A mayor flexibilidad del isquiotibial, menor será el riesgo de lesión ¿esto es cierto?

Publicado 5 de mayo de 2021, 11:34

Flexibilidad y reducción en el índice de lesiones

Este tópico fue propuesto en forma empírica durante muchos años, en donde se planteaba que el acortamiento de este grupo muscular o el déficit de flexibilidad era un importante factor de riesgo lesional, pero la literatura científica al respecto no ha encontrado evidencias tan claras a favor de este hecho, como sí ha encontrado para otros factores de riesgo como la edad, la lesión previa y el déficit de torque excéntrico.

En este sentido, Arnasson, Sigurdsson, Gudmunsson y Holmelngar (2008) determinaron interesantemente que la reducción del ROM (Rango Optimo de Movimiento) de los isquiotibiales no se asociaba a un mayor riesgo de sufrir lesiones en este grupo muscular, a diferencia de los músculos aductores, donde este factor podía catalogarse como riesgo en relación a la lesiones de este grupo muscular. Aunque autores como Witvrouw, Danneels, Asselman, D’Have & Cambier (2003), y Bradley y Portas (2007), opinan lo contrario. Aunque las principales críticas realizadas a estos trabajos radican en la utilización de test estáticos para observar el ROM del isquiotibial, situación que se aleja de la especificidad en la cual es demandado el isquiotibial en la carrera. En este sentido, parece claro que sería un error intentar correlacionar el stiffness pasivo de este grupo muscular con tests de predominio estático (H test, PKE (Extensión pasiva de rodilla por sus siglas en ingles) y AKE (Extensión activa de rodilla por sus siglas en inglés) test) (FIGURA 9) con el índice lesional sobre este grupo muscular, ya que el comportamiento del stiffness dinámico, que se asemeja más a la realidad de este grupo muscular en la carrera, es significativamente diferente.

ROMActivoYROMPasivo

Por otro lado, Arnasson (2008) realizó un interesante trabajo de intervención donde evaluó la reducción del número de lesiones de este grupo muscular, aplicando entrenamiento de la flexibilidad solamente y entrenamiento excéntrico combinado con flexibilidad en la entrada en calor. Obtuvo como resultados que el grupo que realizó entrenamiento excéntrico disminuyó significativamente el número de lesiones a comparación del que no uso este tipo de entrenamiento y solo se limitó a la realización de entrenamiento de la flexibilidad, atribuyendo este hecho al efecto positivo del entrenamiento excéntrico para este grupo muscular. Este dato es soportado por revisiones sistemáticas como la de Thacker, S. B., Gilchrist, D. F. Stroup, C. D., & Kimsey, Jr. (2004), que plantean entonces que no existe una relación consistente entre flexibilidad de este grupo muscular y disminución de la incidencia.

Si bien existen otros estudios que demuestran que el entrenamiento de la flexibilidad para este grupo muscular puede ser parte importante de los programas preventivos (22), la tendencia actual nos muestra que el entrenamiento excéntrico de este grupo muscular resulta más efectivo a la hora de prevenir lesiones (4, 39, 48).

De todas maneras, el dato concluyente de este apartado radica en el hecho de que no existe evidencia contundente (o al menos esta es contradictoria) que avale el hecho de que el déficit de flexibilidad de este grupo muscular es un importante factor de riesgo lesional. De todas maneras, como conclusión, podríamos estimar que el entrenamiento aislado de la flexibilidad, sin complementarla con restitución de los niveles de fuerza excéntrica de este grupo muscular, resulta incompleto a la hora de disminuir la incidencia de lesiones de los isquiotibiales.


Respuestas

Lautaro Mansilla

Lautaro Mansilla

Entrenador y Runner

Respondió 7 de mayo de 2021, 13:47

Un reciente metaanálisis sugiere que la flexibilidad de los isquiotibiales no presenta ninguna relación significativa con la lesión de esta musculatura47. Sólo un estudio realizado por Witvrouw et al.54 con futbolistas belgas profesionales ha reportado una asociación significativa entre una menor flexibilidad medida en pretemporada y una mayor incidencia de lesiones de isquiotibiales durante la temporada regular (p < 0,05). Sin embargo, los métodos utilizados por estos autores para la medición de la flexibilidad han sido criticados por no ser lo suficientemente específicos como para diferenciar los resultados de la flexibilidad lumbo-pélvica30. Teniendo en cuenta este aspecto, la flexibilidad combinada de isquiotibiales y el complejo lumbo-pélvico también ha sido investigada como factor de riesgo, no encontrándose asociación alguna28,30. Del mismo modo, la elasticidad del sistema nervioso periférico tampoco mostró una asociación significativa con la lesión de la musculatura isquiotibial28,55.

La flexibilidad de otros grupos musculares del muslo, como es el caso del cuádriceps, puede tener más importancia que la propia de los isquiotibiales46. Gabbe et al.56 encontraron una relación inversa entre el aumento de la flexibilidad del cuádriceps y la incidencia de lesiones en los isquiotibiales. Los atletas que consiguieron una flexión de rodilla mayor a 51o en la prueba de Thomas modificada eran menos propensos a sufrir una lesión de los isquiotibiales. En este mismo estudio, la limitación de flexibilidad de los flexores de cadera también supuso un riesgo significativo para la lesión de los isquiotibiales. Una posible explicación biomecánica a por qué la falta de flexibilidad de los flexores de cadera puede predisponer a los deportistas a padecer esta lesión es que la tensión de estos músculos crea una mayor energía potencial durante la extensión de cadera y la flexión de rodilla en la fase de "prebalanceo" durante la carrera, lo que generaría un aumento de la propulsión de la pierna hacia delante durante la fase de "balanceo" debido al retroceso pasivo de estos músculos, aumentando por tanto la carga excéntrica de los isquiotibiales durante la acción de desaceleración de la pierna55.

https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1888-75462013000100007

Referencias:

28. Gabbe BJ, Branson R, Bennell KL. A pilot randomised controlled trial of eccentric exercise to prevent hamstring injuries in community-level Australian football. J Sci Med Sport. 2006b;9:103-9.

30. Bennell K, Tully E, Harvey N. Does the toe-touch test predict hamstring injury in Australian Rules footballers? Aust J Physiother. 1999;45:103-9.

47. Prior M, Guerin M, Grimmer K. An Evidence-Based Approach to Ham-string Strain Injury: A Systematic Review of the Literature. Sports Health: A Multidisciplinary Approach. 2009;1:154-64.

54. Witvrouw E, Danneels L, Asselman P, D´Have T, Cambier D. Muscle flexibility as a risk factor for developing muscle injuries in male professional soccer players: a prospective study. Am J Sports Med. 2003;31:41-6.

55. Gabbe BJ, Finch CF, Bennell KL, Wajswelner H. Risk factors for hamstring injuries in community level Australian football. Br J Sports Med. 2005; 39:106-10. 

56. Gabbe BJ, Bennell KL, Finch CF, Wajswelner H, Orchard JW. 2 Predictors of hamstring injury at the elite level of Australian football. Scand J Med Sci Sports. 2006c;16:7-13.