In Memorian ed at Honorem Profesore Vittori (en nombre de sus alumnos y amigos )

Publicado 15 de enero de 2016, 17:07

In Memorian ed at Honorem Profesore Vittori (en nombre de  sus alumnos y amigos )

In Memorian ed at Honorem Profesore Carlo Vittori

http://www.cienciaatletica.com/curiosidades.htm

http://noivelocisti.net/il-professor-vittori


En el adiós a “il professore”

26 diciembre 2015

http://blogs.as.com/deporte-vida/2015/12/en-el-adi...

José Luis López

En la pasada Nochebuena nos dejó a los 84 años Carlo Vittori, “il professore”, el gran maestro del entrenamiento de la velocidad. Para los que nos dedicamos a las ciencias de la actividad física y el deporte; para los que bebemos apasionadamente, gota a gota, del atletismo; para los que sentimos las carreras de velocidad como la respiración del alma, Vittori ha sido una de nuestras grandes referencias. Decía Martí Perarnau que no es que don Carlo lo supiera todo del sprint, es que él inventó la velocidad, el entrenamiento de la velocidad. Efectivamente, Vittori era el ABC del sprint, y Pietro Mennea (que falleció en 2013), su hijo más aventajado. Carlo Vittori fue un destacado velocista italiano de los años 50 (olímpico en Helsinki 1952), pero sobre todo ha sido su faceta como entrenador la que le ha encumbrado a nivel mundial. Fue el gran responsable y artífice de la escuela italiana de la velocidad, entre 1969 y 1986, la edad de oro en la que los velocistas italianos consiguieron 47 grandes medallas internacionales, y el entrenador de Pietro Mennea (plusmarquista mundial de 200 m y campeón olímpico), así como de otras estrellas del atletismo italiano como Marcelo Fiasconaro, Donato Sabia o Pier Francecso Pavoni, y creó una metodología que, desde hace años, han seguido en el mundo cientos de entrenadores. E incluso Vittori fue el entrenador que recuperó para el fútbol, tras una grave lesión, a Roberto Baggio, en una de esas excepcionales dedicaciones a las que él llamaba “los otros deportes”. Recuerdo cuando yo estudiaba teoría del entrenamiento en los años 80. Los soviéticos y los italianos eran nuestra gran referencia. Los primeros sentaban las bases; los segundos eran los que bajaban a la realidad de la pista, los que realmente más nos ayudaban e influían: Vittori, Bosco, Bonomi, Locatelli, Arcelli… Siempre soñé con conocer el Centro de Preparación Olímpica de Formia, donde entrenaba Vittori. Debía ser como un paraíso. Poder estar en el día a día de Pietro Mennea a las órdenes de “il professore”, donde llegar 5 minutos tarde al entrenamiento era una gran descortesía. Disfrutar de aquellas agónicas series de Mennea luchando a muerte contra el ácido láctico y con Vittori siguiendo la carrera por la pista en una Vespa. De ahí partía todo en el entrenamiento de la velocidad. Luego, gracias a un aventajado colaborador y fiel amigo suyo, Rafa Martín Acero, nos llegaban esas teorías directamente a España. Y para mí resultaba una maravilla ver cómo era posible una medalla mundial en velocidad con cuatro relevistas blancos europeos técnicamente perfectos (Tilli, Simionato, Pavoni y Mennea), y me preguntaba por qué aquí no teníamos nada parecido. Aún recuerdo cuando, por fin, conocí a Carlo Vittori. Fue en Barcelona, en 2010, cuando la Fundación CIDIDA, que me honro en presidir, organizó el World Congress on Science in Athletics y tributó un merecidísimo homenaje a Carlo Vittori, por su brillante trayectoria. Fue precisamente el Dr. Rafa Martín Acero quien presentó al maestro de la velocidad, loando de forma emocionante e