¿Cómo sería su abordaje preventivo de lesiones de Isquiotibiales?

Publicado 26 de marzo de 2021, 12:21

A continuación brindamos nuestra propuesta para la prevención de lesiones de isquiotibiales que tiene como principio regulador una mirada integral tanto de los factores de riesgo antes expuestos como de las posibilidades de intervención.

Nuestra línea de pensamiento que puede direccionar, a grandes rasgos, las intervenciones se basa en que las acciones similares al mecanismo lesional repetidas como en las acciones de sprint, actuando sobre sujetos no adaptados correctamente a este tipo de acciones, fatigados o con déficit impuestos o consecuentes de lesiones previas, podrían ser promotoras del daño o lesión muscular mayor (este punto se refiere a la lesión con alteración anatómico, distenciones, desgarros). Por lo que, para disminuir el riesgo de sufrir lesiones de isquiotibiales, deberíamos influir positivamente sobre la fatiga, la producción de fuerza isométrica explosiva y excéntrica del isquiotibial y las posibles adaptaciones arquitectónicas de este, sobre los modificadores de la cinemática de la pelvis en la carrera y el entrenamiento y adaptación sobre las acciones de sprint y relacionadas.

Con respecto a aspectos más específicos de la biomecánica del isquiotibial, parece claro que las aplicaciones de entrenamiento excéntrico de baja carga y alta velocidad de ejecución en ángulos abiertos del ROM podría colaborar en forma positiva en la protección de este grupo muscular, estas no deberían reducirse a la sola utilización de un ejercicio para este fin, sino que al diseño de ejercicios que estresen de manera funcional e integral a este grupo muscular, lo que redundarán en mayores beneficios (Cowell, 2012). (Ejemplo: peso muerto a una pierna, estocadas con desaceleraciones excéntricas en posición de puente a un pie en decúbito supino, etc.). También en esta línea de pensamiento hemos aplicado entrenamiento con foco isométrico explosivo en ROM finales del isquiotibial tanto en posición relativo a la fase final del balanceo en la carrera como en extensión completa.

Otro aspecto a considerar es el de las relaciones de la estabilidad lumbopélvica en la carrera y la lesión de isquiotibiales así como la participación y fuerza del glúteo mayor en esta cadena cinemática de movimiento. Como planteábamos en párrafos anteriores, debe ser tenida en cuenta y abordada de manera integral, de manera que no solo se estimule al isquiotibial, sino integrado a su cadena de movimiento y a su sinergia estabilizadora en el core.

También en nuestra línea de pensamiento y enfoque sabiendo que la fatiga se transforma en un potenciador de otros factores de riesgo como la lesión previa y sus consecuencias, las acciones que intenten contrarrestarlas actuarán también como promotoras de la prevención. La utilización de todas aquellas medidas que aseguren una correcta recuperación pos-esfuerzo estará colaborando con la prevención. Una de las que podemos mencionar en este sentido es, por ejemplo, las inmersiones en agua fría (o IAF) luego de actividades promotoras del daño muscular adaptativo.

Finalmente, el entrenamiento específico de variables que colaboran tanto con la fatiga local como en generar adaptaciones positivas sobre esta musculatura también aportará a la prevención de lesiones; es decir que si nuestros deportistas están adaptados a la multiplicidad de gestos que demandan biomecánicamente al isquiotibial durante un juego, seguramente este estará más preparado para tolerar esta demanda y disminuirá el impacto de estas acciones imprevistas sobre él.