¿Cuáles son los requerimientos de fuerza en el rugby?

De los deportes colectivos, el rugby es el que presenta las mayores necesidades de fuerza, junto con una gran resistencia aeróbica y glugolítica, agilidad y velocidad. En el se presenta acciones colectivas de enormes prestaciones de fuerza, como el scrum o bien en donde se requiere más cantidad de movimiento como en un maul o ruck. Al mismo tiempo se identifican acciones individuales defensivas como el tackle en donde las acciones de choque, fricción y agarre son vitales y también. A esto se le suman las acciones individuales de ataque que implican aceleraciones, desaceleraciones, frenos cambios de dirección, dribling etc. Todas estas acciones requieren de prestaciones de la fuerza máxima, fuerza explosiva, de la resistencia a la fuerza, de la resistencia a la fuerza explosiva.

La cuantificación de las demandas metabólicas, fisiológicas y de patrones de movimiento, son un tanto complejas, debido a la variabilidad en los patrones de movimiento durante y entre juegos. Esta variabilidad es atribuida a muchos factores que influyen en los patrones de actividad incluidas las condiciones ambientales, la condición física, el nivel de competición, la forma de juego del equipo etc. Al mismo tiempo en el rugby se pueden apreciar diferencias más marcadas en función de las posiciones del campo de juego. Esto pone de manifiesto la especificidad dentro de los puestos. Por ejemplo los forwards realizan una actividad muy intensa, por lo que requieren altos niveles de fuerza y potencia debido a su participación en scrums, rucks y mauls, los backs permanecen más tiempo parados o caminando y corriendo en soporte de los anteriores y cubriendo posiciones defensivas. Los forwards mantiene más tiempo en posiciones de empuje y peleando por el balón, mientras que los backs pasan un tiempo superior corriendo a alta intensidad (Duntie et al ,2003).

En un partido de rugby el 15% del tiempo corresponde a actividades de alta intensidad, dentro de las cuales están formadas por carrera de alta intensidad y sprint un 6% y tackles, empujes y competencia por el balón un 9%. Estos periodos cortos de alta intensidad requieren una considerable demanda metabólica. La alta demanda anaeróbica se debe al alto número de actividades de corta y media duración (cambios de patrones de movimeintos 330 aprox) (Duntie et al ,2003).

Los forwards de nivel pasan 8 minutos de actividad estática intensa (ej scrum) durante un partido y 5 minutos en mauls y rucks, representando un 15% del total.

Los backs recorren una mayor distancia a velocidades de sprint (207±185m) que los forwards (164±189m). Del grupo de backs, los outside backs recorrieron 280m a velocidad de sprint. También los backs recorren más distancia a alta intensidad (5.0-6.7 m•s), que los forwards (448±149 vs 209±107) Roberts et al (2008). La distancia media de los sprints es de 17 a 21m para backs y forwards respectivamente.

Los forwards delanteros pasan un mayor porcentaje de tiempo en actividades de alta intensidad que los backs (11.5%, vs 3.8%). Aunque los backs pasan más tiempo realizando carreras de alta intensidad que los forwards (1.6%, vs 1.1% p: 0,004). La diferencia en la actividad de alta intensidad se debió principalmente a que los forwards gastar una mayor proporción del tiempo en esfuerzos estáticos que los backs, tal como se mencionó anteriormente (9.9% vs 1.6%; p: 0.001) (Roberts et al, 2008). Como proporción del total tiempo dedicado a actividades de alta intensidad, los backs pasan un 58% y 42% de tiempo en las actividades de entrenamiento de alta intensidad y de esfuerzo estático, respectivamente, mientras que los valores correspondientes para los forwards son de 13% y 87%.

Los forwards realizaron acciones más discretas de actividad de alta intensidad que los backs (131 vs 82) con una duración media de 4.1s vs 2.3s. Los forwards también realizaron más episodios de esfuerzo estático que los backs (89±21 vs 24±10; p: 0.001) y una duración media más larga (5.2±0.8seg vs 3.6±0,8; p: 0.001). Estas diferencias fueron el resultado de la participación de los forwards en 21±12 scrums (duración 7.3±1.1), como también en la participación de 35±8 vs 11±6 rucks, 25±8 vs 4±4 mauls y 14±4vs 10 ±4 tackles, que los backs (Roberts et al, 2008).

Por su parte los Backs, realizaron más carreras de alta intensidad que los forwards (59±28 vs. 41±16; p: 0.001). La duración media de las carreras de alta intensidad fue de 1.5s vs 1.3s. Además los Backs realizaron más sprints (23±19 vs. 16±15; p: 0.001), sin diferencia en el tiempo medio de los sprints (1.2±0.3 vs 1.2 ±0.3) (Roberts et al, 2008).

