​La atrofia muscular

Publicado 18 de agosto de 2015, 18:51

​La atrofia muscular

Ejercicio específico y suplementos para tratarla, demasiado simple para los complicados.

Jorge Roig (2015)

Existe un fuerte vínculo entre la alimentación y el tejido muscular, relación esta que permite observar los pros y contras que la misma tiene según lo que se consuma. Hay consenso en cuanto a que la correcta y suficiente cantidad de ciertos nutrientes garantiza la salud de la masa muscular y, con ello, también se favorece la orgánica. Para que esto se garantice, es imprescindible además que el músculo sea sometido a diferentes formas de tensión que ayuden a que distintos constituyentes de los mismos se renueven más frecuentemente y en forma redituable. Ello permite, en lo que a rendimiento se refiere, una mejor performance ante ciertas formas de exigencia.

Esta renovación del tejido muscular tiene su epicentro en las proteínas, como tantas veces se ha señalado, llegando a una tasa de turnover proteico del orden de 4grs/kg de peso corporal y por día, en promedio (Mitch WE, et al. Mechanisms of muscle wasting. The role of the ubiquitin-proteasome pathway. N Engl J Med. 1996).

Una de las manifestaciones biomoleculares que más se está investigando últimamente en el músculo, comprende el estudio sobre cómo se lleva a cabo el crecimiento del referido tejido contráctil. Por las conclusiones emergentes de los mismos, hoy puede afirmarse que la dominancia de la síntesis sobre el catabolismo proteico miofibrilar es la causa primaria que asegura el mantenimiento o su crecimiento como tejido. Sí fuera al contrario, el deterioro no solo sería muscular, también orgánico. En la intimidad de este proceso de síntesis proteica, la fosforilación y la posterior activación de la vía akt/mTOR acaba por provocar la misma reacción sobre otras biomoléculas que terminan finalmente por señalizar el gen específico de las proteínas a sintetizar.

Si bien bastante se va conociendo de lo anterior, poco se sabe del proceso opuesto, esto es, de las causas íntimas que desencadenan la atrofia muscular. Al respecto, hay evidencia que los músculos humanos expuestos a reposo en cama presentan una disminución manifiesta de la síntesis proteica, especialmente en la musculatura de las extremidades inferiores (Ferrando AA, et al. Prolonged bed rest decreases skeletal muscle and whole body protein synthesis. Am J Physiol. 1996).

Recientemente se ha dado evidencia que no todas las vías de señalización biomoleculares son las mismas ante estados patológicos o fisiológicos que conducen a la pérdida de tejido muscular. Lecker mostró que hay patrones de cambios a nivel del ARNm concretos ante el desuso, la caquexia tumoral, la sarcopenia por edad o en condiciones de atrofia, por ejemplo (Lecker SH, et al. Multiple types of skeletal muscle atrophy involve a common program of changes in gene expression. FASEB J. 2004). Así, la importancia que tiene el reconocimiento de las causas que pueden conducir a la pérdida de masa muscular bien puede conducir a la toma de decisiones más adecuadas en cuanto al tipo de ejercicio a indicar o que suplemento nutricional es más efectivo para revertir el proceso de deterioro del músculo.

Respecto de los ejercicios más adecuados para contrarrestar los efectos negativos de situaciones como el reposo prolongado en cama, por ejemplo, una vez más los investigadores se apoyan en la importancia del entrenamiento de fuerza con cargas altas para revertir la atrofia que se instala en esas condiciones en función a la vía anabólica que se activa (Shinohara M, et al. Strength training counteracts motor performance losses during bed rest. J Appl Physiol. 2003). Sin embargo y a pesar de esta propuestas, no siempre el proceso de síntesis proteica se instala por entrenamiento. Muchas veces una condición de convalescencia se observa asociada a niveles elevados de cortisol por estrés, lo que incrementa en forma ostensible la proteolisis que acaba por superar a la síntesis proteica. Siendo así, pretender estimular el anabolismo por entrenamiento pero sin controlar el catabolismo, puede conducir a una incrementado estado proteolítico. Bajo estas condiciones, y tal como lo expresa Paddon-Jones, el aporte de ciertos suplementos aminoacídicos puede ser una muy saludable opción para contrarrestar la degradación proteica (Paddon-Jones D. Interplay of stress and physical inactivity on muscle loss: Nutritional countermeasures. J Nutr. 2006).

Justamente sobre la acción de ciertos aminoácidos, los estudios de la leucina vienen siendo de los más novedosos e interesantes en este punto por su reconocida acción sobre la síntesis proteíca actuando sobre la cadena de señalización de la mTOR. Relativamente a lo que se comunica de ella, normalmente el énfasis se pone en su acción anabólica, sin embargo hace algunos años Nakashima y colaboradores han aportado documentación sobre la acción anticatabólica proteica del mencionado aminoácido. Ellos mostraron que la leucina tiene capacidad para inhibir el complejo ubiquitina-proteasoma, responsable directo de marcar las proteínas que han sido identificadas por la misma célula para su eliminación (Nakashima K, Ishida A, Yamazaki M, et al. Leucine suppresses myofibrillar proteolysis by down-regulating ubiquitin-proteasome pathway in chick skeletal muscles. Biochem Biophys Res Commun. 2005). En este punto entonces, el mencionado aminoácido esencial puede claramente expresarse en su doble función en el turnover proteico, sea estimulando la síntesis como reduciendo eventos proteolíticos.

Como es posible apreciar, identificar las causas de la pérdida de la masa muscular puede ayudar claramente en la elección de los caminos para contarrestar dicho problema. Las atrofias por desuso son las más comunes y a las cuales se tiene mayor acceso en nuestra tarea. La fuerza, con movilización de pesos elevados sigue siendo una suerte de “gold standard” del entrenamiento para estimular la síntesis proteica, pero la leucina también lo es por su doble protagonismo anabólico y anticatabólico proteico. Una muy adecuada estrategia propuesta por la ciencia, a pesar de los históricos opositores al entrenamiento con pesos y a la suplementación.

Para reflexionar…