Efectos del Entrenamiento Tabata en la Composición Corporal del Futbolista
Effects of Tabata Training in the Footballer Body Composition
Sánchez Pérez Francisco Javier y Gabriel Ángel Carranque Chaves
1Universidad de Málaga (España) Facultad de Ciencias de la Educación
2Universidad de Málaga (España) Facultad de Psicología y Medicina. Departamento de Cirugía, Obstetricia y Ginecología
Artículo publicado en el journal Kronos del año 2015.
Publicado 17 de julio de 2015
Resumen
Palabras clave: entrenamiento interválico de alta intensidad, composición corporal, Tabata, pérdida de grasa
Abstract
Keywords: high intensity interval training, body composition, Tabata, fat loss.
INTRODUCIÓN
En toda disciplina deportiva es imprescindible considerar aquellos parámetros que influyen en el estado de salud del atleta, en tanto en cuanto van a condicionar su rendimiento deportivo. Uno de los indicadores más importantes es el estado nutricional, por lo que una dieta completa y equilibrada con unas proporciones adecuadas de macro y micronutrientes, facilita el peso óptimo y la composición corporal apropiada al deporte que se practica. La composición corporal, que hace referencia a la constitución química del organismo. Inicialmente se estructuró en 5 niveles: atómico, molecular, celular, tejidos y cuerpo completo (Wang, Pierson, & Heymsfield, 1992; WHO, 1995). Posteriormente se han ido simplificando y han aparecido diversos modelos, siendo el más utilizado el Modelo de 2 componentes (Wilmore & Costill, 2007).
Este Modelo divide el cuerpo en masa grasa que corresponde al porcentaje de la masa corporal total que se compone de grasa y la masa magra referida a todo el tejido restante libre de grasa (en la mujer 72% , en el varón 85%). Estos porcentajes van ligados al éxito deportivo ya que interrelacionan directamente con la potencia y la capacidad tanto aeróbica como anaeróbica del atleta. Además, un porcentaje elevado de la masa grasa supone un riesgo para la salud general y ofrece un riesgo mayor de lesiones (Bernadot, 2001).
Los valores porcentuales de grasa corporal en el fútbol oscilan entre el 6% y el 14% en hombres y entre el 10% y el 18% en mujeres. (Wilmore & Costill, 2007); en cambio para el resto de población adulta los rangos saludables son del 8%-20% en hombres y del 21%-33% en mujeres (Gallagher, Heymsfield, Heo, Jebb, Murgatroyd, & Sakamoto, 2000).
El entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT), se caracteriza por la realización de series de corta a moderada duración, a una intensidad por encima del umbral anaeróbico, separadas por periodos cortos de baja intensidad o de inactividad (Laursen, & Jenkins, 2002). Los componentes a manipular son: la intensidad y duración del ejercicio; así como la intensidad y duración de la recuperación (López, 29 de enero 2014). Las reservas energéticas utilizadas proceden en la fase inicial del ATP intracelular y de la Fosfocreatina (PC), pero la principal respuesta metabólica la encontramos en la glucolisis anaeróbica, sin embargo la acidosis producida por la alta intensidad, limita la actividad enzimática de la fosfofructoquinasa (frenando la glucolisis anaeróbica) activándose de este modo las rutas aeróbicas de la glucolisis y de la lipolisis (López, 14 de febrero 2014).
