Genética, actividad física y deporte para la salud
Publicado 8 de marzo de 2014, 9:53
Qué papel juegan los genes y su variación (polimorfi smos) en los benefi cios del ejercicio frente a las enfermedades (cardiovasculares y otras)?. Varios estudios han demostrado la concordancia familiar para las características fi siológicas implicadas en la respuesta al ejercicio, como el VO2máx. Para responder a esa pregunta en los últimos años se han analizado miles de variantes (polimorfismos) en sujetos sometido a programas de entrenamiento, comparando los cambios en parámetros fisiológicos entre los diferentes genotipos. Varios estudios han identificado polimorfismos que predisponen/protegen frente a las enfermedades, y algunos podrían servir también para identificar pacientes con una respuesta más eficaz a la rehabilitación mediante el ejercicio. Muchos de estos genes codifican proteínas de la fisiología cardiovascular. Como era de esperar, algunos de estos genes/polimorfismos se han relacionado también con la adaptación al entrenamiento y la capacidad de alcanzar la condición de deportista de “élite”. En este escenario tendríamos determinados genotipos que son más frecuentes entre personas con una capacidad física elevada, situación a la que se llegaría a través de dos mecanismos: los genotipos favorables podrían favorecer la respuesta al entrenamiento, pero también podrían proteger frente a efectos adversos de la actividad física (como la hipertrofia cardiaca). Ejemplos clásicos de estos efectos serían los polimorfismos I/D del gen de la ECA o algunos del genoma mitocondrial.
En una sociedad “dominada” por el sedentarismo se ha extendido la idea de la predisposición genética a la obesidad condicionaría negativamente el efecto del ejercicio. Es decir, a igualdad de ingesta y actividad física las personas con genotipos adversos tendrían mayor índice de masa corporal. Sin embargo, varios estudios que analizaron el gen FTO (asociado al riesgo de obesidad) sugieren que el efecto atenuador del ejercicio sobre el sobrepeso sería mayor en los sujetos con los genotipos de riesgo para la obesidad.