impecable sus méritos. Conocí entonces al Vittori que siempre decía lo que pensaba, a quien se amaba o se odiaba (aunque en el fondo siempre supo perdonar, incluso al ingrato Mennea, porque nunca dejó de ser su hijo atlético predilecto, o a otros con los que tuvo una ondulante relación de amor-odio como Bosco, Nebiolo o Locatelli). Pero siempre se puede olvidar para renacer. También, al Vittori educado, un caballero a la vieja usanza, que me envió una entrañable nota de agradecimiento escrita a máquina unos días después del Congreso, que guardo con cariño. Vittori fue también un enemigo acérrimo del dopaje. Hace menos de un mes que decía que el 95 % de las marcas actuales le parecen cuanto menos inquietantes (y ponía como ejemplo al renacido Justin Gatlin), que solo cree en Usain Bolt, y que aquel que haya dado positivo debería estar sancionado de por vida. Por eso le dolió tanto cuando Pietro Mennea rompió con él y cayó en manos del perverso Dr. Kerr, en Estados Unidos. Sentía que era una traición a sus principios. Para Vittori el dopaje se da porque ya no se cree suficientemente en el trabajo y en la ciencia. Y también recuerdo cuando decía que él entrenaba a personas y no a caballos de carreras. Que el entrenamiento es un proceso educativo. O que del gesto atlético nace todo, aludiendo al atletismo como base de todos los deportes. Y tantas otras enseñanzas. Hace un mes recibió la “Quercia al merito di terzo grado”, la máxima condecoración del atletismo italiano. Pero, lejos de pronunciar unas edulcoradas palabras de agradecimiento propias de un entrañable anciano dócil ya cercano al viaje final, “il professore” volvió a ser el indomable revolucionario que dice lo que piensa, cargó contra la desastrosa dirección actual del decrépito y sospechoso atletismo italiano, que según él ya prácticamente no existe, alertó de la falta de entrenadores, fustigó al dopaje que enrojece a Italia… Vittori había sido un revolucionario del entrenamiento, alguien empeñado en demostrar que la motivación y el entusiasmo hacia el sacrificio que comportaban sus duros entrenamientos era la base de su metodología. De Vittori aprendimos que, en realidad, fuerza y velocidad son lo mismo; que la técnica es el cimiento de un atleta; que hay diferentes manifestaciones de la fuerza (explosiva, elástico-explosiva, reflejo-elástico-explosiva…); que la gran variedad en los contenidos del entrenamiento lleva a un mejor rendimiento… y tantas otras perpetuas enseñanzas. Su innovación metodológica y su rigor aplicativo tuvieron en Pietro Mennea al mejor intérprete posible. Se juntaron “Il professore” y la “Freccia del Sud”, dos obstinados testarudos, dos caracteres indomables, dos obsesionados por el trabajo y la perfección, dos enfermos del virus de la velocidad. En 2014 se publicó en Italia la última gran obra del profesor Carlos Vittori, “Nervi e cuori saldi” (Calzetti e Mariucci editore), algo así como su gran testamento atlético y vital. Es un libro técnico pero también profundamente humano. Allí confiesa Vittori que, a pesar de las difilcutades de la convivencia con Pietro Mennea, de él aprendió la profesión más noble del deporte, la del educador-entrenador. Repito unas sentidas palabras del profesor Rafa Martín Acero, refiriéndose a Carlo Vittori: “a veces creo que algunas personas deben ser eternas, y deben serlo porque enriquecen a la humanidad con sus conocimientos, su forma de ser y con sus hechos. Desgraciadamente la vida se acaba para todos, pero para algunos permanece en nuestro recuerdo y en nuestro corazón”.

