Consejos prácticos sobre planificación
Publicado 15 de noviembre de 2017, 17:50
Comienza temporada y nos ponemos en marcha con los nuevos propósitos de nuestros deportista, tanto de los que ya están con nosotros como de los nuevos. Nos ponemos delante de nuestro Excel o plataforma y debemos trazar las directrices que van a marcar el camino hacia sus objetivos. ¿Pero cómo lo hacemos? ¿Qué preguntas nos vamos a hacer?
Sin complicar mucho las cosas y siendo prácticos resumamos un poco el proceso para tener unas líneas claras de actuación a partir de las cuales pondremos nuestro sello y lo complicaremos lo justo y necesario que consideremos.
¿Qué deportista tengo?
Debo conocer al deportista no sólo desde el punto de vista psíquico y físico, sino también desde el punto de vista de experiencia, hábitos personales, ambiente que le rodea, contexto en donde va a entrenar, etc.
Para ello, ayuda mucho el generar un cuestionario que rellene el deportista y el acordar un canal de comunicación lo más directo posible y con unas normas de comunicación claras para que no nos sobrepase la situación al tener diferentes deportistas.
¿Qué objetivos tiene?
Las características de nuestro deportista y los objetivos planteados no nos van a ayudar en primera instancia a elaborar el plan sino a plantar un supuesto y analizar la siguiente pregunta…
¿Es viable el objetivo teniendo en cuenta la situación y características de nuestro deportista?
Si es viable, nos pondremos manos a la obra con los siguientes pasos, pero si no lo es, deberemos hablar con él y explicar los motivos que nos llevan a esa conclusión y cuáles serían las opciones
Para ello hemos debido valorar tanto las fortalezas como las debilidades de nuestro deportista respecto a las características del deporte, el calendario y el objetivo planteado.
Una vez consensuado el objetivo y su viabilidad vamos a por los siguientes pasos:
- Establece un modelo de entrenamiento
- Establece el calendario de competiciones ( consensuado anteriormente) y tiempo entre ellas
- Establece los macrociclos, mesociclos y microciclos del plan acorde con el modelo de periodización elegido.
- Conociendo las capacidades de nuestro deportista nos planteamos las cualidades a desarrollar en cada momento de la temporada y que además estén acorde con las necesidades del objetivo
- Para conocer esas capacidades y controlar su evolución deberemos plantearnos el medirlas cada cierto tiempo. Por tanto, plantear un calendario de evaluaciones y tests de control y valoración del rendimiento
- Volver a dialogar con el deportista todo lo planteado en estos puntos antes de pasar al último punto.
- Ejecutar el programa.
Para la elaboración y ejecución del plan voy a permitirme la valentía de aportar unos consejos prácticos a tener en cuenta:
- Hacer del plan y el proceso un proyecto con sentido científico y fisiológico que lo convierta en un plan de entrenamiento inteligente.
- Cuidar al máximo los detalles. Hay que tener en cuenta que los detalles son la mínima expresión del entrenamiento pero que si no se cuida afecta a un grado superior del proceso y este a otro y a otro y… de manera que el objetivo final se verá afectado.
Para explicarme mejor, imaginemos que las zonas de entrenamiento no están bien calculadas o no le damos importancia al plantear una sesión. Esa sesión se puede convertir en una sesión de un tipo de carga distinta a la que imaginábamos. Varias sesiones así hacen que el microciclo no sea el adecuado. Unos microciclos erróneos por esos motivos afectan al mesociclo y de ahí al macro y finalmente al objetivo.
- Conjugar el tiempo disponible para entrenar con el de descanso y el de vida personal y laboral. Carga, descarga y estrés ajeno al entrenamiento son variables a tener en cuenta. No te limites sólo a la carga y al descanso.
- Encaja en el plan un plan psicológico, nutricional y si es necesario de suplementación. Esto también se debe de periodizar, esto, son detalles.
- Entender y hacer entender por qué se hacen las cosas
- Hay que elegir la manera de feedback que tendremos con nuestro deportista.
- Ayudar al deportista, no sólo planificarle y enviarle el plan y los entrenamientos.
De la correcta elaboración del plan, dependen las futuras responsabilidades del entrenador y el éxito de las mismas como el conseguir mantener un alto grado de motivación, gestionar la temporada y situaciones inmersas en ella, modificaciones y gestión de los recursos del plan según avanza y surgen nuevas situaciones inesperadas, y conseguir enseñar y evaluar de manera eficaz.
AUTOR
José Acosta