La planificación en los deportes de equipo. Semana a Semana.

Publicado 20 de febrero de 2013, 15:23

La planificación en los deportes de equipo. Semana a Semana.

La planificación en el baloncesto es decidir objetivos, prever problemas y establecer acciones de un futuro deseado. Así, existe un claro desajuste entre la teoría y la práctica. Entre lo que dicen los científicos del deporte y lo que hacen los entrenadores expertos en sus equipos. Lo que nos plantean desde la teoría no se corresponde con lo que sucede en la realidad, ya que ante los objetivos y los problemas existen más de una solución posible, y esto es planificar.

En los deportes de equipo es imposible tenerlo todo bajo control y reducir el comportamiento a un todo, si bien es cierto, que cuanto más control, mejor, pero también será importante la flexibilidad.

Uno de los problemas que tenemos es una clara herencia de los deportes individuales, de la preparación física, que en deportes de equipo o de competiciones largas no nos sirven. En los deportes de equipo no es necesario un excelso momento de forma para rendir en competición, e incluso ser el mejor. Por ese motivo, tal y como señala F. Seirulo, la planificación de estos deportes no se centra exclusivamente en la adquisición del óptimo estado de forma, y en mantenerlo, sino que lo hace en la persona del deportista y en su continua mejora. El objetivo es lograr cambios adaptativos constantes que sean optimizadores de los diferentes sistemas que configuran, en todos los aspectos, al ser humano. La manifestación positiva de todo lo que conforma al ser humano será la mejora del rendimiento en competición. Es decir, lo importante es la persona, no las capacidades, aunque éstas ayuden.

Además será única, es decir, deberá lograr la optimización de todos los sistemas que configuran a la persona del deportista, ya que éste es una estructura hipercompleja en la que cada sistema se interrelaciona necesariamente con todos los demás y, de esta interacción, se desarrolla la capacidad.

Por lo que respecta al deporte practicado, la planificación deberá se Específica y Personalizada, propia de la especialización en cuestión y ajustada a las necesidades específicas del deportista en cada momento de su relación con el deporte y la competición.

La planificación debe ir de año a año, y más específicamente, de periodo de competición a periodo de competición. Generalmente en estos deportes se juega semana a semana, por ello, lo importante de la planificación es la semana, y se deben planificar semanas, en función de todos estos criterios:

- Lo importante es el jugador y su estado anímico, después su estado físico.

- Alto control de la carga de entrenamiento.

- Rendimiento con un número bajo de entrenamientos ya que lo importante es el rendimiento semana a semana.

- Suficientemente variado, atractivo para el jugador.

- De asimilación rápida, por la proximidad de las competiciones.

- Permita mantener el estado de forma durante toda la Temporada de competiciones.

- Entrenar menos días (volumen), y más específico.

- Situaciones similares a la competición, aunque sean reducidas.

Cuando hablamos de semana a semana, no significa que haya que ganar, depende del contexto, también pueden ser objetivos a conseguir, y si hacen falta varias semanas, pues deben ser varias semanas. Ej.- Mejorar la Potencia de salto, 3 semanas. Ganar el partido del domingo, 1 semana. Es decir, hablamos de objetivos entre competiciones.

La Planificación clásica (Matveiev, Verjoshanskij, Leib-Neuhof, Bondarchuk,…) no contemplan las necesidades reales ni el número de competiciones (50-60 unidades de competición).

Por tanto, parece evidente la necesidad de elaborar una forma de Planificación específica de los deportes de equipo y de contextos específicos, para solucionar estas situaciones competitivas, en función del estudio de la competición, de la temporada, del nivel evolutivo del jugador y de su evolución y consecución de objetivos.

Dos factores determinan la personalización de la Planificación:

1. El jugador.

No hay duda de la posible predisposición genética de algunas personas para ciertas prácticas físicas, pero es necesario potenciarla para obtener el alto rendimiento con ella. Ya hemos visto suficientes argumentaciones para desestimar que solo con talento se rinde, pero también debe quedar claro que hay ciertos individuos en los deportes de equipo que, con muy poco talento, o con un talento solo limitado a ciertos aspectos del juego, han obtenido grandes éxitos como jugadores, al especializarse en una acción determinada del juego y ejecutarla utilizando ese talento unilateral y limitado que disponían. Ello es otra razón más clara para personalizar la planificación, ofreciendo a estos sujetos soluciones personales que necesitan. Además el proceso evolutivo del jugador marcará la especialización temprana o no.

Pero el entrenador, además, tendrá que organizar la Planificación de los otros jugadores que completan la plantilla del equipo, en una gran variedad de contenidos para compensar sus carencias o potenciar sus virtudes, así como las del equipo.

2. El proyecto de vida deportiva.

La vida deportiva contempla todo el tiempo que el deportista está en contacto con el deporte de forma activa, o controlando sus consecuencias. Este debe ser el mayor posible, incluso por encima de las 10000 horas.

La construcción de un proyecto de vida deportiva está sujeto a procesos de maduración y desarrollo del individuo, y las edades que proponemos son solo aproximadas, pero en cualquier caso, válidas para una mayoría de individuos.

1.En cuanto a las fases del proyecto de vida, creemos que hay que dividirse en 3 etapas muy abiertas y únicas:

A.- De iniciación a la práctica.

B.- De obtención de alto rendimiento.

C.- Mantenerse en alto rendimiento.

También en subetapas marcadas por F. Seirulo:

A1.- Fase de la práctica regular inespecífica (edad: de 5 a 7 años).

A2.- Fase de la formación general polivalente (edad: de 8 a 10 años).

A3.- Fase de la preparación multilateral orientada (edad: de 11 a 13 años).

A4.- Fase de la iniciación específica (edad: de 14 a 16 años).

B1.- Fase de la especialización (edad: de 17 a 19 años).

B2.- Fase del perfeccionamiento (edad: de 20 a 23 años)

A partir de aquí, la planificación tiene una visión a largo plazo, ¿Dónde quiere llegar el jugador? ¿Dónde queremos que llegue el jugador? Se planifica a nivel general estas etapas, y después hay que ir competición a competición, semana a semana.

2.En cuanto a las capacidades del jugador:

Capacidades que configuran el talento del jugador.

·CONDICIONALES: de valor Físico (volumen, intensidad,...). Condición física.

·COORDINATIVAS: para la ejecución del movimiento deseado. Técnica.

·COGNITIVAS: ....para el tratamiento de la información. Táctica.

·SOCIO-AFECTIVAS: de las relaciones inter-personales-grupales.

·EMOTIVO-VOLITIVAS: para la identificación con el yo personal.

·CREATIVO-EXPRESIVAS: para la proyección del yo personal (en terreno de juego)

El último factor a tener en cuenta es la evolución. Nunca podremos entender el funcionamiento global del sistema del equipo a partir del comportamiento de las partes, ni tampoco el de las partes por sí mismas. Cada integrante evolucionará y se adaptará de manera indistinta al equipo.

A partir de aquí, planifica por objetivos que plantees de competición a competición.