Generalidades del entrenamiento de la fuerza en el proceso de re-adaptación post- lesión en futbolistas.

Publicado 2 de septiembre de 2013, 12:19

Generalidades del entrenamiento de la fuerza en el proceso de re-adaptación  post- lesión en futbolistas.


Generalidades

El reentrenamiento de la fuerza durante la rehabilitación, suele ser un aspecto tanto controvertido como determinante.

Resulta determinante, ya que lograr antes del retorno del futbolista a la competición, los niveles de fuerza óptimos (tanto en sus valores máximos como en las especificidades del entrenamiento de la fuerza para futbol) no solo de la zona involucrada en la lesión sino de las cadenas musculares que pertenecen a las cadenas cinemáticas más requeridas en el futbolista, es un objetivo primordial en todo proceso de readaptación.

Y por otro lado resulta controvertido debido al diseño específico que debe tener la readaptación de esta capacidad y el conocimiento profundo del proceso de curación del tejido lesionado, sus características biomecánicas, especialmente de la tolerancia a las distintas fuerzas, como de los estímulos específicos para conseguir las adaptaciones necesarias en este sentido.

Progresión teniendo en cuenta aspectos mecánicos.

Cuando se debe diseñar el reacondicionamiento de la fuerza durante un proceso de rehabilitación, desde los aspectos mecánicos o biomecánicos, nosotros consideramos determínate al diseño y elección de los ejercicios en primer lugar; ya que la característica de la estructura lesionada y su función mecánica, como la tolerancia a diferentes cargas mecánicas, determinara la progresión de ejercicios de fuerza que demanden en forma progresiva a esta estructura.

Figura 1. Elementos a considerar en la elección de los ejercicios de fuerza para la readaptación de esta capacidad.

Como puede observarse en la figura 1, los aspectos a considerar, según nuestro criterio, a la hora de elegir o diseñar los ejercicios que compondrán las diferentes fases de la readaptación de la fuerza, son al menos cuatro; el objetivo que se persiguen con un ejercicio en cada una de las fases, la biomecánica del mismo ( incluyendo su cinética) la complejidad y necesidades de estabilidad y coordinación que el mismo represente y que medios resultarán más efectivos para cumplir con dicho objetivo.

Entonces, como ejemplo podríamos plantear la elección de los ejercicios para una readaptación luego de una menisetomia parcial, en donde se comenzaría con ejercicios para restablecer la activación del cuádriceps, inhibido por causa de la AMI (siglas en ingles de inhibición muscular de causas artrogenicas,) Hart, J et al, 2010, Torry et al, 2005) Este sería el primer objetivo, pero estos ejercicios no deberían generar fuerzas de compresión en la rodilla operada, por lo que ejercicios de CCA serían los indicados, como medio se optaría por ejercicios en máquinas, debido al déficit de estabilización que la rodilla todavía presenta. (Figuras 2, 3)

Figura 2. Ejercicios en cadena cinética abierta para cuádriceps y para femorales.

Figura 3. Ejercicio de cadena cinética cerrada para MMII. Presa horizontal.

Como queda establecido en este ejemplo entonces siguiendo estos aspectos podemos diseñar y elegir los distintos ejercicios para una progresión de acuerdo a las características del futbolista lesionado, su lesión, su momento dentro del proceso, y las demandas específicas del deporte para esta capacidad y estructura.

Resulta difícil en este punto proponer una cadena de pasos estables, ya que por ejemplo difiere mucho la elección en base a la cinemática del ejercicio si se trata de una plástica de LCA en las primeras 8 semanas que si se trata de una lesión muscular del cuádriceps (de la pierna no dominante o mayormente implicada en la fase de apoyo de los gestos en futbol).

Parece entonces recomendable realizar al menos un análisis de estos cuatro elementos, y otros que se consideren importantes para diseñar desde aspectos biomecánicos el programa de readaptación en fuerza para cada fase del proceso de readaptación, como por ejemplo la cinética y cinemática del gesto deportivo para contemplar ejercicios funcionales específicos en dicho sentido

Progresión teniendo en cuenta aspectos fisiológicos.

Desde el punto de vista fisiológico, consideraremos fundamentalmente, el tipo de activación muscular predominante en la acción o ejercicio (isométrico, concéntrico, excéntrico) la manifestación de fuerza o tipo de fuerza solicitada (fuerza máxima isométrica, fuerza máxima, fuerza resistencia, fuerza potencia, fuerza explosiva) y la velocidad de ejecución que sin lugar a dudas están directamente relacionada con la manifestación de fuerza y el ejercicio.

Con respecto al tipo de activación muscular, parece lógico que luego de toda lesión se comience cuanto antes con activaciones isométricas, que minimicen el stress mecanismo sobre un musculo o estructura lesionada, pero permitan disminuir la pérdida de fuerza y trofismo por inmovilización. ( Jarviven, et al, 2005).