Una de las principales ventajas del entrenamiento interválico es que la intensidad puede ser sostenida por más tiempo dando mayor cantidad de estímulos a altas intensidades, manteniendo un equilibrio entre la tasa de lactato (intensidad) y la cantidad de producción del mismo (duración), permitiendo al organismo la suficiente recuperación fisiológica para poder realizar las demás repeticiones a la intensidad requerida. De este modo las adaptaciones fisiológicas y bioquímicas se van a producir en relación a la intensidad, la duración y al periodo de recuperación, ya que según estos parámetros se va a incidir en mayor o menor medida en las diferentes rutas metabólicas (López Chicharro & Fernández Vaquero, 2006).Este tipo de entrenamiento provoca numerosas respuestas fisiológicas y metabólicas en el organismo como pueden ser: la mejora de la resistencia aeróbica y anaeróbica (Gibala & McGee, 2008; Morera, 2005; Tabata, Nischimura, Kouzaki, Hirai, Ogita, Miyachi, et al., 1996), adaptaciones cardiovasculares, mantenimiento del lactato(Boutcher, 2011), actividad enzimática oxidativa en la mitocondria, oxidación de ácidos grasos (Hawley, Martin, Stepto, & Fallon, 2001; Talanian, Galloway, Heigenhauser, Bonen, & Spriet, 2007; Tremblay, Simoneau, & Bouchard, 1994), con la consecuente reducción de grasa corporal (Siegler, Gaskill, & Ruby, 2003; Trapp, Chisholm, Freund, & Boutcher, 2008) debido al aumento de la síntesis de citrato, citocromo oxidasa, movilización de ácidos grasos y del 3 β-hidroxiacyl Coenzima A deshidrogenasa (Gillen, Percival, Ludzki, Tarnopolsky, & Gibala, 2013; Heydari, Freund, & Boutcher, 2012; Hood, Little, Tarnopolsky, Myslik, & Gibala, 2011) incrementa la actividad hormonal del cortisol, testosterona, hormona del crecimiento, IGF-1 y de las catecolaminas que tienen un efecto lipolítico de mayor potencia y duración a nivel del tejido adiposo y muscular, afectando a la composición de la grasa corporal (norepinefrina y epinefrina) (Boutcher, 2011; Trapp, Chisholm, & Boutcher, 2007; Wahl, Mathes, Achtzehn, Bloch, & Mester, 2014; Wahl, Zinner, Achtzehn, Bloch, & Mester, 2010) mejora de la velocidad (Dupont, Koffi, & Serge, 2004) cambio del tipo de fibras musculares (Simoneau, Lortie, Boulay, Marcotte, Thibault, & Bouchard, 1985), resistencia a la insulina por Trapp et al. (2008).
El entrenamiento Tabata está asociado al entrenamiento interválico de alta intensidad y consiste en realizar periodos cortos de trabajo de 20 segundos a alta intensidad combinados con periodos cortos de 10 segundos de descanso o recuperación. Lo sorprendente de los estudios utilizando el método Tabata es que en tan sólo 4 minutos de ejercicio se consiguen importantes modificaciones fisiológicas que podrían mejorar el rendimiento deportivo. La diferencia principal entre HIIT y Tabata es el período de descanso entre las series de trabajo que en el primer caso es más prolongado.
Tabata et al. (1996)demostró que 4 minutos de ejercicio, durante 6 semanas, aumenta la capacidad anaeróbica como aeróbica.Un estudio comparativo entre el método Tabata y otro tipo de entrenamiento con 30 segundos de ejercicio y 2 minutos de recuperación, reveló que el grupo Tabata obtuvo una elevación más significativa de la capacidad aeróbica y anaeróbica (Tabata, Irisawa, Kouzaki, Nishimura, Ogita, & Miyachi, 1997), así como un incremento en el contenido de GLUT4 muscular mejorando la captación de glucosa (Terada et al.2001). Otro estudio puso de manifiesto que este método aumenta la síntesis de citrato y la actividad de la 3 β-hidroxiacyl Coenzima A deshidrogenasa (enzima importante en la oxidación de ácidos grasos) (Terada, Tabata, & Higuchi, 2004). Recientemente Olson (2013) ha comprobado que el entrenamiento Tabata acelera los procesos metabólicos empleando ejercicios calisténicos y pliométricos, si bien tanto la Frecuencia Cardiaca como el VO2máx fueron mayores que los recomendados por el American College of Sports Medicine para la mejora de la resistencia cardiorrespiratoria (Emberts, Porcari, Dobers-tein, Steffen, & Foster, 2013).
El propósito del estudio fue evaluar el efecto sobre la composición corporal (masa grasa y masa magra) del método Tabata de manera aislada y en combinación con una dieta mediterránea equilibrada, distribuyendo los sustratos energéticos en 55% hidratos de carbono, 30% de lípidos y 15% de proteínas, en jugadores de futbol de segunda división provincial de Málaga.
