INTRODUCCIÓN
Durante el ejercicio explosivo, el aporte de energía para refosforilar el adenosín difosfato (ADP) a adenosín trifosfato (ATP) está determinada largamente por la cantidad de fosfocreatina (PCr) almacenada en el músculo (1,2). Cuando se depletan las reservas de PCr, el rendimiento se deteriora rápidamente, debido a la inhabilidad de resintetizar el ATP a la tasa requerida (1,2). Ya que la disponibilidad de las reservas de PCr musculares pueden influenciar significativamente la cantidad de energía generada durante breves períodos de ejercicio a alta intensidad, ha sido hipotetizado que el incremento de los contenidos de creatina muscular, por medio de la suplementación, puede incrementar la disponibilidad de PCr y permitir una tasa acelerada de resíntesis de ATP, durante y luego del ejercicio de corta duración y alta intensidad (3, 4, 5,6). Estudios iniciales indicaron que la suplementación con creatina puede incrementar el contenido de creatina, incrementar el rendimiento en ejercicios de sprints anaeróbicos, y producir grandes ganancias de fuerza y de masa magra. Consecuentemente, en los últimos tiempos la creatina se ha convertido en uno de los suplementos nutricionales más importantes entre los atletas (7).
En el siguiente artículo se ha revisado la literatura disponible referida al efecto de la suplementación con creatina sobre la bioenergética muscular, el rendimiento y la composición corporal. Además son discutidas inquietudes referidas a la seguridad y a la ética de la suplementación con creatina. El artículo concluye con un resumen sobre los hallazgos encontrados en este tema y con sugerencias sobre áreas adicionales de investigación.
CONTENIDO MUSCULAR DE CREATINA y RESÍNTESIS DE FOSFOCREATINA
La reserva corporal de creatina (como creatina libre y fosfocreatina) es de aproximadamente 120 g en una persona de 70 kg de peso corporal. Cerca del 95 % de la reserva de creatina está almacenada en el músculo esquelético principalmente como PCr (66 %). La cantidad restante de Cr se encuentra en el corazón, el cerebro y los testículos. Los requerimientos diarios normales de creatina son de aproximadamente 1,6 % de la cantidad total de creatina (aproximadamente 2 g para un individuo de 70 kg). De esta cantidad, cerca de la mitad de los requerimientos diarios son obtenidos de la dieta, principalmente de la carne, el pescado y los productos de origen animal. Por ejemplo, hay aproximadamente 1 g de creatina en 250 g de carne roja cruda. La cantidad restante de creatina es sintetizada en el hígado, los riñones y el páncreas a partir de los aminoácidos glicina, arginina y metionina.
La Tabla 1 provee información detallada referida a estudios que han investigado los efectos de la suplementación con creatina sobre la bioenergética muscular y sobre la capacidad de ejercicio en los humanos. Las concentraciones normales de creatina están en un rango de entre 120 a 125 mmol/kg de peso seco (4, 5, 9-19). Ha sido reportado que la suplementación con creatina de corta duración (15 a 30 g/d de 5 a 7 días) incrementa las reservas de Cr en un 15 a 30 % y las reservas de PCr de un 10 a un 40 % (4, 5, 8-19, 42, 46). Por ejemplo, Harris y cols. (5) reportaron que ingerir 20 a 30 g/d de creatina de 5 a 7 días o alternando días por un espacio de 21 días, incrementa la Cr en un 20 % (de 127 a 149 mmol/kg de peso seco) y la PCr en un 36 % (de 67 a 91 mmol/kg de peso seco). Del mismo modo, Balson y cols. (8) reportaron que la suplementación con creatina (20 g/d por 6 días) incrementó la Cr muscular en un 18 % (de 129 a 152 mmol/kg de peso seco). Los reportes iniciales sugirieron que no todos los sujetos respondían a la suplementación con creatina. También hubo alguna evidencia de que los individuos en los que se observaba un cambio en el contenido de la creatina muscular menor a 20 mmol/kg de peso seco, no respondían tan bien a la suplementación con creatina (5, 12).