Ciao Professore.

E salutaci Pietro.

“Addio al Professore della Velocità”

Pedro Pablo Fernandez Ruiz

27 de diciembre de 2015 a las 13:20

https://www.facebook.com/pedropablo.fernandezruiz

El 24/12/15, fallecía en Àscoli Piceno (Italia) el Profesor D. Carlo Vittori (Ascoli Piceno, 10/03/31 - 24/12/15).

Como velocista, participó con Italia en los JJ OO de Helsinki´52

Su fama a nivel mundial trascendió por ser el entrenador del velocista Pietro Mennea, máximo representante de una época brillantísima de la velocidad italiana (finales de los 70 y los 80), “construida” por el “profesore” Vittori y su importante equipo de colaboradores (Bosco, Bellotti, Donati . . .Preattoni . . . Bonomi, etc), cuya representación gráfica se visualiza en el´79 con el récord mundial de 200m en Méjico, el Oro de los JJOO de Moscú´80 y la Plata del Mundial de Helsinki´83 en relevos 4 x 100m, por nombrar lo más destacado de sus numerosos logros.

Pero aún reconociendo el gran mérito de los memorables triunfos de la velocidad italiana en las pistas, -del dúo Vittori/Mennea- (emparedados entre dos grandes super potencias: EE UU y Rusia), personalmente, considero de mayor relevancia y recorrido, la repercusión mundial del novedoso, exhaustivo y riguroso “Sistema Metodológico del Entrenamiento para Velocistas”, fruto EXCLUSIVO de la PASION y EMOCIÓN durante un largo periodo (prácticamente toda su vida), del profesor Vittori.

En España tuvimos la gran suerte de poder “comunicarnos” bien con él . . . y él con nosotros. Gracias a Rafael Martín Acero y su estrecho colaborador de aquellos tiempos, Alex Codina, ya en el 87 se inició un periodo de Asesoramiento (88-92) al Sector de Velocidad Español, -del cual pude beneficiarme, como entrenador de Esther Lahoz-.

Anteriormente, en las competiciones y concentraciones Italia-España, de Pruebas Combinadas y Marcha, gracias a José Luis Martínez, ya entablé una cierta relación con él, primero como decathleta y después como entrenador adjunto a ese sector.

Mantuvo una gran amistad personal con el inquieto y riguroso Martín Acero y también mi relación Profesor-alumno, se enriqueció con el paso del tiempo. Tuvimos ocasión de mejorarla en una memorable, concentración de invierno del Equipo Italiano de Velocidad H y M, en el Palacio de Deportes de Zaragoza, acompañado de su amigo, Roberto Bonomi, quien también ha colaborado en muchas ocasiones, enriqueciendo nuestros conocimientos.

En mi opinión, Carlo Vittori ha sido el mejor exponente de una escasa, pero indispensable, “figura” del entramado técnico del Atletismo: nadie como él ha sabido ser “puente” vital, práctico, concreto y positivo entre la Ciencia, la Investigación y su transmisión al nivel / lenguaje de los entrenadores a pie de pista.

Inquieto, vitalista, riguroso, gran comunicador, buen amigo . . . “bont vivant” . . .
. . . , seguirás vivo en nuestra memoria, por siempre. (pedropablo).

Principio del formulario

Ayer, el día de Nochebuena moría Carlo Vittori.

Joan Rius Sant

25 de diciembre de 2015 a las 23:09

https://www.facebook.com/joan.rius.sant?fref=ts


Gracias a sus métodos posibilitó que un corredor blanco, Pietro Menea, bajara de los 20" en 200 metros lisos y que batiera el récord del mundo con 19"72 y que Marcelo Fiasconaro con 1'43" 7 batiera él de los 800 metros.
Vittorí un entrenador cargado de ciencia, intuición y una gran humanidad que siempre estaba dispuesto compartir sus experiencias, transmitir sus conocimientos e ilustrarnos en las tertulias y sobremesas en temas que iban mucho más allá del entrenamiento.
Recuerdo cuando a mediados de la década de 1980, estuve con él en Tarragona y tuve el honor de presentar su conferencia sobre el entrenamiento de velocidad.
Por primera vez escuché la relación entre la longitud de piernas la frecuencia y la amplitud de la zancada, sus fórmulas para controlar ritmos óptimos para entrenar la velocidad ... los entrenamientos de la velocidad variable... Por primera vez supe de un amigo suyo, Carmelo Bosco, otro genio también nos dejó hace unos años y revolucionó el entrenamiento de fuerza.
Ciencia, creatividad, humanismo y honradez en una persona que mantuvo una actitud muy crítica en contra del dopaje pidiendo mano dura para los tramposos, sin segundas oportunidades.

Hasta siempre maestro.

Joan Rius

È morto Carlo Vittori, storico allenatore di Pietro Mennea
Si è spento a 84 anni ad Ascoli il tecnico della Freccia del Sud (Pietro Mennea) "Una triste perdida de una persona irrepetible e imprescindible.
Perdemos su compañía, sabiduría y rebeldía ante la cultura dominante."

(Rafa Martín Acero _ discípulo, colaborador y amigo íntimo del professore Vittori _)