MÉTODO
Sujetos
En el estudio participaron 14 jugadores de fútbol del Candor C.F. de Las Lagunas de Mijas, integrantes del equipo Juvenil y Senior masculino (17.8 ± 1.3 años, 1.75 ± 0.05 m, 74.4 ± 8.6 kg), los cuales entrenaban 3 días en semana con una duración de 90’ y disputaban un partido oficial el fin de semana.
Se mantuvo una reunión informativa con todos los participantes y sus representantes legales para explicarles las características del estudio. Se les pasó el consentimiento informado antes de su inclusión en el estudio.
Se dividieron en tres grupos: Grupo 1: (C) control, no realiza el entrenamiento Tabata (n=5, 18.6 ± 1.5 años, 1.76 ± 0.02 m, 68.0 ± 9.3 kg). Grupo 2:T) realizan el entrenamiento Tabata (n=5, 17.8 ± 0.8 años, 1.73 ± 0.06 m, 76.6 ± 6.7 kg). Grupo 3: (TD) realizan el entrenamiento Tabata y una dieta equilibrada (n=4, 16.7 ± 0.9 años, 1.75 ± 0.06 m, 79.6 ± 6.0 kg).
Material
Para la recogida de datos (colaboraron los entrenadores de los 2 equipos) se utilizó una encuesta nutricional donde se recogía el consumo de alimentos habituales, el recuerdo de 24 horas de consumo e historial médico que pudieran tenerse en cuenta en el estudio; y un diario dietético de 3 días de duración (González, Sánchez, y Mataix, 2006). Para las mediciones antropométricas de talla se utilizó un metro de pared y para las medidas sobre composición corporal se utilizó una báscula de bioimpedancia eléctrica de marca Tanita UM-076 de 50 kHz, compuesta por 4 electrodos, de la que se sacaron datos de masa corporal, % de grasa corporal, masa muscular, nivel de grasa visceral, % de agua corporal y el Metabolismo Basal (Tanita Institute Contract Study, 2004; Wang, Nishizawa, Sato, Sakamoto, Ikeda, & Heymsfield, 2004).
Los tiempos de ejecución y recuperación se midieron mediante la Aplicación Tabata HIIT Timer versión 1.4 para Android y para medir la Frecuencia Cardíaca con la aplicación para cronómetro Hybrid Stopwatch versión 2.0.5.4. y el software para la elaboración de la dieta fue el Programa DIAL versión 1.19.
Procedimiento
En este estudio vamos a dar prioridad al modelo de 2 componentes y al modelo molecular de 4 componentes de Wang et al. (1992) ya que nos interesa conocer los porcentajes de grasa corporal y de masa magra o masa libre de grasa, así como los de agua corporal, de masa mineral y de masa proteica.
Con los datos obtenidos en la Tanita podemos obtener el porcentaje de proteínas, restando el de agua corporal al de masa muscular y para conseguir el de masa mineral, se resta el porcentaje de masa muscular al de masa magra.
La duración del estudio fue de 8 semanas, entre febrero y abril de 2014. Una semana antes del inicio de la investigación se hizo entrega de los documentos en papel y se tomaron las medidas antropométricas basales (Test inicial).
Se recogieron datos demográficos como edad, sexo y altura. Que se tuvieron en cuenta en la Bioimpedancia eléctrica, y para que las mediciones fueran más precisas, se tomaron a la misma hora del día, en ayuno mínimo de 3 horas, no realizaron ningún tipo de actividad física en las 12 horas previas, no tomaron bebidas como café o té y evacuaron la vejiga antes de la medición.
Los criterios de inclusión para participar en el estudio fueron: no haber presentado en los últimos 6 meses diabetes, hipertensión, asma, alteraciones cardiocirculatorias, escoliosis, hiperlordosis lumbar, etc, (ya que el tipo de ejercicios es de alto impacto y puede ser perjudicial sobre todo para la columna vertebral), así como tener alergia a alimentos o medicamentos. Todos los grupos se realizaron al azar. En todos los casos se requirió la certificación médica oficial. Asimismo se realizó el compromiso por escrito para el seguimiento de la dieta mediante un diario y la encuesta nutricional apropiada.