Sin embargo, estudios más recientes (10, 11) indicaron que ingerir creatina (20 g/d) con glucosa (380 g/d) por 5 días incrementó el contenido de creatina muscular en un 10 % más que cuando la creatina fue ingerida sola (de 143 a 158 mmol/kg de peso seco). Además, el contenido de glucógeno fue incrementado en un 18 % más que cuando la glucosa fue ingerida sola (de 418 a 489 mmol/kg de peso seco). Mientras que este incremento no fue significativamente diferente entre grupos debido a la variabilidad intra-sujetos, correlacionó significativamente con los cambios en la creatina total. La captación aumentada de creatina fue asociada con un incremento de la insulina sérica mediado por la glucosa (11). Consecuentemente, estos datos indicaron que cuando la creatina fue ingerida con glucosa, todos los sujetos respondieron a la suplementación con creatina.
Ya que la suplementación con creatina incrementa la PCr intramuscular, un cierto número de estudios han evaluado los efectos de la suplementación con creatina sobre la resíntesis de ATP y PCr luego de series repetidas de ejercicio de alta intensidad (4, 8, 9, 12, 15, 17, 19). Estos estudios indican que la suplementación con creatina no parece alterar las concentraciones de ATP pre-ejercicio (5, 9, 46, 48). Sin embargo, las concentraciones elevadas de PCr sirven para mantener las concentraciones de ATP a un grado más alto durante esfuerzos de sprint máximos (19). Además ha sido reportado que la suplementación con creatina aumenta la tasa de resíntesis de ATP y PCr luego del ejercicio intenso (4, 8, 15-17, 19). Por ejemplo, Balson y cols. (8) investigaron los efectos de la suplementación con creatina (20 g/d por 6 días) sobre la tasa de resíntesis de PCr luego de sprints (5 sprints de 6’’ con pausas de 30’’ entre cada sprint). Los resultados revelaron que luego de la suplementación con creatina las concentraciones musculares de PCr fueron significativamente más altas luego de 5 sprints (70 vs. 46 mmol/kg de peso seco). Del mismo modo, Greenhaff y cols (12) reportaron que la suplementación con creatina promovió una tasa de resíntesis de PCr un 42 % mayor luego de 120’’ de recuperación, después de realizar 20 contracciones isométricas evocadas eléctricamente. Colectivamente estos descubrimientos indican que la suplementación de corta duración con creatina puede ser efectiva para incrementar las concentraciones musculares de Cr total y PCr. Además, las concentraciones elevadas de Cr y PCr pueden servir para ayudar a mantener las concentraciones de ATP durante el ejercicio de alta intensidad, así como a aumentar la resíntesis de PCr. Teóricamente, la suplementación con creatina puede aumentar el rendimiento en un solo esfuerzo o en sprints repetitivos que envuelvan el sistema de producción de energía de los fosfágenos.
Tabla 1. Resumen de los estudios que investigaron el valor ergogénico
de la suplementación con creatina sobre la bioenergética muscular y el
rendimiento
Tabla 2. Resumen del tipo de ejercicio o de las condiciones del
ejercicio en las cuales han sido reportados beneficios ergogénicos de la
suplementación con creatina.
EFECTOS SOBRE EL RENDIMIENTO
La mayoría de los estudios que investigaron el valor ergogénico de la suplementación con creatina de corta (5 a 7 días) y larga (20 a 25 g/d por espacio de 5 a 7 días y 2 a 25 g/g luego) duración han encontrado que la suplementación con creatina incrementa significativamente el fuerza, la potencia, el rendimiento en el sprint, y el trabajo realizado durante series múltiples de contracciones musculares a intensidad máxima (ver Tabla 1 y 2).
