perspective of internal load (heart rate, oxygen consumption, excess post-exercise oxygen consumption, etc.) or external load (total distance, sprints, etc.). In reference to the first, it is necessary to study and increase the knowledge about non invasive markers such as heart rate variability, or those that the advancement of technology allows us to use with more precision and comfort such as EPOC. On the other hand, unfortunately female professional soccer is not as studied as male soccer. New studies should be carried out with the aim of providing women's football coaches the tools to improve the performance of their players.

Laboratorio de Entrenamiento Deportivo. Facultad de Ciencias del Deporte. Universidad de Castilla la Mancha

<h2>INTRODUCCIÓN</h2>
Un extenso número de variables han sido tenidas en cuenta a la hora de analizar y estudiar el fútbol (Alexandre et al., 2012; Boullosa et al., 2013; Casamichana, Castellano, y Dellal, 2012). Estas variables pueden ser clasificadas en función de si hacen referencia al análisis de la carga externa (desplazamientos, aceleraciones,…) (Akenhead, French, Thompson, y Hayes, 2013) o al análisis de la carga interna (frecuencia cardíaca, fatiga percibida…) (Akubat, Barrett, y Abt, 2013; Scott, Lockie, Knight, Clark, y de Jonge, 2013) . 
Carga interna.
Se podría definir como la respuesta fisiológica de los deportistas ante un estímulo físico (Impellizzeri, Rampinini, y Marcora, 2005). Dentro de las variables medidas para determinar la carga interna podemos encontrar la frecuencia cardíaca (FC) y el consumo de oxígeno (VO2), entre otras. El uso de la FC se basa en la relación lineal existente entre ésta y el VO2máx (Alexiou y Coutts, 2008). 
 La FC media de un partido de fútbol es de un 85% de la FC máxima, pudiéndose alcanzar valores que llegan hasta un 98% de la misma (Bangsbo, 1994; Krustrup, Mohr, Ellingsgaard, y Bangsbo, 2005; Reilly y Thomas, 1979). Estos datos han sido extrapolados a valores de VO2 mediante la relación existente entre la frecuencia cardíaca y éste en una prueba de esfuerzo previa (Bangsbo, 1994; Krustrup y Bangsbo, 2001). De esta forma, se puede estimar que de media, el VO2 durante un partido de fútbol es de aproximadamente el 70% del VO2máx (Bangsbo, Mohr, y Krustrup, 2006). 
Respecto al uso de estos índices, una variable más a considerar es la denominada Variabilidad de la Frecuencia Cardíaca (VFC). Su uso ha sido propuesto como una herramienta de gran utilidad tanto en el ámbito clínico (Lakusic, Mahovic, y Kruzliak, 2015; Loguidice, Schutt, Horton, Minei, y Keeley, 2015) como en el deportivo (Cataldo et al., 2015; Thorpe et al., 2015). En relación al ámbito deportivo, algunos autores (Boullosa et al., 2013; Oliveira, Leicht, Bishop, Barbero-Álvarez, y Nakamura, 2013; Plews, Laursen, Kilding, y Buchheit, 2013; Stanley, D'Auria, y Buchheit, 2014) sugieren que dichas mediciones podrían ser de gran interés a la hora de evaluar las adaptaciones de los deportistas al entrenamiento de manera sencilla y poco invasiva. Por otro lado, la VFC parece ser una variable de gran utilidad para analizar la aparición de la ansiedad previa a la competición (D'Ascenzi et al., 2014; Edmonds, Sinclair, y Leicht, 2013; Mateo, Blasco-Lafarga, Martinez-Navarro, Guzman, y Zabala, 2012) así como la fatiga en los días posteriores a la misma (Bricout, Dechenaud, y Favre-Juvin, 2010; Edmonds et al., 2013; Leti y Bricout, 2013). Se han propuestos diversos tipos de mediciones tratando de aunar la comodidad de la toma de datos con la fiabilidad de los mismos (Tabla 1). Sin embargo, se deben realizar nuevos estudios en fútbol que analicen la utilidad de dichas variables en un contexto tan complejo y con un número de competiciones tan elevado como es este deporte.