Para la elaboración de una dieta equilibrada se utilizó el software informático DIAL siguiendo las recomendaciones nutricionales de (Arasa, 2005; Cochran, Little, Tarnopolsky, & Gibala, 2010; Gibala, 2013; Mujika & Burke, 2010; SEEDO, 2007) con un reparto nutricional de 50% de Hidratos de Carbono, 15% de Proteínas, 30% de Lípidos de los cuales Ácidos grasos: Saturados 8.4%, monoinsaturados 13.2% y poliinsaturados 5.4%, con un aporte de ácidos grasos Omega 3 de 1.4 g/día y 38.4 g/día de fibra. Para saber cuál era el Gasto Energético Total (GET) debíamos conocer el Metabolismo Basal (GEB), el cual se podía estimar mediante diferentes ecuaciones predictivas como la de Harris-Benedict, la propuesta por la OMS, o por ejemplo a través de la bioimpedancia eléctrica. Además había que sumarle la Actividad Física en un 55%, ya que realizaban actividad física moderada (3-5 días) y el Efecto Térmico de los Alimentos en un 10%, estimando así las Necesidades de Consumo Energético (Martínez, Veiga, López, Cobo, & Carbajal, 2005).
El entrenamiento Tabata se realizó 2 días a la semana, al final de cada sesión con los grupos T y TD.
Este tipo de entrenamiento requiere de una gran condición física por ello el método se aplicó de manera progresiva durante las 3 primeras semanas, acercándonos paulatinamente hasta los tiempos del método Tabata, reduciendo el tiempo de ejecución y aumentando el tiempo de descanso (Tabla 1).
Tabla 1. Progresión Tabata
Para ajustar la progresión se tuvo en cuenta la respuesta cardíaca, comprobando que al minuto se restableciese a 120 pulsaciones/min. Para tomar la Frecuencia Cardíaca se realizó mediante la palpación de la arteria carótida o radial.
Se realizaron ejercicios con el propio peso corporal o calisténicos y pliométricos basados en los utilizados por Emberts et al. (2013) con el fin de utilizar el mayor número de grupos musculares para provocar un mayor impacto hormonal y metabólico.
Se seleccionaron 4 ejercicios por semana (Tabla 2) y cada semana se realizaban 2 sesiones de Tabata. Éstos se realizaban sucesivamente en 2 series hasta completar los 4’, a la máxima velocidad gestual alcanzando el mayor número de repeticiones.
Tabla 2. Ejercicios
Nota. Fuente: adaptado de Emberts et al. (2013). Exercise Intensity and Energy Expenditure of a Tabata Workout. Journal of Sports Science and Medicine, 12, 612-613.
Una semana después del estudio se volvieron a tomar las medidas en la báscula
( Test final).
Análisis estadístico
Para el análisis estadístico se ha utilizado el software informático IBM SPSS Statistics versión 19. Se ha realizado un análisis de varianza 2x3 de medidas parcialmente repetidas, con el tipo de estímulo como factor intersujeto (grupo) y un pretest-postest como factor intrasujeto, un análisis de varianza unifactorial sobre los cambios producidos, así como la prueba t de grupos relacionados y en caso de no satisfacer la normalidad se realizaron las pruebas no paramétricas de Kruskal-Wallis y U de Mann-Whitney. Comprobando de esta forma los cambios que se producen entre grupos y dentro de un mismo grupo.
RESULTADOS
- Masa grasa
Los resultados muestran efectos significativos en la interacción entre los factores pretest-postest y grupo [F(2,11)= 9.34, ω2parcial =0.54 y p = 0.004] indicando que existen diferencias significativas en el porcentaje de grasa en relación al tipo de entrenamiento.