Por ejemplo, Volek y cols. (25) reportaron que la suplementación con creatina (25 g/d por 7 días) resulto en un aumento significativo de la cantidad de trabajo realizado durante cinco series de press de banca y de saltos desde sentadilla (SJ) en un grupo experimental comparado con un grupo placebo. Harris y cols. (38) reportaron que con suplementación con creatina (30 g/d durante 6 días, lograron incrementos significativos en el rendimiento en sprint durante series de carreras de 300 a 1000 m. Kreider y cols. (31) reportaron que 28 días de suplementación con creatina (15,75 g/d) durante un período de entrenamiento de fuerza y agilidad, fuera de la temporada de fútbol, resulto en incrementos significativos en el rendimiento en sprints repetidos (en los primeros 5 de 12 sprints de 6’’ con una pausa de 30’’ entre cada sprint) y en el volumen de carga levantado en esfuerzos isotónicos máximos en press de banca, sentadilla, y cargada de potencia. La mejora en la capacidad del ejercicio ha sido atribuida al incremento en el contenido de Cr y PCr (4, 5, 8-19, 42,46) particularmente en las fibras musculares tipo II (19, 46), a una mayor resíntesis de PCr (4, 8, 15-17, 19), a la mejora de la eficiencia metabólica (8, 19, 21, 23, 44, 47), y a que la mayor calidad del entrenamiento promueve mayores adaptaciones al entrenamiento (18, 20, 22, 24, 26, 28, 31, 32, 37, 39, 40, 59, 63).
Sin embargo, no todos los estudios han encontrado incrementos en el rendimiento (ver Tabla 3). La suplementación parece ser menos ergogénica cuando el régimen de suplementación es menor a 20 g/d por espacio de 5 días (16, 49, 54) o cuando se lleva a cabo una suplementación con dosis bajas (2 a 3 g/d) sin un período inicial de carga con dosis más altas (26, 48).Los estudios que usaron muestras relativamente pequeñas (ej. <6 sujetos por grupo) o que emplearon diseños experimentales con entrecruzamiento, con un período de lavado menor a cinco semanas entre los intentos (9, 15, 16, 49), no han encontrado beneficios ergogénicos. La suplementación con creatina puede ser menos ergogénica dependiendo de la cantidad de trabajo realizado, y de la duración de las pausas realizadas.
Tabla 3. Resumen de los tipos de ejercicio o de las condiciones del
ejercicio en las cuales ha sido reportado que la suplementación con cretina no
provee beneficios ergogénicos.
Tabla 4. Efectos de la creatina sobre la masa corporal.
EFECTOS SOBRE LA COMPOSICIÓN CORPORAL
La Tabla 4 muestra los estudios que evaluaron los efectos de la suplementación con creatina sobre la composición corporal y la masa magra. La mayor parte de los estudios indican que la suplementación con creatina de corta duración (20 a 25 g/d por espacio de 5 a 7 días) incrementa la masa corporal total en aproximadamente 0,7 a 1,6 kg (12, 15, 17, 34, 35). Se cree que el incremento del peso corporal se produce debido a una retención de agua estimulada por la creatina y a un aumento de la síntesis proteica (3, 15, 34, 61, 62). Por ejemplo, Ziegenfuss et al. (34) reportaron que 5 días de suplementación con creatina incrementaron los niveles de nitrógeno por un aumento de la síntesis proteica o por una reducción de la degradación proteica. El aumento de la masa corporal era acompañado de un aumento de un 7 % en el volumen muscular del muslo, determinado por resonancia magnética nuclear (MRI) y de un incremento del volumen de los fluidos intra y extracelular de un 2-3 %.
Un cierto número de estudios de larga duración (7 a 140 días) que investigaron los efectos de la creatina sola, o la contenida en suplementos (20 a 25 g/d por espacio de 5 a 7 días y 2 a 25 g/g después) sobre la composición corporal durante el entrenamiento, reportaron aumentos significativos de la masa corporal total (18, 20, 22, 31, 58, 63, 65) y en la masa magra (18, 20, 22, 24, 31, 39, 58, 59, 63, 65). Las ganancias observadas en la masa corporal total y en la masa magra fueron de 0, 8 a 3 kg más grandes en los sujetos experimentales que en los controles dependiendo de la duración y de la cantidad de suplementación (18, 20, 22, 24, 31, 39, 59, 63, 65). Además, estas ganancias fueron asociadas a una capacidad aumentada de esprintar y a ganancias en la fuerza (18, 20, 22, 24, 31, 39, 59, 63, 65), sin ningún cambio en el agua corporal total expresada como un porcentaje del peso corporal total (31, 34, 55, 58, 59, 64, 65).