Austin D et al (2011) hicieron un estudio focalizado en los sprints repetidos. Los forwards presentaron un frecuencia media de 15±3 a 17±4 (para los forwards delanteros y traseros respectivamente) con una duración media de 45±9 a 52±7. Con una duración total de 118 a 156 s. La recuperación entre los sprints repetidos tuvo una media de 274±27s a 314±124s con una recuperación mínima de 64s a 25s. Por su parte los backs (internos y externos) realizaron una frecuencia de sprint repetidos de 16±2 a 7±3. con una duración media de 26±4 a 28±4. Con una duración total de 64 a 53 s. La recuperación entre los sprints repetidos tuvo una media de 317±37s a 512±109s con una recuperación mínima de 26s a 44s. Es interesante destacar que el la secuencia de alta intensidad mas larga encontrada en este estudio de un jugador pilar que realizo en 165s, dos sprints, un tackle seis scrum/ruck/mauls y cubrió una distancia de 84m. Hubo 26 cambios de actividad y las distancias del sprint variaron de 20 a 35 m. Mientras que otro forward en 118s realizo 24 diferentes actividades, en donde el jugador recorrió 136m realizando sprint de 10 a 25 m, completando tres tackles, y cinco scrum/ruck/mauls.

Los backs pasan un 45% de las acciones de alta intensidad en secuencias de sprint mientras que el tackle representa un 35%. Mientras que los forwards realizan entre un 53 y 59% de acciones como scrum/ruck/mauls (Austin D et al, 2011).

Los forwards recorren entre un 30 a 36% distancias de 11 a 20m en los sprints y un 25% distancias de 6 a 10m. Los backs mostraron un 31 a 36% de los sprint entre 11-20m y un 31% para los sprint de 6 a 10m.

En la siguiente tabla (tabla1) presentamos los datos recogidos por Deutsch et al, 2007, de un estudio de análisis de tiempo-movimiento con partidos de la liga profesional de rugby super 12. En ella se presentan los valores máximos que sintetizan lo que ocurre en un match.

Respecto a los valores de fuerza específica, se estima que la fuerza pico del pack de forwards en un scrum presenta un rango de 6210 a 9090 N (Quarri y Wilson, 2000). Esta fuerza que produce el pack se correlaciona fuertemente con el peso del pack r: 0.84.

Respecto a la potencia de las piernas, los test más utilizados son los relacionados al salto vertical. En el grafico 1 se pueden observar los datos de diferentes publicaciones (Duttie et al 2003).

Quarri y Wilson, 2000 presentaron datos de saltabilidad del pack de forwards, en donde se observa que los alas tiene un salto significativamente superior a los pilares y a los hookers (55 cm vs 45cm vs 46cm).

En uno de los pocos trabajos que estudiaron recientemente las correlaciones entre las manifestaciones de la fuerza y la velocidad en 40 jugadores de rugby de nivel internacional, Barr et al 2014, evaluaron la fuerza máxima en 1RM de la cargada de potencia (PC) y la sentadilla frontal (FS), así también como el salto de longitud triple (TBJ) y el salto en largo sin impulso (BJ). Además, se evaluó la velocidad en 40 m con parciales de 0-10 y 30-40 m, con el fin de evaluar la aceleración y la velocidad máxima. Los investigadores dividieron el grupo en dos, un grupo rápido (n: 20) y un grupo lento (n:20) tanto para la aceleración y la velocidad máxima. En una segunda parte del estudio, un grupo (n = 15 ) de los jugadores se les dio seguimiento durante un período de un año para determinar cómo los cambios en la fuerza correspondían con los cambios en la cinemática de carreras de velocidad.

El grupo rápido para la aceleración y la velocidad máxima mostraron mayores niveles de fuerza, tiempos de contacto inferiores, y longitudes de paso más largas. Se encontraron importantes diferencias entre los grupos de la fuerza máxima relativa al peso corporal de la cargada de potencia (1.30 vs 1.14 kg/kg), del salto en largo (2.68m vs 2.46 m) y del salto triple (8.44m vs 7.54 m.). Las diferencias para la sentadilla fueron moderadas (FS/BM (1.46 vs 1.36 kg/kg) (tabla 2).

La velocidad inicial del sprint presento una correlación similar en los dos grupos PC/BM (r=0.68, r=0.67), BJ (r=0.73, r=0.66) and TBJ (r=0.72, r=0.69). El grupo lento, cuando se lo compara con el grupo rápido, tuvo una buena correlación entre la velocidad máxima del sprint y FS/BM (r=0.58, r=0.23), PC/BM (r=0.84, r=0.60), BJ (r=0.79, r=0.28) and TBJ (r=0.80, r=0.39). De todos los test de fuerza el PC/BM tuvo una correlación con el tiempo de contacto en la aceleración (r=-0.61, r=-0.56) y el tiempo de contacto en la velocidad máxima (r=-0.69, r=-0.49).