Esfuerzo percibido, control postural y reclutamiento muscular en tres ejercicios en cuadrupedia diferentes realizados por mujeres sanas

Publicado 7 de noviembre de 2022, 12:33

Esfuerzo percibido, control postural y reclutamiento muscular en tres ejercicios en cuadrupedia diferentes realizados por mujeres sanas

Los ejercicios de estabilización de la columna se han adoptado habitualmente para tratar y prevenir el dolor lumbar y promover el rendimiento físico de deportistas y no deportistas (Graham, 2009; Manchikanti y cols., 2014; Knox y cols., 2017). Los ejercicios cuadrúpedos (QE) son un tipo de estas actividades, que se caracterizan esencialmente por adoptar una postura de cuatro apoyos con las extremidades superiores e inferiores apoyadas total o parcialmente en el suelo (Graham, 2009; Kelly y cols., 2016). Los QE se entienden claramente como conducentes a la estabilización dinámica de las cinturas pélvica y escapular al favorecer el estiramiento axial de la columna vertebral y promover el fortalecimiento de los músculos abdominales y paravertebrales (Ekstrom y cols., 2007). Por lo tanto, los QE han sido ampliamente discutidos en la literatura debido a su relevancia en ejercicios de rehabilitación, deportes y salud (Ekstrom y cols., 2007; Kelly y cols., 2016; Shah y cols., 2020).

Podemos observar distintas variaciones en la ejecución de los QE. Los QE también se denominan comúnmente como tirón de piernas y brazos al frente, ‘perro-pájaro’ y extensión de cadera y hombros en una postura de cuatro posiciones debido a las muchas posibilidades en las posiciones adoptadas (Chou y cols., 2007; Lunes y cols., 2010; Kelly y cols., 2016). En consecuencia, diferentes posturas corporales, con o sin apoyo externo, y diversas formas de ejecución (movimientos simétricos o asimétricos, bilaterales u homolaterales) comprenden algunas propiedades de los QE. Por ejemplo, el ejercicio de cuadrúpedo funcional (FQ), que requiere una extensión máxima de la extremidad superior y la extensión de la extremidad inferior contralateral a 0° y flexión plantar máxima, es parte del método cinético funcional de Klein-Vogelbach (1990).

Es decir, no hay claridad sobre cómo estos ejercicios exigen el sistema musculoesquelético. Para ello, recientemente Marco Antonio Cavalcanti Garcia de la Universidade Federal de Juiz de Fora (Brasil) llevó a cabo un estudio estudio transversal donde investigó el esfuerzo percibido, las demandas posturales y los perfiles de reclutamiento muscular impuestos por tres posturas en los ejercicios QE. Se registraron señales electromiográficas de superficie (sEMG) del transverso abdominal, dorsal ancho, multífido e iliocostal de 30 mujeres sanas sedentarias, en forma bilateral. Realizaron el ejercicio clásico en posición cuadrúpeda (CQ), una variación con flexión de hombro (FQ) y cuadrúpedo homolateral (HQ). También se registraron las puntuaciones de Borg (BS) y el centro de presión (CoP) de un estatoquinesiograma palmar. Las señales EMG de superficie se normalizaron utilizando la actividad mioeléctrica registrada en otras dos posturas mientras se realizaban contracciones voluntarias isométricas (IVC).

Los resultados se analizaron utilizando ANOVA de una (CoP) y tres vías (datos sEMG) con pruebas post hoc de Bonferroni (α = 0.05). La escala de Borg se analizó mediante la prueba de Friedman. La posición CQ proporcionó BS y CoP más bajos que la posición HQ (p <0.05), seguido de una actividad sEMG más alta (∼51% de IVC) que la posición FQ (∼47% de IVC; p = 0.53) y que la posición HQ (∼44% de IVC; p = 0.01). A su vez, la posición HQ proporcionó mayor BS (p >0.05) que las posiciones CQ y FQ.

Los resultados sugirieron que la postura HQ fue el ejercicio más desafiante con respecto a CoP y BS, aunque la posición CQ presentó una actividad sEMG simétrica más alta. Dado que los ejercicios QE a menudo se prescriben en programas de ejercicios, el conocimiento específico de las características de cada ejercicio QE hace que la prescripción sea más segura y eficiente.

Finalmente, los autores afirman que: 1) El reclutamiento muscular de los músculos investigados no parece seguir el nivel de esfuerzo percibido en las tres diferentes posturas estudiadas de los ejercicios cuadrúpedos; 2) La postura clásica de los ejercicios cuadrúpedos parece ofrecer un reclutamiento muscular que, además de ser mayor que las otras dos posturas estudiadas, también resultó ser más simétrico entre los lados; y 3) Dadas las características del esfuerzo percibido, el desafío en el control postural y el reclutamiento muscular, se sugiere que cada una de las posturas asumidas puede ser adoptada más claramente por diferentes sujetos con diferentes demandas/capacidades. Se puede concluir que es posible prescribir estas condiciones con mayor asertividad y seguridad a partir de estos datos.