Vanderberghe et al. (11) reportó que a mujeres a las que se les administro creatina (20 g/d por 4 días, seguido de 5 g/d por 66 días) durante un período de entrenamiento de la fuerza, incrementaron significativamente la masa magra en comparación con un grupo placebo. Estas ganancias fueron mantenidas durante un período subsiguiente de 70 días de desentrenamiento, en donde continuaba la suplementación (5 g/d). Las ganancias en la masa magra fueron mantenidas 28 días después de finalizada la suplementación, a pesar de que los niveles musculares de PCr habían retornado cerca de los valores pre-suplementación. Consecuentemente, es improbable que la retención de fluidos estimulada por la creatina pueda justificar toda la ganancia de masa magra observada en este estudio. Algunos investigadores han hipotetizado que la creatina puede estimular una ganancia inicial de fluido intracelular, que sirve para incrementar la presión osmótica celular y estimular la síntesis proteica (3, 31, 34). Las ganancias en la masa magra y en la fuerza observadas luego, pueden ocurrir debido a un aumento en la síntesis proteica y a la habilidad del atleta de mantener un volumen de entrenamiento mayor, lo que provoca un aumento en la cantidad de tejido magro. Sin embargo, es necesaria más investigación para evaluar los efectos de la suplementación con creatina sobre la síntesis proteica, la retención de fluidos y la composición corporal antes de que sean establecidas conclusiones definitivas.
EFECTOS DE LA SUPLEMENTACIÓN CON CREATINA SOBRE LOS MARCADORES DEL ESTADO MEDICO
Los niveles séricos de creatina se incrementan por varias horas luego de la ingestión de una dosis de 5 g de creatina (5, 15). La captación de creatina dentro del músculo ocurre principalmente durante los primeros días de la suplementación con la misma (5, 42). Los excesos de creatina ingerida se excretan después, principalmente como creatina en la orina, con pequeñas cantidades convertidas en creatinina o urea (1, 3, 5, 42). Ha sido reportado que los niveles séricos de creatinina no se ven afectados (68, 69), o se ven ligeramente incrementados (31, 67) luego de 28 (31), 56 (68, 69) y 365 días (67) de suplementación con creatina. Ha sido sugerido que el aumento de la creatinina sérica y en la orina reflejan un incremento en la liberación y en el ciclo de la creatina intramuscular como consecuencia de un aumento del intercambio de las proteínas miofibrilares en respuesta a la suplementación con creatina y no debido a un origen patológico (3, 31, 69).
Los estudios que investigaron los efectos de la suplementación con creatina sobre las enzimas musculares y hepáticas no han encontrado ningún efecto (67, 68) o incrementos moderados en los niveles de creatín quinasa (31, 68), lactato dehidrogenasa (31) y aspartato aminotransferasa (31) luego de 28 y 56 días de suplementación. Los niveles incrementados de CK, LDH, AST reportados luego de la suplementación con creatina estuvieron dentro de los límites normales para atletas que realizan entrenamientos de alta intensidad y pueden reflejar una mayor concentración o actividad de la CK y en la habilidad de mantener volúmenes de entrenamiento más grandes.
De manera interesante, los atletas que ingirieron creatina tuvieron un menor índice nitrógeno/creatina (31). La urea es un marcador de la degradación proteica. El ejercicio intenso promueve cierto grado de degradación proteica, la magnitud de la degradación puede ser evaluada en parte, midiendo la magnitud del cambio de la urea sérica y de la excreción urinaria de urea. Aunque el ejercicio intenso puede también incrementar los niveles urinarios y séricos de creatinina, el incremento es relativamente pequeño. Consecuentemente, el incremento en el índice urea/creatinina es usado como un marcador general del catabolismo. Estos descubrimientos sugieren que a pesar de los modestos incrementos observados en los niveles séricos de CK, LDH y AST, los sujetos que ingirieron creatina pueden haber experimentado un menor catabolismo durante el entrenamiento (31).