Analizado los efectos de interacción del factor grupo obtenemos los cambios producidos dentro de cada grupo. En grupo C [(t(4)= -2,16; p = 0,096] no aparecen cambios significativos. Sin embargo en los grupos T y TD aparecen ciertas tendencias estadísticas [t(4)= 2.73; r= 0.81; d= 1.22; p = 0,052] y [t(3)= 3.05; r= 0.87; d= 1.53; p = 0.055] que aunque no llegan a ser significativas podría comprobarse que el cambio producido si lo es, mediante las medidas de asociación y tamaño del efecto, los cuales demuestran una alta asociación en los 2 grupos experimentales así como un gran tamaño del efecto. Pudiendo señalar que los cambios producidos dentro de cada grupo experimental si son significativos.
Por otro lado, las comparaciones múltiples por el ajuste de Bonferroni (Figura 1) podemos observar que los 2 grupos experimentales presentan diferencias significativas con respecto al grupo C p = 0.05 y p = 0.004 pero no entre ellos p = 0.148.
- Masa magra
Los resultados son prácticamente los mismos a los de masa grasa, pero en sentido inverso, es decir, la pérdida de porcentaje en uno repercute en ganancia del otro.
- Agua corporal
Encontramos efectos significativos en su interacción [F(2,11)= 15.7, ω2parcial= 0.68 y p = 0.001] mostrando que éste difiere según el grupo de entrenamiento.
En los efectos de interacción del factor grupo observamos cambios significativos en los 2 grupos experimentales: T [t(4)= -4.55; r= 0.91; d= -2.05; p = 0,01] y TD [t(3)= 4.06; r= 0.92; d= -2.04; p = 0.027] indicando que el porcentaje de agua corporal aumenta con este entrenamiento.
En las comparaciones múltiples según el cambio producido (Figura 3) vemos que hay diferencias entre el grupo C y T p = 0.026 y el grupo C y TD p = 0.001 por el ajuste de Bonferroni.
- Masa mineral
Ha sido analizado por la prueba H de Kruskal-Wallis mediante el cambio producido (Figura 4), mostrando significación estadística exacta [x2(2)= 9.64; p = 0.008] indicando que si difieren entre grupos.
En cuanto a las comparaciones entre grupos se han analizado mediante la prueba U de Mann-Whitney arrojando diferencias significativas exactas unilaterales entre los grupos C y T [U= 4; p = 0.048; r= 0.68] (MR= 3.80) y (MR= 7.20) y C y TD [U= 2; p = 0.032; r= 0.8] (MR= 3.40) y (MR= 7) aumentando el porcentaje de masa mineral en los 2 grupos experimentales.
1.5 Sobre los Kg de Masa corporal
Los resultados indican que hay diferencias significativas en la interacción entre grupos de [F 2,11)= 7.88, ω2parcial= 0.50 y p = 0.008].
Según los efectos de interacción por grupo vemos diferencias significativas en D con un [t(3)= 3.2; r= 0.88; d= 1.60; p = 0.049] siendo el único que perdió masa corporal.
Mediante la prueba de U de Mann-Whitney aparecen diferencias significativas exactas unilaterales del cambio producido (Figura 2) entre C y T [U= 3.5 p = 0.032 r= 0.72] (MR= 7.3) y (MR= 3.7), C y TD [U= 0; p = 0.008; r= 1] (MR= 7) y (MR= 2.5) y T y TD [U= 2; p = 0.032; r= 0.8] (MR= 6.6) y (MR= 3).
1.6 Sobre los Kg de Masa grasa
Los resultados muestran que hubo diferencias significativas en la interacción entre ambos factores [F(2,11)= 9.79, ω2parcial= 0.56 y p = 0.004].
Viendo los efectos de interacción del factor grupo aparecen diferencias significativas en T [t(4)= 2.93; r= 0.83; d= 1.31; p = 0.042] y en TD una tendencia estadística con una asociación alta y un gran tamaño del efecto [t(3)= 3.06; r= 0.87; d= 1.54; p = 0.055] pudiendo indicar que el entrenamiento reduce la masa grasa en ambos grupos siendo más pronunciada en el grupo TD.
En cuanto a las comparaciones por pares según el cambio producido siguiendo la prueba de U de Mann-Whitney hay diferencia significativa unilateral entre C y T [U= 0 p = 0.004; r= 1] (MR= 8) y (MR= 3) y C y TD [U= 0; p = 0.008; r= 1] (MR= 7) y (MR= 2.5).
