¿Cuáles son los principales estabilizadores glenohumerales?
Publicado 14 de marzo de 2013, 19:59
Como lo habíamos anticipado en publicaciones anteriores dentro del blog, continuamos con esta secuencia propuesta por el Equipo Physical.Ya compartimos una breve reseña en imágenes de la anatomía del complejo articular del hombro y algo de su biomecánica articular lo que nos servirá de base para interpretar mejor los mecanismos lesionales.
Ahora nos disponemos a continuar desarrollando esta interesante temática abordándola desde dos características fundamentales de la articulación gleno-humeral. La estabilidad y la movilidad.
Figura 1. Diferentes posiciones del hombro ante situaciones deportivas de contacto donde se requiere de estabilidad articular.
Figura 2. Diferentes gestos
deportivos donde se requiere de gran amplitud de moviento de hombro para un gesto más eficaz.
Figura 3. Diferentes gestos deportivos donde se requiere de movilidad y estabilidad.
Como se aprecia en las imágenes, la articulación glenohumeral cede estabilidad en virtud de conseguir movilidad, entonces siendo una articulación en principio, más expuesta en este sentido, presenta factores tanto mecánicos, y pasivos como activos en pos de garantizar la mayor estabilidad posible, teniendo en cuenta sus características anatómicas.
Entonces, ¿que es la estabilidad de hombro? Según Matsen, es la capacidad para mantener centrada la cabeza humeral en la fosa glenoidea y el arco coraco-acromial.
¿Cuáles son los factores determinantes de la estabilidad? Los vemos en imágenes.
Figura 4. Integridad sistema ligamentario: ligamentos gleno-humerales (superior, medio e inferior), ligamento coracohumeral. Matsen (2006), expone que tanto la cápsula como los ligamentos gleno-humerales en el rango medio del arco articular son laxos y no ejercen efectos de centrado de la cabeza humeral sobre la glenoides, pero en los extremos de movimiento se convierten en importantes contribuyentes en la centralización de la cabeza humeral.
Figura 5. Integridad del
labrum: rodete glenoideo que incrementa la profundidad de la glenoides. El labrum y la cavidad glenoidea sellan la
cabeza del humero, dándole más estabilidad. En forma conjunta estas dos
estructuras colaboran con la estabilidad. Cuando existe una lesión,
principalmente del labrum, la estabilidad se ve comprometida significativamente.
Figura 6. Integridad
capsular: está diseñada en pos de la movilidad, por ende su papel, como estructura
per se, en la estabilidad es menor, pero garantiza el mecanismo mecánico de
compresión intracavital. Esto permite que dentro de la articulación halla
presión negativa respecto a la atmosférica “Succión” lo que evita la
distracción de las superficies articulares. Se pierde ante efusión articular, hemartrosis,
reemplazo articular y disrupción capsular.
Estabilizadores Dinámicos
Los principales estabilizadores dinámicos son como los músculos que pertenecen a la articulación glenohumeral, es decir intrínsecos, y aquellos que la atraviesan o si bien no forman parte de ella, actúan directamente en el funcionamiento de la articulación y principalmente en su estabilización.
Músculos intrínsecos
Estos son los músculos que comprenden el denominado manguito de los rotadores o “rotador cruff”. Estos músculos son el subescapular, supraespinoso, infraespinoso, redondo menor.
Músculos extrínsecos
Son aquellos que por su acción directa sobre la escápula presentan una acción directa sobre el posicionamiento de la cavidad glenoidea en relación con la cabeza humeral, y su disfunción trae aparejado problemas en esta articulación. Esos son el serrato mayor, trapecio, romboide, angular y pectoral menor.
Estos músculos participan en los movimientos de báscula del omoplato en torno a un eje perpendicular a su plano y situado algo por debajo de la espina del mismo. Estos movimientos de bascula posicionan la cavidad glenoidea hacia arriba o Hacia abajo, acompañando por ende la abducción y así evitar las compresiones subacromiales. Por otro lado presentan un papel importante en el soporte de cargas a través del miembro superior o la estabilización del complejo articular del hombro en los movimientos de empuje con el mismo.
Figura 7. Integridad del
sistema muscular: Subescapular es el principal compresor anterior. Supraespinoso
es el principal compresor superior. Infreaspinoso y redondo menor son los
compresores posteriores. Los músculos del manguito rotador se relacionan con la
capsula articular a la que envuelven, funcionan en sinergia, estabilizando la
articulación ya que la contracción de estos, coapta la cabeza humeral a la
glenoides.
En el complejo articular del hombro existen cuplas de fuerza. Las cuplas son acciones musculares aplicadas sobre un mismo segmento óseo pero en direcciones opuestas lo que genera sobre el mismo y movimiento de rotación sobre su eje.
Figura 8. Cuplas de
fuerza en la gleno humeral: En el plano frontal entre el deltoides y el
supraespinoso que tienden a luxar la cabeza hacia arriba y afuera debido a su
dirección ascendente y el resto del M.R. quese opone deprimiendo la cabeza humeral. En el plano horizontal entre el
infraespinoso junto con el redondo menor por detrás y el subescapular por
delante.
Figura 9. Cupla en el omoplato: por un lado el Trapecio con sus fibras superiores e inferiores junto al angular del omoplato versus el Serrato Anterior.
Resumiendo, dejamos en claro que, cuando alguno de los factores que analizamos como participantes de la estabilidad articular en este mismo modulo se encuentra dañado o presenta una disfunción secundaria a un traumatismo o congénita, la estabilidad de la articulación glenohumeral se ve comprometida. A su vez, si están alteradas las cuplas de fuerza, la articulación rota hacia posiciones donde los músculos son menos eficientes para proveer fuerzas compresivas adecuadas para estabilizar la articulación. Esta alteración del eje de rotación predispone a lesiones como el Síndrome de Fricción Subacromial.
Un capítulo aparte merece todo lo relacionado al movimiento coordinado de la articulación gleno humeral con la escapulo torácica. Esto, llamado ritmo escapulo humeral, es entre otros temas, lo que desarrollaremos en el próximo blog.
Kapandji, I.A. Cuadernos de Fisiología Articular. Editorial medica Panamericana. 1982.
Prentice W. Técnicas de rehabilitación en la medicina deportiva. Paidotribo. 2001
Matsen FA 3rd, Chebli C, Lippitt S; American Academy of Orthopaedic Surgeons. Principles for the evaluation and management of shoulder instability. J Bone Joint Surg Am. 2006 Mar;88(3):648-59. PubMed PMID: 16541527.