La resistencia muscular local y la fuerza tuvieron una fuerte relación con el CrossFit® Open 2020 en atletas amateurs
Publicado 6 de septiembre de 2021, 15:41
El CrossFit® se considera un entrenamiento de movimiento funcional de alta intensidad constantemente variado que tiene como objetivo aumentar la capacidad de trabajo en múltiples dominios físicos (resistencia, fuerza, flexibilidad) utilizando distintos movimientos funcionales [Tibana 2018]. Por lo tanto, diferentes tipos de sesiones de entrenamiento, que se conocen como Workout of the Day (WOD), combinan diferentes ejercicios y tareas, como ciclismo, carrera, remo, levantamiento de pesas olímpico, levantamiento de pesas y ejercicios de tipo gimnástico [Tibana 2018].
El CrossFit® competitivo a menudo consta de dos etapas, el clasificatorio on line (múltiples desafíos de entrenamiento desconocidos que se completan en el transcurso de algunas semanas) a partir del cual los competidores con los mejores resultados on line califican para eventos regionales (América del Sur, América del Norte, África, Asia etc.). El CrossFit® Open es una competencia on line administrada oficialmente por CrossFit Inc, y es uno de los eventos deportivos más grandes del mundo, con más de 239.106 participantes en el evento de 2020.
El entrenamiento específico para el CrossFit® Open tiende a ser diferente para eventos regionales (Sudamérica, Norteamérica, África, Asia etc.), debido a las características de esa competición (una baja sobrecarga se suele utilizar en ejercicios de fuerza y tareas de mayor duración). Además, tradicionalmente sólo se prescribe el ergómetro de remo como ejercicio cíclico (generalmente con poco volumen).
A pesar del aumento de su popularidad, hay escasez en la literatura sobre el tema del rendimiento del CrossFit. Investigaciones anteriores han estudiado la relación entre pruebas no específicas como el perfil antropométrico [Mangine 2020], la capacidad cardiorrespiratoria [Martinez-Gomez 2019], la fuerza muscular [Martinez-Gomez 2019] y la potencia muscular [Martinez-Gomez 2019], con el rendimiento en practicantes y atletas de CrossFit. Por ejemplo, Martínez-Gómez y cols. [2019] evaluaron la relación entre la fuerza muscular (sentadilla completa) y el rendimiento en el CrossFit® Open 2017. Los autores demostraron que los índices de fuerza y potencia medidos en una prueba de sentadilla se asociaron positivamente con el rendimiento de CrossFit®. Sin embargo, según Butcher y cols. [2015], el rendimiento en CrossFit es diferente al de la mayoría de los deportes donde es posible predecir y evaluar el rendimiento de un atleta con pruebas de fuerza muscular, variables fisiológicas y potencias aeróbicas y anaeróbicas (prueba en cinta y Wingate test, respectivamente). En el CrossFit, aunque las pruebas están parcialmente asociadas al rendimiento en algunas pruebas (CrossFit open y benchmarks), estas pruebas no tienen especificidad con la variedad de movimientos y repeticiones durante los entrenamientos (calistenia, fuerza y resistencia).
Los entrenamientos del año anterior (2019) no tuvieron características de fuerza muscular o capacidad cardiovascular. Por otro lado, los atletas realizaban varias repeticiones de ejercicios específicos, como un componente gimnástico (por ej., burpees, flexiones o caminatas en puhs-up, flexiones con barra de pecho, flexiones de los pies con barra y flexiones de brazos con barra) con ejercicios de fuerza relativamente ligeros (por ej., wall ball, thruster, clean, snatch, estocada por encima de la cabeza con mancuernas, step-ups con mancuernas). Sin embargo, se desconoce si una prueba específica de resistencia muscular local está asociada con el rendimiento en el CrossFit® Open. La evaluación previa del rendimiento físico podría proporcionar datos eficientes para el análisis y comentarios importantes a los atletas y entrenadores para determinar los predictores claves del rendimiento en una competencia en particular. Esta información podría ser valiosa para las estrategias basadas en la evidencia durante las competencias y para identificar un posible desempeño deficiente.
Por tanto, recientemente Ramires Alsamir Tibana, de la Federal University of Mato Grosso (Brasil), llevó a cabo un estudio al respecto, cuyo objetivo fue analizar la relación entre las medidas antropométricas, la capacidad cardiorrespiratoria y las variables de fuerza, potencia y una prueba específica de resistencia muscular con el rendimiento en el CrossFit® Open 2020. Dicho autor y colaboradores, hipotetizaron que se encontrarían correlaciones significativas entre las variables analizadas y el rendimiento en el CrossFit® Open 2020.
Para ello, 17 voluntarios (entre ellos, 6 mujeres) (29.0±7.2 años) completaron, en semanas separadas, pruebas de composición corporal (absorciometría de rayos X de energía dual), consumo máximo de oxígeno (prueba de remo de 2 km), fuerza muscular (una repetición máxima (1MR) sentadilla frontal y trasera, torque pico isométrico), potencia muscular (arranque 1MR y clean & jerk) y resistencia muscular (prueba de Tibana), que se compararon con el rendimiento durante el CrossFit® Open 2020.
Las pruebas específicas de resistencia muscular localizada y fuerza muscular tuvieron la relación más fuerte con el rendimiento en el CrossFit® Open 2020. Por otro lado, el porcentaje de grasa corporal y la capacidad cardiorrespiratoria no se correlacionaron significativamente con el rendimiento del entrenamiento CrossFit® Open 2020. Por lo tanto, los entrenadores y profesionales deben utilizar estos hallazgos para evaluar la condición física y organizar la distribución de la sesión de entrenamiento en función de las necesidades físicas menos desarrolladas, a fin de garantizar una adaptación fisiológica adecuada para una competencia determinada.