1.7 Sobre los Kg de Masa proteica
Aparecen diferencias significativas en el factor interacción [F(2,11)= 4.18; ω2parcial= 0.31 y p = 0.045] indicando que la masa proteica depende del tipo de agrupación.
En la comparación por pares según la prueba U de Mann-Withney hay diferencias significativas exactas unilaterales en C y TD [U= 0; p = 0.008; r= 1] (MR= 7) y (MR= 2.5) y T y TD [U= 2; p = 0.032; r= 0.8] (MR= 6.6) y (MR= 3) siendo TD el que más desciende.
1.8 Nivel de grasa visceral
Siguiendo la prueba de Kruskal-Wallis sobre el cambio producido podemos comprobar que aparece significación estadística exacta [x2(2)= 6.18; p = 0.041] indicando que hay diferencias entre los grupos.
En cuanto a las comparaciones por pares según la prueba de U de Mann-Withney encontramos diferencia significativa exacta unilateral entre C y TD [U= 2.5 p = 0.048; r= 0.75] (MR= 6.50) y (MR= 3.13).
1.9 IMC
Los resultados muestran diferencias significativas en el facto interacción [F(2,11)= 8.15, ω2parcial= 0.51 y p = 0.007].
En los efectos de interacción sobre el factor grupo encontramos diferencias significativas en D [t(3)= 3.2; r= 0.88; d= 1.60; p = 0.049].
En cuanto a las comparaciones múltiples del cambio producido encontramos diferencias significativas entre los grupos C y TD p = 0.006 según el ajuste Bonferroni.
Figura 1. Efecto de los diferentes grupos en el % de masa grasa. Los valores aparecen como media ± desviación estándar (SD). *p < 0.05: diferencias significativas respecto al grupo control.
Figura 2. Efecto de los diferentes grupos en la masa corporal.
Los valores aparecen como media ± SD. *p < 0.05: diferencias significativas respecto al grupo control. **p < 0.05: respecto al mismo grupo.
Figura 3. Efecto de los diferentes grupos en el % de agua corporal.
Los valores aparecen como media ± SD. *p < 0.05; **p ≤ 0.001: diferencias significativas respecto al grupo control.
Figura 4. Efecto de los diferentes grupos en el % de masa mineral.
Los valores aparecen como media ± SD. *p < 0.05: diferencias significativas respecto al grupo control.
Tabla 3. Cambios en la composición corporal después de 8 semanas de entrenamiento Tabata.
*p ≤ 0.05, **p ≤ 0.001: diferencias significativos respecto al grupo control; /* p ≤ 0.05; /**p ≤ 0.001: respecto al grupo Tabata; u: significatividad unilateral.
DISCUSIÓN
La finalidad de este estudio era verificar que el entrenamiento Tabata de 4’ (con ejercicios con el propio peso corporal) era capaz de reducir la masa grasa sin cambiar la masa corporal y como consecuencia producir un aumento de la masa magra. Por otro lado nos interesaba conocer qué cambios tendrían lugar si le añadiésemos una dieta equilibrada.
Los principales hallazgos obtenidos en cuanto a la composición corporal (Tabla 3) indican que: por un lado el grupo T redujo la masa grasa en 1.38 % y 1.1 Kg, aumentando en 1.38 % la masa magra, destacando el agua corporal y en menor medida la masa mineral. No obstante no se produjeron cambios en la masa corporal probando así la hipótesis planteada. Tampoco se produjeron cambios en la masa proteica. Por otro lado el grupo TD descendió 2.72 % y 2.66 Kg de masa grasa más del doble comparado con el grupo T, se incrementó la masa magra en 2.72 %, siendo muy destacado el aumento de agua corporal en 2.37 %, además de la masa mineral, siendo el único grupo que redujo la masa proteica en 0.44 Kg y la masa corporal en 3.12 Kg.