<pagebreak />

Tabla 1. Métodos de análisis de la variabilidad de la frecuencia cardíaca (elaboración propia).Carga interna. Métodos subjetivos de cuantificación de la carga e impulso de entrenamiento (TRMP). 
 <img src="https://image-api.onlineeducation.center/v2/image/max-width/800/statics/articles/1890/01.gif" width="569" height="453">

Otra alternativa para el cálculo de la carga interna es el uso de la escala de esfuerzo percibido RPE o de los métodos denominados impulso de entrenamiento o método TRIMP. La primera se basa en el supuesto de que los deportistas pueden describir con precisión el estrés fisiológico al que ha sido sometido su cuerpo durante el ejercicio físico (Borresen y Lambert, 2009; Robinson, Robinson, Hume, y Hopkins, 1991). El segundo, es calculado teniendo en cuenta la duración del entrenamiento, la frecuencia cardíaca en reposo, la frecuencia cardíaca máxima y la frecuencia cardíaca media durante el ejercicio multiplicado por una constante que varía en función del género en el caso del TRIMP de Banister (1991). Dicha ecuación podría variar dependiendo del autor (Impellizzeri, Rampinini, Coutts, Sassi, y Marcora, 2004; Lucia, Hoyos, Santalla, Earnest, y Chicharro, 2003; Stagno, Thatcher, y van Someren, 2007). 
 Gracias a su sencillez y fácil aplicación merece una mención especial el método propuesto por Foster, Daines, Hector, Snyder, y Welsh (1996) denominado sesión RPE, el cual es actualmente una opción ampliamente aceptada para cuantificar la carga interna en el deporte (Borresen y Lambert, 2008). Se trata de una escala de 0 a 10 (Tabla 2) en la cual se describen las distintas intensidades. El jugador indica uno de estos valores que posteriormente es multiplicado por el tiempo de la sesión o de la actividad (Foster et al., 1996). Este método ha mostrado ser preciso cuando ha sido comparado con otros basados en la frecuencia cardíaca pero además podría proporcionar una ventaja sobre estos, ya que en el caso de sujetos los cuales realicen su actividad física a altas intensidades, las mediciones de frecuencia cardíaca podrían infravalorar la carga soportada por los deportistas (Alexiou y Coutts, 2008; Borresen y Lambert, 2008; Earnest et al., 2004) comprometiendo los resultados. Además, variables de carga externa como los impactos, las aceleraciones (> 3 m.s-2) o la carrera de alta intensidad (> 14.4 km·h-1) parecen ser índices predictivos de los valores aportados por este método mostrando la utilidad de su uso (Gaudino et al., 2015).
 
