A nivel hormonal ¿Cómo impacta el envejecimiento?

Publicado 9 de abril de 2021, 12:29

Sebastián Del Rosso, PhD

Sebastián Del Rosso, PhD

Biología del Ejercicio

Respondió 9 de abril de 2021, 13:03

El envejecimiento está asociado con el aumento de los niveles plasmáticos de norepinefrina en reposo (Barnes, 1982; Poehlman, 1990) y en respuesta a diversos desafíos (Barnes, 1982; Lehmann, 1986). Dichos hallazgos sugieren que el envejecimiento puede resultar en una incrementada actividad del sistema nervioso simpático. No obstante, la valoración de los cambios asociados a la edad en la respuesta del sistema nervioso simpático puede verse confundida por las diferencias asociadas con la edad en la aptitud aeróbica y en la adiposidad (Fleg, 1985; Schwartz, 1987).

El proceso de envejecimiento afecta casi a todas las glándulas relacionadas con el sistema endócrino (Skelton, 2008). La primera a considerar es el hipotálamo, que es responsable de la liberación de hormonas que estimulan la glándula pituitaria. Durante el envejecimiento hay una desmejorada secreción de algunas de las hormonas hipotalámicas y/o una desmejorada respuesta de la pituitaria. Estos cambios parecen influenciar la capacidad del sistema endócrino al ambiente corporal interno. Como resultado, el cuerpo no responde de la mejor manera ante el estrés tanto interno como externo. El cortisol, producido en respuesta al estrés y la inflamación, se produce más fácilmente con el incremento de la edad y esto tiene efectos adversos sobre los músculos y los huesos. (Copeland, 2004). El incremento en la secreción de cortisol también está significativamente asociado con la desmejora de la función cognitiva durante el envejecimiento.

Con el aumento de la edad, se produce una progresiva declinación en la secreción de la hormona del crecimiento (GH), tal que a la edad de 60 años, la mayoría de los adultos tienen tasas de secreción en 24 horas similares a las observadas en pacientes hipopituitarios (Savine, 2000). Los patrones de secreción de GH en los adultos mayores son similares a los observados en los jóvenes, pero los pulsos de GH tienen una amplitud significativamente reducida. La reducción en la secreción de GH observada con el envejecimiento coincide con los cambios en la composición corporal y en el metabolismo de los lípidos similares a los observados en sujetos jóvenes con deficiencia clínica de GH (Savine 2000). La actividad física podría tener un efecto sobre la acción hormonal como resultado de cambios en los transportadores y receptores hormonales (Copeland, 2004).