DESARROLLO A LARGO PLAZO DEL DEPORTISTA. ENTRENABILIDAD EN LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA.

Publicado 30 de abril de 2013, 22:53

DESARROLLO A LARGO PLAZO DEL DEPORTISTA. ENTRENABILIDAD EN LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA. Edades sensibles, ventanas de oportunidad, entrenabilidad óptima.

Por Istvan Balyi, Ph.D., National Coaching Institute British Columbia, Canada and Ann Hamilton, MPE Advanced Training and Performance Ltd. Victoria, B.C., Canada

El artículo está basado en la presentación dada en el Scottish Strength and Conditioning Seminar en Largs, en Mayo de 2003 y es parte del material bibliográfico entregado al Lic. Arcuri por haber completado el Curso IRB Nivel II de Fuerza y Acondicionamiento. Abril 2013.

Los investigadores acuerdan que toma unos ocho a doce años de entrenamiento para que un jugador talentoso alcance niveles de elite. Algunos los llaman la regla de las 10000 horas (unas tres horas diarias de práctica durante diez años, Ericsson ’93-’94, Bloom ’85, Salmela ’98).

Introducción.

No sólo el entrenamiento, sino también la correcta planificación de las competiciones y los descansos aseguran el éxito en la carrera de un deportista.

La consigna parece ser “entrenar largo tiempo” en lugar de “ganar en el corto tiempo”. Darle demasiada importancia a la competencia en las edades tempranas se traduce en deficiencias en las habilidades atléticas más adelante.

Este artículo discute la entrenabilidad durante la infancia y la adolescencia. Muchos programas están diseñados según la edad cronológica de los deportistas y se ha demostrado que la edad cronológica no es un buen indicador para basar los modelos de desarrollo entre los 10 y los 16 años debido a que hay una amplia variación en el desarrollo físico, cognitivo y emocional dentro de ese grupo etario.

Tampoco se toma como una buena alternativa “bajar” una escala directa a partir del entrenamiento del rugbier adulto. Lo ideal sería que los entrenadores fueran capaces de determinar la edad biológica de sus jugadores y usar esa información para fundar las bases del modelo.

Una solución práctica es usar el llamado Pico de Máximo Crecimiento en Talla (Peak Height Velocity, PHV) como punto de referencia para diseñar programas óptimos en relación con los períodos “críticos” o “sensibles” de entrenabilidad a través del proceso de maduración de nuestros alumnos.

Previo al inicio del PHV, los varones y la mujeres pueden entrenar juntos y puede ser usada la edad cronológica para programar los entrenamientos, la competencia y el descanso. La edad promedio del inicio del PHV es de 12 años para las mujeres y de 14 años para los varones; este inicio está influenciado por factores ambientales y genéticos que incluyen clima, influencias culturales y entorno social.

El inicio del PHV provee información valiosa para entrenar los sistemas energéticos así como al Sistema Nevioso Central (SNC), independientemente de la edad cronológica. Midiendo el peso y la talla, este PHV puede ser monitoreado y así se puede optimizar el entrenamiento aprovechando los períodos críticos de entrenabilidad. Esta metodología puede favorecer individualmente el desarrollo a corto y largo plazo, señalando las ventanas óptimas de adaptación a los estímulos de resistencia, fuerza, velocidad, habilidad motora, agilidad y flexibilidad.

Que los sistemas energéticos tengan un período “crítico” de desarrollo no impide que puedan ser estimulados en todas las edades.

El modelo del Desarrollo del Atleta a Largo Plazo.

Según el momento de la especialización, los deportes pueden ser clasificados como de especialización temprana (saltos ornamentales, patín artístico, gimnasia deportiva y rítmica, tenis de mesa) o tardía (pista y campo, deportes de combate, ciclismo, deportes con raqueta, remo y todos los deportes de equipo). Para estos últimos, el énfasis dentro de las dos primeras fases del entrenamiento debería estar puesto en el desarrollo de la motricidad general y de las habilidades técnico-tácticas. Requiere de un modelo de seis fases: 1-Fundamentos, 2- Aprender a entrenar, 3- Entrenar para entrenar, 4- Entrenar para competir, 5- Entrenar para ganar, 6- Retiro deportivo.

1-Fundamentos.

Edades: varones 6 -9 / mujeres 6 – 8 años.

