¿En qué se diferencia el crecimiento, maduración y desarrollo?

Publicado 9 de abril de 2021, 12:26

Mg. Pablo Añon

Mg. Pablo Añon

Preparación física Voley

Respondió 9 de abril de 2021, 13:55

Si bien los términos crecimiento, maduración y desarrollo, a menudo, se utilizan indistintamente para describir los cambios que se producen desde el nacimiento hasta la adultez (Lloyd, RS, Oliver, JL, Faigenbaum, AD, Myer, GD, De Ste Croix, 2014), existen diferencias sustanciales que es menester aclarar. Son conceptos íntimamente relacionados. Por crecimiento se entiende a los cambios cuantitativos (mensurables) que se producen en el individuo desde el nacimiento hasta la adultez (ej talla, peso, envergadura, pliegues cutáneos, etc).

Como señala Malina (R. Malina et al., 2004) la curva de Scammon (fig 1) descripta por primera vez en 1923 provee un punto de partida para la interpretación del crecimiento post natal. En la misma se puede observar el crecimiento de cada tipo de tejido en porcentaje de incremento del crecimiento total hasta los 20 años. Se aprecia un rápido incremento de la curva de crecimiento general en los primeros 4 años para luego mantenerse en un estable y constante crecimiento durante la niñez observándose un nuevo pico durante la pubertad. Por su parte la curva neural experimenta un rápido y marcado crecimiento alcanzando a los 7 años el 95% del total. Esto es muy importante y en general de gran implicancia práctica, ya que los niños poseen su sistema nervioso muy apto para las tareas coordinativas y de fuerza desde muy temprana edad también favorecidas por un crecimiento somático moderado. Al contrario de la curva neural, la curva genital observa un crecimiento muy bajo durante la niñez y observando un crecimiento exponencial en la pubertad.

La maduración comprende los procesos biológicos que llevan a la madurez de órganos y sistemas cada uno con su tiempo y tempo (Jurimae y Jurimae, 2000). Ejemplo de esto podemos encontrar a la madurez sexual como al funcionamiento completo del sistema reproductivo o a la madurez del sistema esquelético que se refiere a la completa osificación del esqueleto (Lloyd 2019). El tiempo se considera al momento en el que ocurre determinado evento madurativo (por ejemplo, la edad en donde comienza a observarse vello púbico o la edad en donde ocurre el pico de velocidad de crecimiento), mientras que por tempo se entiende a la tasa en que se encuentra dicho proceso (por ejemplo, cuan rápido o lento un estado madurativo a otro) (R. Malina et al., 2004)). Este es un punto importante para destacar, puesto que existen sustanciales diferencias en crecimiento y status madurativo en chicos de similar edad. Podemos observar chicos con la misma talla y haber alcanzado diferentes estadíos de talla adulta, o presentar la misma edad cronológica y presentar diferente status madurativo (R. Malina et al., 2004)

A la interrelación entre el crecimiento y la maduración, junto con la adquisición de competencias sociales, cognitivas, emocionales, volitivas, a través del tiempo se lo conoce como desarrollo (Tihanyi, 1990).

En estos términos se pone de manifiesto la necesidad que los profesionales que trabajamos con niños y adolescentes no solo pensemos en términos de “preparación física deportiva”, sino que tengamos en cuenta el entorno psico-social-ambiental en donde se desenvolverá el proceso de entrenamiento. Es bien sabido que el medio ambiente influye en el proceso de crecimiento y desarrollo que conduce cambios en el fenotipo del adulto y que tiene repercusiones en la salud y que podría tener un fuerte impacto en el rendimiento deportivo (Brutsaert & Parra, 2009). Por ejemplo, el bajo peso al nacer es un factor que está asociado a mayor adiposidad y menor masa muscular en adultos, con una reducción de la fuerza de prensión y con un retraso en la activación de la glucólisis/glucogenólisis (Brutsaert & Parra, 2009).