Ha sido reportado que la suplementación con creatina posiblemente afecta los perfiles lipídicos de pacientes varones y mujeres de mediana edad que tienen lípidos altos, y de atletas varones. Earnest y cols (69) reportaron que 56 días de suplementación con creatina resultaron en una disminución significativa del colesterol total (5 a 6 % a los 28 y 36 días respectivamente) y de los triglicéridos (23 y 22 % a los 28 y 56 días, respectivamente) en pacientes con triglicéridos medianamente altos. Una respuesta similar fue observada con las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL). Kreider et al. (31) reportaron que 28 días de suplementación con creatina incrementaron las lipoproteínas de alta densidad (HDL) en un 13 %, mientras que las VLDL disminuyeron un 13 % y el índice colesterol total/HDL disminuyo un 7 %. Aunque todavía es necesaria investigación adicional, estos hallazgos sugieren que la suplementación con creatina puede tener efectos beneficiosos sobre la salud al modificar los lípidos sanguíneos.
Finalmente, ha sido reportado que la administración intravenosa de fosfocreatina incrementa el metabolismo del miocardio y reduce la incidencia de fibrilación ventricular en pacientes con cardiopatía isquémica (60, 70-74). Consecuentemente, hay interés en determinar el efecto de la suplementación oral con creatina sobre la función del corazón y en la capacidad en ejercicio de pacientes con enfermedades cardíacas.
Gordon y cols. (75) reportaron que la suplementación con creatina (20g/d por 10 días) no mejoró la fracción de eyección en pacientes con disfunción cardiaca, con una fracción de eyección menor al 40 %. Sin embargo la suplementación con creatina incremento significativamente el rendimiento en el ejercicio de extensión de rodillas (21 %), el torque pico (5 %) y el rendimiento en bicicleta ergométrica (10 %). Colectivamente estos hallazgos sugieren que la administración de fosfocreatina y/o la suplementación oral con creatina poseen algún valor terapéutico en los pacientes con enfermedad cardiaca. Aunque en necesaria más investigación para evaluar los efectos de la suplementación con creatina a largo plazo sobre el estado de salud, hay estudios disponibles que sugieren que la suplementación con creatina es médicamente segura y que puede proveer beneficios para la salud, cuando es tomada en las dosis sugeridas en la literatura.
Tabla 5. Efectos colaterales y reportes que existen en la literatura
popular acerca de la suplementación con creatina.
EFECTOS COLATERALES E INQUIETUDES
El único efecto colateral que ha sido reportado en estudios clínicos que investigaron a la suplementación con creatina en dosis de 1,5 a 25 g/d durante 3 a 365 días en pacientes en períodos pre y post operatorios, sujetos desentrenados, y atletas de elite, ha sido la ganancia de peso (3). Sin embargo, en ciertas publicaciones y propagandas de suplementos, han sido mencionados un cierto número de reportes acerca de posibles efectos colaterales de la suplementación con creatina (ver Tabla 5). Debe ser destacado que esta información sale de reportes insubstanciales y puede no estar relacionada a la suplementación con creatina. No hay ninguna evidencia de estudios clínicos bien controlados que indiquen que la suplementación con creatina causa alguno de estos efectos colaterales. No obstante, ya que muchas de estas inquietudes han recibido recientemente una atención significativa de los medios, está garantizada una breve discusión en torno a la validez de estas inquietudes.
Han sido expresadas algunas inquietudes relacionadas a si la suplementación con creatina puede causar un efecto a largo plazo de supresión de la síntesis endógena de creatina. Ha sido reportado que la síntesis de creatina declina durante períodos de ingesta de creatina incrementada (1, 3, 13). Sin embargo, no hay evidencias de que la suplementación con creatina cause una supresión a largo plazo de la síntesis de creatina.
