Al aumentar la frecuencia de disparo de las UM ¿Eso implica un incremento de la fuerza?

Publicado 29 de abril de 2021, 12:06

Sebastián Del Rosso, PhD

Sebastián Del Rosso, PhD

Biología del Ejercicio

Respondió 29 de abril de 2021, 13:22

Frecuencia de disparo y fuerza

Utilizando un electrodo de grilla, Holtermann et al (2005) evaluaron los cambios en la frecuencia media del electromiograma de superficie (SEMG) luego de 9 sesiones de entrenamiento de los músculos dorsiflexores. Estos investigadores no hallaron cambios en la frecuencia media, la cual se considera como una media del reclutamiento de unidades motoras (Solomonow, 1990), a pesar de observar un incremento del 16% en la fuerza. Los músculos individuales difieren en la forma en que desarrollan tensión. Característicamente, con el incremento en la tensión muscular, se produce un incremento en la frecuencia de disparo de las unidades motoras seguido por una meseta. La meseta puede reflejar la mayor dependencia del músculo en el reclutamiento de unidades motoras adicionales. Un segundo incremento en la frecuencia de disparo se experimenta a medida que la tensión se aproxima a la contracción voluntaria máxima (MVC) (Freund, 1983; Person, 1972).

TasaDeActivacion

Un factor importante que afecta la tasa de desarrollo de la fuerza, tiene que ver con la tasa de activación muscular. Un trabajo realizado por Vitasalo & Komi (1981) señalaron claramente que el incremento en la activación de las unidades motoras medido a través del EMG está asociado con el incremento en la fuerza muscular. En la Figura 16 puede observarse evidencia de esta relación. Obsérvese que en el trazado de A la tasa inicial de activación y de desarrollo de la fuerza es mayor que en el trazado de B. Por lo tanto, la velocidad de desarrollo de la fuerza es en gran medida una función de la habilidad del sistema nervioso para activar el músculo. Con frecuencia, para realizar con éxito “actividades explosivas y con altos niveles de potencia” tales como el sprint, los lanzamientos y el levantamiento de pesas se requieren altas tasas de desarrollo de la fuerza.

Los músculos individuales difieren en su método para desarrollar tensión (Bhem, 1995). Algunos investigadores han construido una curva con forma de S que muestra que la tasa de frecuencia de disparo se incrementa con la tensión (Bigland and Lippold, 1954). Estos investigadores mostraron que las graduaciones en la fuerza contráctil se controlan principalmente por el reclutamiento de unidades motoras excepto a niveles muy altos y muy bajos de fuerza. Característicamente con el incremento en la tensión muscular hay un incremento en la frecuencia de disparo, seguido de una estabilización (Bhem, 1995). Esta estabilización puede reflejar la mayor dependencia del músculo en un reclutamiento adicional de unidades motoras. A medida que la tensión se aproxima a la contracción voluntaria máxima (MCV) se espera que se produzca un segundo incremento en la frecuencia de disparo (Person, 1972; Freund, 1983).

Diferentes músculos demuestran una dependencia variable en el reclutamiento de UM y en la frecuencia de disparo para el incremento en la tensión. Por ejemplo, el soleo alcanza una cierta frecuencia de disparo la cual se mantiene a medida que se incrementa la fuerza (Mori, 1973). Kukulka y Clamann (1981) compararon los músculos aductor y bíceps braquial, e indicaron que el reclutamiento era el principal mecanismo para incrementar la fuerza desde 0 al 80% de la MCV en el bíceps braquial, mientras que en el aductor observaron que no se reclutaban más unidades motoras más allá del 50% de la MVC.

Al parecer los músculos más grandes generalmente dependen más del reclutamiento para el incremento en la producción de fuerza mientras que los músculos pequeños dependen del incremento en la frecuencia de disparo (Bhem, 1995). Hannerz (1974) indicó que de las 63 unidades motoras estudiadas en el músculo tibial anterior, las frecuencias máximas de disparo estaban en el rango de los 25 a 65 impulsos por segundo. En sujetos desentrenados se han alcanzado frecuencias de disparo de las unidades motoras necesarias para alcanzar la fusión total (contracción muscular) del músculo. Bellamare et al (1983) sugirieron que las tasas de descarga de las motoneuronas están limitadas por aquellas que son suficientes para generar la fuerza requerida para optimizar la sensibilidad del control motor. Sin embargo, se han registrado tasas de descarga a frecuencias muchos mayores de las necesarias para alcanzar la fusión total. Al parecer, cualquier incremento en la frecuencia de disparo con la realización de un programa de entrenamiento de la fuerza parece no contribuir al incremento en la producción de fuerza sino más bien a incrementar la tasas de desarrollo de la fuerza (Bhem, 1995). Si la posibilidad de que los individuos desentrenados pueden alcanzar frecuencias de fusión y altas frecuencias de disparo está más relacionada con la tasa de producción de fuerza, entonces el incremento en la fuerza máxima probablemente no se alcance a través del incremento en la máxima frecuencia de disparo.

Sebastián Del Rosso