Este tipo de activación, en la medida que la estructura lesionada lo permita debe realizarse en múltiples ángulos, es decir activaciones isométricas máximas en diferentes ángulos del ROM, para permitir establecer un mantenimiento del torque en todo el recorrido del mismo, comenzando cercanos a la longitud optima dentro de la curva de longitud –tensión, luego en hacía ángulos más cerrados y finalmente hacia ángulos más abiertos o en zonas de estiramiento de las unidades musculo-tendón. (Roig Pull, 2007).

Una vez que el futbolista está en condiciones de tolerar sin dolor ni inflamación isometrías en diferentes ángulos, así como se ha logrado restablecer los niveles de fuerza básicos para realizar activaciones concéntricas y excéntricas (es decir dinámicas) soportando y resistiendo una constante carga externa, es posible incluir las demás activaciones.

En lesiones que involucren directamente al tejido muscular, parece lógico que las activaciones excéntricas, ya sean de alta carga y baja velocidad o baja carga y alta velocidad deben realizarse al final de la progresión. (Naclerio F, 2009,). También parece lógico por el stress excéntrico que producen sobre la cicatriz muscular, que la inclusión de las acciones excéntricas de baja carga y alta velocidad se debe progresar en los ángulos de ejecución hasta finalizar en los ángulos más abiertos. (M. Roig Pull, C. Ranson, 2007)

En cuanto a la progresión de acuerdo al tipo de manifestación de fuerza, que está en directa relación con la intensidad, parece obvio comenzar con manifestaciones de fuerza resistencia (40-60% de 1MR) que permitirán ir adaptando a las estructuras lesionada y relacionadas a la misma al entrenamiento de la fuerza, para progresar luego a restablecer déficit estructurales que pudiesen existir mediante manifestaciones de fuerza hipertrofia o resistencia pesos altos (60-80% de 1MR) ( Naclerio, F, 2008), para finalmente desarrollar la fuerza máxima (80-95% de 1 MR) antes del desarrollo de las manifestaciones de fuerza que comprometen grandes velocidades de ejecución o aspectos relacionados al tiempo de consecución de la tasa de desarrollo de la fuerza (fuerza potencia 40-50% y explosiva, 30%) (Kraemer, et al; 2002)

Finalmente, cabe destacar que los ejercicios deportivos y específicos, (que generalmente desarrollan aspectos de la fuerza explosiva, es decir la fuerza especifica del muchos gestos en el futbol) realizados a la velocidad de ejecución similar a las de la competencia deben realizarse en el final del proceso de adaptación, ya que representan o simulan las demandas específicas del deporte sobre la estructura lesionada y su cicatriz.

Conclusión

·Es indispensable para el desarrollo de la fuerza en un proceso de rehabilitación post lesión, conocer de manera profunda el mecanismo lesional, la biomecánica de la estructura lesionada, su puesta en tensión en las manifestaciones del juego y su histofisiología de su proceso de curación.

·La elección del ejercicio esta en relación con el punto anterior y al menos cuatro criterios bases: Objetivo, la biomecánica, los medios y el nivel de complejidad.

·La progresión según aspectos fisiológicos debe comenzar desde lo más simple y tolerable hasta llegar a manifestaciones de fuerzas necesarias y determinantes como específicas y especiales.

Referencias

1.Hart J; Pietrosimone B; Hertel, J; Ingersoll C; Quadriceps Activation Following Knee Injuries: A Systematic Review Journal of Athletic Training 2010;45(1):87–97.

2.Torry M; Decker M; Millett P; Steadman R; The Effects of knee joint effusion on quadriceps electromyography during jogging. Journal of Sports Science and Medicine (2005) 4, 1-8

3.Naclerio Aylon, F. Entrenamiento de la Fuerza y su Relación con la Prevención de Lesiones Musculares en el Deporte. Material de estudio curso Prevención y Rehabilitación de Lesiones nivel II. Grupo Sobre Entrenamiento. Córdoba Argentina, 2009.

4.Pull, M.R. and Ranson, C. (2007) Eccentric muscle actions: Implications for injury prevention and rehabilitation. Physical Therapy in Sport, 8, 88–97.

5.Järvinen et al. Muscle Injuries Biology and Treatment. The American Journal of Sports Medicine. 2005 Vol. 33, No. 5,

6.Kraemer, W.J., Adams, K., Cafarelli, E., Dudley, G.A., Dooly, C., Feigenbaum, M. S., Fleck, S.J., Franklin, B., Fry, A.C., Hoffman, J.R., Newton, R.U., Potteiger, J., Stone, M.H., Ratamess, N.A. and Triplett-McBride, T. American College of Sports Medicine, Position Stand. Progression models in resistance training for healthy adults. Medicine and Science in Sports and Exercise, (2002) 34 (2), 364–380.

Muchos de estos aspectos serán tratados en le posgrado en Curso de Posgrado en Lesiones en Fútbol: Prevención de Lesiones y Readaptación Funcional.



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