Objetivo: aprender todas las habilidades motoras básicas. Deben ser practicadas y dominadas antes de introducir las habilidades propias del deporte; debe usarse una aproximación divertida, basada en el juego. Estimular la participación en un amplio rango de deportes. Este énfasis en el desarrollo motor producirá en los jugadores una mejor entrenabilidad futura de los aspectos específicos del deporte elegido.

(NOTA: esta etapa es llamada FUNdamental en inglés y la escriben así, con las primeras tres letras en mayúsculas y cuya traducción es DIVERSIÓN)

Esta fase debe estar bien planificada para ser divertida; agilidad, equilibrio, coordinación, velocidad, participación en otros deportes, potencia, resistencia, aprendizaje y dominio de las técnicas de correr, saltar y lanzar. Se debe usar el ABC del atletismo.

Es en esta fase que ocurre la primera “ventana” de adaptación a la velocidad, entre los 6 – 8 años para las niñas y los 7 – 9 para los varones. Debe estimularse la velocidad lineal, lateral y multidireccional, con una duración menor a 5 segundos por repetición y con un volumen bajo. También se le llama la “ventana de la agilidad, rapidez y cambio de dirección”.

El estímulo de la fuerza durante esta fase debería incluir ejercicios con el propio peso corporal, pelotas medicinales y pelotas suizas. No se usa la periodización, pero debe planificarse y monitorearse todas las clases. Se recomienda la participación en el deporte elegido una o dos veces a la semana y otras tres o cuatro en otros deportes; las habilidades adquiridas le ayudarán en el futuro.

2-Aprender a entrenar.

Edades: varones 9 -12 / mujeres 8 – 11 años.

Objetivo: Aprender las habilidades fundamentales del deporte.

Entre los 9 y los 12 años se encuentra uno de los períodos más importantes del desarrollo motor en los niños. En este tiempo ya están listos para adquirir las habilidades deportivas fundamentales que son la piedra angular del desarrollo deportivo.

Esta es la “ventana de una acelerada adaptación de la coordinación motora”. Deben continuar desarrollándose las habilidades motoras fundamentales y es donde son aprendidas las habilidades deportivas más fundamentales.

Si las habilidades motoras no son bien estimuladas entre los 8 y los 11-12 años, para mujeres y varones respectivamente, se perderá una importante ventana de oportunidad, comprometiendo a que la habilidad del deportista adulto no pueda alcanzar su mayor potencial.

La fuerza debería ser desarrollada con pelotas medicinales, pelotas suizas, bandas elásticas y con ejercicios o circuitos con saltos y rebotes. La resistencia a través de juegos y relevos. Deberían introducirse en esta fase ejercicios de flexibilidad y la velocidad debe ser estimulada, por ejemplo dentro de la entrada en calor, con ejercicios de agilidad, aceleración y cambios de dirección. La competición debe estar bien estructurada; se recomienda una relación 70:30 entre el entrenamiento y la competencia.

3-Entrenar para entrenar.

Edades: varones 12 -16 / mujeres 11 – 15 años.

Objetivo: Construir la base aeróbica, la fuerza hacia el final de la etapa y consolidar las habilidades deportivas específicas.

En este estadío, los jóvenes deportistas consolidan las destrezas deportivas y las tácticas básicas de cada deporte. En esta fase ocurre una “ventana de adaptación acelerada al entrenamiento aeróbico y a la fuerza”. La entrenabilidad óptima del sistema aeróbico comienza al inicio del PHV; a partir de aquí debe priorizarse el entrenamiento aeróbico mientras que la velocidad y la fuerza deben ser mantenidas aquí y desarrolladas posteriormente. Se requiere un énfasis especial en el entrenamiento de la flexibilidad debido al repentino crecimiento de huesos, tendones, ligamentos y músculos.

Para las mujeres, hay dos ventanas de aceleración en la adaptación al entrenamiento de la fuerza; la primera es inmediatamente después del PHV y la segunda comienza al inicio de la menarca (primer período menstrual). La ventana para los varones comienza entre 12 y 18 meses luego del PHV.

Debe notarse que la entrenabilidad tanto en lo aeróbico como en la fuerza es dependiente del nivel de maduración. Por lo tanto, los maduros tempranos, promedio y tardíos necesitan diferentes momentos donde enfatizar las cargas. Hasta el presente, es usada la edad cronológica para decidir los momentos y no la necesidad individual de acuerdo con la maduración.

