Enfoque centrado en el paciente para el manejo de la sarcopenia.
Publicado 11 de febrero de 2019, 13:13
La sarcopenia es una de las principales causas de fragilidad física. Un estudio reciente demostró que un nivel intenso de ejercicio físico en pacientes hospitalizados podría prevenir la pérdida muscular y funcional que ocurre en pacientes hospitalizados.
En la actualidad, existe una terapia simple -ejercicio de fuerza a intensidad elevada- cuando la sarcopenia se detecta a tiempo.
Por otro lado, aunque el uso de los aminoácidos esenciales de leucina y/o β-hydroxybutyrate no ha sido claramente establecido como una alternativa clave, parece ser un complemento razonable en personas con bajo consumo de proteínas.
Los medicamentos que tienen potencial para tratar la sarcopenia incluyen la testosterona y los esteroides anabólicos, los anticuerpos de miostatina, los anticuerpos del receptor de la activina, y el agonista de la grelina, la anamorelina entre otros. También existe interés en el papel del betabloqueantes, algunos inhibidores de la enzima de angiotensina, y los sarconeos, que activan el receptor del SAM (angiotensina-1). Siempre controlados por médicos especialistas.
Las técnicas de CRISPR y, posiblemente, la terapia con células madre, siguen siendo muy experimentales, pero es muy probable que jueguen un papel en el manejo futuro de la sarcopenia. El SarQOL puede ser utilizado para medir una mejora de la calidad de vida relacionada con la salud de estas personas.
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