Otro parámetro a destacar es el nivel de grasa visceral reduciéndose de forma considerable en el grupo TD. Éste nivel indica si la cantidad de grasa que se encuentra en la zona abdominal recubriendo los órganos internos, es de alto o bajo riesgo para sufrir diferentes enfermedades (hipertensión, diabetes, problemas cardiocirculatorios, etc.) de ahí la importancia de disminuir este tipo de grasa, siendo la actividad física (tanto aeróbica como anaeróbica) y la alimentación (evitando la excesiva ingesta de azúcares simples, de grasas saturadas, hidrogenadas, etc.) unos medios ideales para reducirla como se ha podido comprobar.
Además también debemos tener en cuenta el Índice de Masa Corporal (WHO, 1995; WHO, 2000; SEEDO, 2007), como elemento para valorar el estado de salud en relación a la grasa corporal, siendo el grupo TD el único que lo redujo, pero debemos atender a su limitación ya que no estima la composición corporal, pudiendo aparecer sujetos musculados con un mayor IMC y no por ello tener sobrepeso y otros delgados con un índice menor pero con mayor grasa corporal.
Este estudio tiene varios puntos en común con respecto a otros realizados mediante entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) y su relación con la pérdida de grasa, de masa corporal y de grasa visceral, como por ejemplo Siegler et al. (2003) que comprobó cómo tras 10 semanas de entrenamientos pliométricos de 10-15’ 3 veces a la semana, se redujo la masa grasa, la masa corporal y se aumentó la masa magra. Trapp et al. (2008) realizó 15 semanas de entrenamiento de 20’ (8” de sprint en cicloergómetro y 12” de descanso) 3 veces por semana, también disminuyó la masa grasa, así como la masa corporal. Boutcher, (2011) recopiló una gran variedad de estudios que utilizaban diferentes métodos de HIIT para la pérdida de grasa corporal (tanto de tejido adiposo como visceral). Heydari et al. (2012) aplicó un entrenamiento de 20’ 3 veces a la semana (8” de sprint en cicloergómetro y 12” de descanso) a lo largo de 12 semanas produciéndose una reducción de la masa corporal, de la masa grasa y un aumento de la masa magra
Nuestros resultados son semejantes a la mayoría de estos estudios sobre todo con los aparecidos en el grupo TD. Pero la principal diferencia es el tiempo de entrenamiento, siendo mucho menor, con lo cual se puede pensar que el impacto fisiológico y metabólico del entrenamiento Tabata es mayor que los métodos HIIT utilizados para la perdida de grasa corporal.
Por otro lado la mayoría de las investigaciones están centradas en el modelo de 2 componentes, en las que algunas incluyen la grasa visceral, mientras que este estudio además contempla un modelo de 4 componentes en el que se puede apreciar que destaca aparte de la masa grasa, el agua corporal, pudiendo llegar a concluir que la actividad física no sólo elimina las reservas de grasa (las cuales en exceso son perjudiciales para la salud) si no que aumenta el nivel de agua corporal, íntimamente relacionado con la mejora de la salud y de la calidad de vida.
En cuanto a las limitaciones que presenta el estudio se puede señalar como principal el tamaño de la muestra que, al ser pequeño, reduce la potencia estadística, debiendo evaluar las tendencias como se ha visto anteriormente, además los grupos fueron heterogéneos presentando medias pretest distantes, debiendo aplicar la comparación entre medias sobre los cambios producidos.
Para futuras investigaciones sobre el entrenamiento Tabata utilizando este tipo de ejercicios sería recomendable aumentar el tamaño de la muestra, asegurando la homogeneidad de los grupos, así como el número de días ya que sólo se pudieron realizar 2 sesiones por semana debido a la proximidad de 2 días de entrenamiento del equipo siendo aconsejable la realización de 3 días por semana dejando 48 horas de descanso.
En definitiva el entrenamiento Tabata consigue modificaciones de la composición corporal, sin afectar al IMC, reduciendo la masa grasa. Mientras que si dicho entrenamiento se acompaña de una dieta equilibrada y saludable, se obtiene la reducción del IMC y de la grasa visceral. Por ello es importante realizar una correcta evaluación inicial antes de comenzar con un plan de entrenamiento, así como saber cuál es el objetivo que cada sujeto pretende conseguir teniendo siempre como referencia la salud.
Referencias
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