La relación recomendada entre el entrenamiento y la competencia para esta fase es de 60:40, donde los deportistas entrenan diariamente en situaciones competitivas (partidos de práctica, juegos, drills).

La fase de “entrenar para entrenar” apunta a dos de los puntos críticos del desarrollo físico. Los futuros deportistas que pierden esta fase de entrenamiento no alcanzarán su potencial en forma plena. La razón de los estancamientos futuros en la carrera de muchos deportistas se debe primariamente a que se le ha dado un excesivo énfasis a la competición con respecto al entrenamiento en esta fase sensible.

“Aprender a entrenar” y “entrenar para entrenar” son las fases más importantes de la preparación de un deportista; en ellas podemos hacer o romper un deportista.

4-Entrenar para competir.

Edades: varones 16 -18 / mujeres 15 – 17 años.

Objetivo: Optimizar la preparación física y las habilidades del deporte, tanto individuales como las específicas.

Esta fase de desarrollo es introducida luego de que los objetivos de la fase anterior hayan sido cumplidos. La relación entre el entrenamiento y la competición es de 50:50.

Durante esta etapa se trabaja durante todo el año en forma individual con alta intensidad y entrenamiento específico de la posición de juego. Los deportistas que ya son competentes en realizar las habilidades tanto motoras como específicas del deporte, aprenden a realizarlas bajo una variedad de situaciones competitivas en el entrenamiento. Se pone especial énfasis en la preparación óptima a través de los modelos de entrenamiento y de la competición. Las áreas de aptitud física, recuperación, preparación psicológica y desarrollo técnico son trabajadas de forma individual. Esta enfatización en la preparación individual se apoya en las fortalezas y debilidades de cada jugador.

5-Entrenar para ganar.

Edades: varones 18 y más años / mujeres 17 y más años.

Objetivo: maximizar la preparación física, las habilidades deportivas de cada puesto y el rendimiento.

Es la fase final de la preparación. Todas las capacidades del deportista ( físicas, técnicas, tácticas, mentales, personales, del estilo de vida) están desarrolladas al máximo y enfocadas a maximizar el rendimiento. Se entrena para las competencias más altas. Deben pensarse frecuentes cortes profilácticos en la actividad (descargas) con el fin de ayudar a prevenir el agotamiento físico y mental. La relación entrenamiento:competición para esta fase sería 25:75, siempre contando en el porcentaje de competición, los entrenamientos específicos para la competencia.

6-El retiro deportivo.

Objetivo: Retener a los deportistas como entrenadores, administradores, oficiales, etc.

Esta fase refiere a las actividades realizadas por el deportista luego de retirarse de la competición en forma permanente. Algunos ex-jugadores se involucran en carreras relacionadas con el deporte que incluyen ser entrenadores, administrativos, oficiales, empresarios deportivos, maestrías en competición, medios, etc.

En los gráficos que siguen, se pueden ver las diferentes ventanas de entrenabilidad para cada uno de los sexos, mostrando las edades cronológicas y las escalas movibles de las entrenabilidad aeróbica y de fuerza durante el período de maduración, según el momento de maduración estimado por el PHV. Estos gráficos genéricos pueden ser fácilmente ajustados a normas específicas y demandas de cada deporte.

Bibliografía referida por los autores.

·Alpine Integration Model. Alpine Ski Canada, 1999.

·Anderson, G.S., and Bernhardt, B.A. Coaching Children. Growth and

Maturation Considerations. BC Coaches’ Perspective. Fall, 1998. Vol.2. Issue. 4. pp.14 - 16.

·Balyi: “Sport System Building and Long-term Athlete Development in Canada. The Situation and the Solutions.” In Coaches Report. The Official Publication of

the Canadian Professional Coaches Association, Summer 2001, Vol.8, No.1, pp.25-28.

·Bar-Or, O. ed., The Child and Adolescent Athlete. London: Blackwell Scientific Publications, 1996.

·Blimkie, C.J.R. and Bar-Or, O. “Trainability of Muscle Strength, Power and Endurance during Childhood”. In: Bar-Or, O. ed., The Child and Adolescent Athlete. London: Blackwell Scientific Publications, 1996.

·Bloom, B. Developing Talent in Young People. New York: Ballantines, 1985.