El HMB frente a la pérdida y ganancia de la masa muscular

Publicado 16 de diciembre de 2017, 17:11

El HMB frente a la pérdida y ganancia de la masa muscular

El HMB frente a la pérdida y ganancia de la masa muscular

Un nuevo desafío al rendimiento y a la enfermedad

Jorge Roig (noviembre 2017)

Diversas enfermedades muestran pérdidas muy importantes de tejido muscular. Así, patologías que involucran a los riñones, el corazón, el hígado y los pulmones dan evidencia de una disminución de moderada a grave de músculo. Y entre las mayores pérdidas, las que se presentan en los individuos que padecen cáncer sin dudas encabezan la lista.
Uno de los suplementos que están siendo más estudiados en el presente para ayudar a enfrentar la sarcopenia es el beta-hidroxi-beta-metilbutirato o HMB. Este es un metabolito generado en el metabolismo de la leucina, uno de los tres aminoácidos de cadena ramificada.
Resulta de interés considerar en el proceso de síntesis de HMB, que la primera reacción en la degradación de la leucina hacia este metabolito es la que conduce a este aminoácido a la forma denominada ácido alfa-cetoisocaproico (KIC). Y es de relevancia esta consideración porque justamente ella acontece principalmente en le músculo.
Entre las funciones que se le han atribuido y confirmado al HMB, está el de estimular la síntesis proteica y antagonizar su degradación. Siendo así, su acción se da directamente tanto sobre las vías de señalización anabólica como sobre las catabólicas. En este aspecto, dos cuestiones vale la pena destacar. Una es el hecho de que se conoce que el HMB acciona directamente sobre la mTOR para estimular la síntesis proteica, y la segunda es que esta acción del referido metabolito es superior al de la leucina (Girón MD, Vílchez JD, Salto R, Manzano M, Sevillano N, Campos N, et al. Conversion of leucine to β‐hydroxy‐β‐methylbutyrate by α‐keto isocaproate dioxygenase is required for a potent stimulation of protein synthesis in L6 rat myotubes. J Cachexia Sarcopenia Muscle 2016).
En lo inherente al control del catabolismo proteico, ha sido demostrado que la intervención sobre la regulación de la degradación de la proteína muscular por HMB es por acción de este sobre el complejo ubiquitin-proteasoma y sobre los sistemas lisosomales de autofagia. Pero además se ha demostrado que el HMB atenúa la activación de las caspasas, responsables de estimular la apoptosis de la proteína miofibrilar (Smith HJ, Mukerji P, Tisdale MJ. Attenuation of proteasome‐induced proteolysis in skeletal muscle by {beta}‐hydroxy‐{beta}‐methylbutyrate in cancer‐induced muscle loss. Cancer Res 2005).
Otro aporte de alta importancia lo han hecho recientemente He y colegas. Ellos dieron evidencia que la administración de suplementos de HMB aumenta la biogénesis mitocondrial y la oxidación de las grasas, lo que pone al referido metabolito ante un doble rol protagónico al actuar no solo sobre la síntesis proteica sino también sobre las vías metabólico-energéticas (He X, Duan Y, Yao K, Li F, Hou Y, Wu G. Yin Y β‐Hydroxy‐β‐methylbutyrate, mitochondrial biogenesis, and skeletal muscle health. Amino Acids 2016).
Sin dudas que entre las condiciones más preocupantes en las que una patología muestra una asociación que involucra a la pérdida severa de músculo está la caquexia, condición caracterizada por una situación orgánica de extrema debilidad y desnutrición y que no revierte con la alimentación normal bajo la forma de terapia nutricional. Como es conocido suficientemente, aquellos músculos compuestos principalmente por fibras blancas son los más sensibles a los estímulos catabólicos en sus proteínas (Muthny T, et al. Protein metabolism in slow‐ and fast‐twitch skeletal muscle during turpentine‐induced inflammation. Int J Exp Pathol 2008). Y también es suficientemente conocido que con el avance de la edad hay una atrofia preferencial de fibras blancas ( Evans WJ. Skeletal muscle loss: cachexia, sarcopenia, and inactivity. Am J Clin Nutr 2010).
Una de los hechos que pueden dar algo más de luz sobre las respuestas catabólicas proteicas en condiciones de pérdida de masa muscular, pueda ser explicada por la aumentada actividad de la BCKAD, enzima que incrementa la oxidación de aminoácidos de cadena ramificada (BCAA), y entre ellos la leucina. Esto aumenta el uso de los BCAA como importantes fuentes de energía, con lo que se pierde acción anabólica sobre la mTOR.
Referente a las dosis que se han mostrado efectivas respecto del HMB, esta ha sido definida como 3g, lo que puede obtenerse consumiendo 60g de leucina, una dosis supra fisiológica tan elevada como injustificada a los fines. Pero si aun así se decidiera consumir dicha cantidad, ello activaría a la BCKAD, lo que potenciaría la oxidación de los BCAA (dominados por mayores cantidades de leucina) y por ello con agotamiento inevitable de valina e isoleucina. Esto pone en evidencia que nunca la leucina podría suplantar al HMB (Holecek M, et al. Alterations in protein and amino acid metabolism in rats fed a branched‐chain amino acid‐ or leucine‐enriched diet during postprandial and postabsorptive states. Nutr Metab (Lond) 2016).
Entre los efectos colaterales que se están considerando de gran importancia es, paradójicamente, el hecho de que el control sobre la síntesis proteica que tiene el HMB regula la salida de aminoácidos desde la fibra muscular limitando así el aporte de algunos de ellos para otros tejidos que pueden utilizarlos. Uno de estos aminoácidos, la glutamina, se sabe que actúa como un sustrato esencial para las células intestinales así como para las células inmunes, y además su deficiencia disminuye la síntesis de proteínas en el músculo esquelético (Holecek M, Sispera L. Glutamine deficiency in extracellular fluid exerts adverse effects on protein and amino acid metabolism in skeletal muscle of healthy, laparotomized, and septic rats. Amino Acids, 2014). Considerando lo anterior, debe tenerse presente que la concentración plasmática de glutamina está deprimida en muchas patologías, habiéndose informado menores niveles de este aminoácido luego del aporte de HMB, tal como lo ha documentado Holecek y su equipo de trabajo (Holecek M, et al. Effect of beta‐hydroxy‐beta‐methylbutyrate (HMB) on protein metabolism in whole body and in selected tissues. Food Chem Toxicol 2009). Desde este conocimiento, debería considerarse un aporte extra de glutamina en al menos los casos severos de patologías con caquexia asociada en virtud al agotamiento de glutamina que podría presentarse al aportar HMB.
Finalmente y a manera de síntesis de lo hasta aquí presentado, las evidencias indican que el HMB aporta beneficios tanto en esfuerzos asociados a la fuerza como al sector que comprende el endurance. La limitación sobre los efectos proteolíticos y la potenciación de los proteogénicos han sido claramente demostrados frente al aporte de HMB. Y sus beneficios en el rendimiento aeróbico han sido vinculados a una mejor biogénesis mitocondrial y la oxidación de las grasas. Y las dosis también han sido básicamente consensuadas, admitiéndose los 3g diarios como lo reconocido suficiente para lograr los beneficios que puedan procurarse.
Todo parece indicar, una vez más, que la investigación científica supera a la negación carente de fundamentos, representados por tantos de aquellos a los que les resulta mucho más fácil apostar a las drogas medicamentosas que al aporte que los nutrientes puedan estar haciendo, con muchos más beneficios y sin efectos colaterales nefastos.