 
<pagebreak /> 
 
 
Tabla 2. Escala de esfuerzo percibido (Foster et al., 1996) 
 <img src="https://image-api.onlineeducation.center/v2/image/max-width/800/statics/articles/1890/02.gif" width="351" height="187">
Otra opción que puede ser de gran utilidad en el fútbol se trata de la escala de bienestar propuesta por McLean, Coutts, Kelly, McGuigan, y Cormack (2010). Se trata de un sencillo cuestionario de 5 preguntas relacionadas con la fatiga percibida, la calidad del sueño, el daño muscular, el nivel de estrés y el estado de ánimo. Cada una es puntuada de 0 a 5 para finalmente conseguir un valor general de bienestar sumando todos los valores obtenidos (Tabla 3).  Este método ha mostrado ser sensible a los cambios en la carga física en jugadores de fútbol (Buchheit et al., 2013; Flatt y Esco, 2015).
Tabla 3. Escala de bienestar (McLean et al., 2010). 
 <img src="https://image-api.onlineeducation.center/v2/image/max-width/800/statics/articles/1890/03.gif" width="575" height="260">
Carga interna. Otros métodos de medida.
Otras formas de medir la carga interna pueden ser el análisis del acúmulo de lactato en sangre (Bangsbo, Iaia, y Krustrup, 2007; Bangsbo et al., 2006), algo poco práctico en el fútbol debido a la lógica interna de la competición, o el uso de índices como el cálculo del EPOC (exceso de consumo de oxígeno post ejercicio). Durante la práctica deportiva hay un incremento en el consumo de oxígeno (VO2) debido al aumento de las necesidades energéticas. Tras el cese de la actividad física, estos valores disminuyen hasta volver a ser similares a los iniciales. Sin embargo, esto podría no suceder de forma inmediata, manteniéndose elevados por un tiempo (Borsheim y Bahr, 2003) siendo este efecto denominado con el término EPOC (Gaesser y Brooks, 1984). El incremento del metabolismo una vez finalizado el ejercicio podría ser debido a las necesidades del mismo de restaurar los almacenes tisulares de oxígeno, a la resíntesis de fosfágenos (adenosin trifosfato y creatina fosfato), a realizar el aclaramiento del lactato acumulado o al incremento de la circulación, la temperatura y la ventilación (Borsheim y Bahr, 2003). 
 Los métodos de medición del VO2 tradicionales no permiten su uso en situaciones como pueden ser las competitivas en deportes de equipo. Para dar solución a este problema, se ha propuesto el cálculo de esta variable mediante el uso de la frecuencia cardíaca, método el cual ha sido validado previamente. De esta forma podemos conocer los valores picos de VO2 alcanzados durante los partidos o las sesiones de entrenamiento, así como los valores máximos de EPOC. Este método tiene en cuenta la intensidad (%VO2máx) y el tiempo del ejercicio. La fórmula utilizada es la siguiente (White Paper en Firstbeat Technologies Ltd): 
 EPOC(t)= f(EPOC(t−1),exercise_intesity_(t), Dt)
Así pues, a la espera de nuevas investigaciones que confirmen el interés del uso de dicha variable, mediante el uso de un sencillo dispositivo de recogida de datos de frecuencia cardíaca el EPOC puede ser utilizado como una variable de carga a considerar (Figura 1). 
<img src="https://image-api.onlineeducation.center/v2/image/max-width/800/statics/articles/1890/04.gif" width="554" height="235"> 
 Figura 1. Datos de EPOC registrados durante un partido de fútbol femenino de 1ª división (elaboración propia). Extraídos del software Firstbeat Sport, versión 4.6.0.3 (Firstbeat Technologies Ltd, Jyväskylä, Finlandia).
Carga interna. Consideraciones en el fútbol femenino. 
En las últimas décadas, el fútbol femenino ha cobrado gran importancia en el panorama internacional aumentándose drásticamente el número de estudios (Datson et al., 2014). Pese a los avances en la comprensión y análisis del fútbol masculino, hay una gran falta de información referente al fútbol de élite femenino (Datson et al., 2014; Vescovi, 2012). Datson et al. (2014) nos muestran algunos estudios que hacen referencia a la carga interna en jugadoras de fútbol profesionales. Se han descrito datos promedio y máximos de un 86 ± 3% y un 98 ± 1% de la frecuencia cardíaca máxima respectivamente (Reilly, 1997). El promedio de consumo de oxígeno máximo estimado para los partidos de fútbol es de un 77-78% del VO2máx (Krustrup et al., 2005; Mohr, Krustrup, Nybo, Nielsen, y Bangsbo, 2004) y valores pico de un 96% del VO2máx (Krustrup et al., 2005). 
 Los valores de frecuencia cardíaca son similares para ambas partes de los partidos (Krustrup, Zebis, Jensen, y Mohr, 2010) y no parecen correlacionar con los valores de VO2máx de las jugadoras lo que indicaría que la frecuencia cardíaca no es un indicador preciso de la intensidad de los partidos de fútbol (Andersson, Randers, Heiner-Moller, Krustrup, y Mohr, 2010; Krustrup et al., 2010). Además, ha sido mostrada una correlación positiva entre la cantidad de distancia recorrida a alta intensidad y el VO2máx (Krustrup et al., 2005) lo cual muestra el interés del uso de estas dos variables en la cuantificación de la carga para este deporte. 
<h2>CONCLUSIONES</h2>

 El uso de nuevas variables como la VFC en el fútbol pueden ser una herramienta con un gran potencial debido a la posibilidad de analizar tanto cambios en el rendimiento como estados de fatiga o estrés de manera poco invasiva. Por otro lado debemos prestar atención a los avances de la tecnología ya que podrían ofrecer la posibilidad de calcular de forma sencilla índices de gran interés como el EPOC. Finalmente, se deben realizar nuevos estudios en el fútbol femenino que nos permitan conocer mejor sus características con el objetivo de dotar a los técnicos de las herramientas necesarias para mejorar el rendimiento de sus deportistas.

Cuantificación de la Carga Condicional en el Fútbol Masculino y Femenino: Carga Interna (Parte 1)

Quantifying Physical Load In Male And Female Soccer Players: Internal Load (Part 1)

Resumen

Abstract