Ya que la creatina es un aminoácido, ha sido sugerido que la suplementación con creatina puede incrementar el stress renal y causar daño en el hígado. De este modo, Poortmans y cols. (76) reportaron que la suplementación con creatina (20 g/d por 5 días) no afecto a ningún marcador del stress renal.
Consecuentemente, no hay evidencia de que la suplementación con creatina incremente el stress renal cuando se ingiere en las dosis recomendadas.
Hay ciertos reportes de que atletas que entrenan en el calor o en condiciones húmedas pueden experimentar una mayor incidencia de calambres cuando toman creatina. Los que proponen esta teoría sugieren que la suplementación con creatina puede causar grandes entradas de fluidos dentro del músculo, lo que altera el estado de los electrolitos, promueve la deshidratación y/o incrementa el stress térmico. Sin embargo, ningún estudio ha reportado que la suplementación con creatina cause calambres, deshidratación, o cambios en la concentración de electrolitos, algunos de estos estudios evaluaron a atletas altamente entrenados durante períodos de alta intensidad de entrenamiento (24, 25, 31, 32, 38-42, 48, 50, 52, 56, 63, 64, 65).
Han sido expresados reportes de efectos colaterales a largo plazo desconocidos. Ya que todavía no se han realizado estudios clínicos bien controlados a largo plazo y de larga duración (> a un año) debe ser destacado que los atletas han estado usando a la creatina como un suplemento nutricional por más de 10 años. Este autor no se ha enterado de ninguna complicación médica significativa que este directamente vinculada a la suplementación con creatina.
Consecuentemente, a partir de las investigaciones disponibles parece que la suplementación con creatina es médicamente segura, cuando esta última es ingerida en las dosis descriptas en la literatura.
RESUMEN Y RECOMENDACIONES
Basándose en la literatura disponible, puede afirmarse que la suplementación con creatina de corta duración, incrementa la fuerza y potencia máxima en un 5 a 15 %, el trabajo realizado durante series de máximo esfuerzo muscular en un 5 a 15 %, el rendimiento en esfuerzos aislados de sprint en un 1 a 5 % y el trabajo realizado durante sprints repetitivos en un 5 a 15 % (ver Tabla 2). Ha sido reportado que la suplementación con creatina, o con la creatina contenida en suplementos, a largo plazo (15 a 25 g/d por 5 a 7 días y 2 a 25 g/d después por 7 a 84 días), promueve ganancias significativas en la fuerza, el rendimiento en el sprint, y en la masa magra durante el entrenamiento en sujetos experimentales comparados con los controles (20, 28, 22, 24, 31, 39, 40, 58, 59). Sin embargo, no todos los estudios han reportado beneficios ergogénicos, posiblemente debido a diferencias intra-sujeto en la respuesta a la suplementación con creatina, la duración de la suplementación, el criterio de evaluación de los ejercicios y/o la duración de las pausas entre las series repetidas de ejercicio (ver Tabla 3). El único efecto colateral de la suplementación con creatina, reportado en la literatura científica, ha sido la ganancia de peso (3). Consecuentemente, basándose en la literatura disponible, parece que la suplementación con creatina es una estrategia nutricional segura y efectiva para aumentar el rendimiento durante el ejercicio.
Las investigaciones futuras sobre los efectos de la suplementación con creatina deberían: (a) incluir la producción de proteínas, cinética de la creatinina, flujo enzimático muscular y hepático, metabolismo del colesterol y de los lípidos, medición del aumento de la masa magra; (b) determinar el valor terapéutico y la seguridad médica de la suplementación con creatina; (c) medir los efectos de la suplementación con creatina en el volumen, la intensidad, y el rendimiento en distintos eventos deportivos y (d) determinar si los reportes de incidencia de calambres musculares y lesiones musculoesqueléticas tienen alguna validez en atletas que toman creatina durante el entrenamiento.
El autor quiere agradecer a muchas de las personas, investigadores asistentes, y colegas de la Universidad de Memphis que han contribuido en los estudios que investigaron el valor ergogénico y la seguridad medica de la suplementación con creatina.