Aníbal Bustos, MSc
Evaluación y Prescripción del Entrenamiento FísicoRespondió 18 de marzo de 2021, 13:43
El músculo esquelético de mamíferos puede verse alterado en su funcionamiento luego de una actividad muscular previa (Rassier et al., 2000).Así, de este modo, el efecto más ampliamente estudiado sobre la alteración que un músculo o grupo muscular puede tener luego de una actividad previa es la fatiga, la cual es considerada como una respuesta contráctil menor a la esperada u obtenida previamente a dicha actividad. Por lo tanto podemos definir la fatiga como “una disminución en la capacidad de rendimiento neuromuscular afectada por una actividad previa” (MacIntosch et al., 2002; Asmusen, 1979).
La otra posibilidad es obtener una respuesta contráctil acrecentada como resultado de una actividad contráctil previa, a lo cual llamaremos potenciación. De esta manera podemos definir a la potenciación como “una respuesta muscular contráctil incrementada como resultado de una actividad muscular previa” (Abbate et al., 2000).
Este fenómeno fisiológico de la potenciación se puede desencadenar a través de diferentes modalidades o estrategias de activación, y tendrá una denominación diferente en función del método utilizado para provocarla (Abbate et al., 2000; Sale, 2002).
Una de las estrategias de activación es de forma endógena. Esta modalidad se realiza a través de una contracción voluntaria máxima (CVM) o también llamada contracción voluntaria tetánica (Always et al., 1987; Houston et al., 1987).
Otra de las formas de activación es mediante una circunstancia exógena o provocada (Hamada et al., 2000; Hamada et al., 2000; MacIntosh et al., 2000). En este caso la estimulación muscular se realiza directamente con un electroestimulador (Boschetti, 2002), en este caso, éste modelo específico de potenciación se denomina potenciación post – tetánica o PPT.A esta forma exógena de potenciación la podemos llevar a cabo a través de dos formas primarias de estimulación.Una es la potenciación que se produce luego de una contracción tetánica electroinducida o una estimulación tetánica de alta frecuencia. A este tipo de potenciación también lo llamaremos potenciación post tetánica o PTP. (Por ejemplo: una electroestimulación a 100 Hz)
La fuerza de una contracción muscular se incrementa luego de una contracción voluntaria máxima (Always et al., 1987; Gossen, 2000; Gossen et al., 2001; Houston et al., 1987; Petrella et al., 1989; Vandervoort et al., 1986; Vandervoort et al., 1983). En este caso a la potenciación obtenida mediante este método la llamaremos potenciación post – activación o PPA (O’leary et al., 1997). En la figura 1 podemos ver la potenciación post – activación. (Always et al., 1987; Behm et al., 1994; MacIntosch et al., 2002; O’leary et al., 1998).
Otra forma exógena de estimulación se produce mediante impulsos eléctricos repetitivos de baja frecuencia. En este caso estaremos hablando de escalera, o también llamado en inglés “Treppe o staircase potentiation”. (Por ejemplo una estimulación repetitiva de baja frecuencia a 10 Hz.) (Klug et al., 1982; MacIntosch et al., 2002; Rassier et al., 2002; Tubman et al., 1996).
Así se ha referido el término potenciación para referirse colectivamente a cualquier condición en la cual la respuesta contráctil muscular está incrementada como consecuencia de una estimulación previa (MacIntosch B. y Rassier, 2002; Rassier et al., 2000).
De esta manera, considerando que ambas potenciación y fatiga resultan de una activación previa, es razonable suponer que estos dos procesos, acontecidos al inicio de la actividad contráctil, pueden coexistir durante y luego de la estimulación. Así la expresión “coexistencia de potenciación y fatiga” es usada para referir una situación en la cual las causas y consecuencias subyacentes de potenciación y fatiga están presentes simultáneamente en un momento dado. Atendiendo a la bibliografía, existen tres parámetros descriptores de la potenciación (Hamada et al., 2000):
- Fuerza isométrica máxima (FIM).
- El intervalo de tiempo transcurrido desde que comienza a generarse la fuerza hasta que la fuerza isométrica máxima se alcanza (TFIM).
- El intervalo de tiempo que transcurre desde que se alcanza la FIM hasta que, por la relajación muscular que conlleva el cese de la activación, se llega a la mitad del valor de la FIM. A esto se lo denomina tiempo medio de relajación o (TR1/2).
Así, de esta manera, podemos observar que el fenómeno de potenciación produce un aumento en la FIM y una disminución en el TFIM y en el TR1/2. (Always et al., 1987; Hamada et al., 2003; Hamada et al., 2000; Vandenboom et al., 1997). En la figura 2 se pueden observar los diversos parámetros descriptores de la potenciación utilizando la sacudida muscular en estado normal y en estado potencia.
Sea cual fuere el método para inducir la potenciación, se pueden observar tres fases para su determinación:
- Fase 1: Evaluación del comportamiento mecánico del grupo o grupos musculares, en estado no potenciado.
- Fase 2: Aplicación de estímulo desencadenante de la potenciación.
- Fase 3: Evaluación del comportamiento mecánico del grupo muscular en estado potenciado.