Envejecimiento muscular, consumo de proteínas y entrenamiento de la fuerza. Enfrentando a la edad cronológica desde la alimentación y el ejercicio indicado

Publicado 28 de abril de 2019, 22:20

Envejecimiento muscular, consumo de proteínas y entrenamiento de la fuerza. Enfrentando a la edad cronológica desde la alimentación y el ejercicio indicado

El envejecimiento va de la mano de un deterioro orgánico y funcional, depresión a la que no está ajena el músculo. También está suficientemente demostrado cuánto puede hacer sobre ello la alimentación adecuada y el ejercicio correctamente escogido, los que bien pueden actuar preventivamente.

La pérdida significativa de masa muscular no se limita tan solo a la reducción de este tejido, también y más preocupante es que ella arrastra a la función del mismo, la que se verá fuertemente afectada. Ambos deterioros se traducen en lo que se conoce como sarcopenia (SAR). Y acá, cabe tener presente, que en esta disminución de músculo hay otras pérdidas que ello genera, como lo es la correcta regulación de la glucosa, la producción hormonal y/o la regulación de estas a través de sus receptores musculares, y hasta incluso afectar, tal como lo refieren Prado y colegas, la atención de ciertas enfermedades que reclaman de una gran reserva de proteínas, elevando así el riesgo de mortalidad (Prado CM, et al. Sarcopenia as a determinant of chemotherapy toxicity and time to tumor progression in metastatic breast cancer patients receiving capecitabine treatment. Clin Cancer Res, 15, 2009).

Actualmente se encuentra suficiente evidencia para considerar a la suplementación proteica a partir de la procedente del suero de la leche o whey protein (WP), por su impacto favorable en su acción sobre la pérdida de masa muscular. Al respecto y tal como lo sostienen Beasley y colaboradores, la ingesta de proteínas juega un papel crítico en la pérdida de la masa muscular, la fuerza y la funcionalidad en general y es especialmente importante para las personas mayores ( Beasley JM, Lacroix AZ, Neuhouser ML, Huang Y, Tinker L, Woods N, et al.. Protein intake and incident frailty in the Women’s Health Initiative observational study. J Am Geriatr Soc, 58, 2010).

Un dato a considerar respecto a la ingestión de proteínas es que no todas ellas tienen el mismo impacto, por lo que su fuente de origen merece ser considerado a la hora de buscar la mayor efectividad protectora y anabólica proteica a nivel muscular. Esto es debido a que la carga de aminoácidos de ellas difiere según sea la proteína de que se trate, lo que incluso puede marcar tasas de digestión variables, tal y como lo expresan Dangin y su equipo (Dangin M, et al.. The digestion rate of protein is an independent regulating factor of postprandial protein retention. Am J Physiol Endocrinol Metab, 280, 2001). Recientemente Burd y colegas afirmaron que la WP podía promover una mayor síntesis que otras proteínas, así como que ella favorecería tal proceso cuando está enriquecida con cantidades apropiadas de leucina y esto asociado a entrenamientos de fuerza en los adultos mayores (Burd NA, Yang Y, Moore DR, Tang JE, Tarnopolsky MA, Phillips SM . Greater stimulation of myofibrillar protein synthesis with ingestion of whey protein isolate v. micellar casein at rest and after resistance exercise in elderly men. Br J Nutr, 108, 2012). Otros trabajos también han aportado en la misma línea al referirse a la WP al documentar que ellas estimulan el aumento de la masa corporal magra y la fuerza en hombres mayores sanos (Bell KE, et al. A whey protein-based multi-ingredient nutritional supplement stimulates gains in lean body mass and strength in healthy older men: A randomized controlled trial. PLoS One, 12, 2017)

Al presente los investigadores destacan una preocupación más al referirse a la sarcopenia, y es que ella está asociada a la disminución de la capacidad funcional del músculo. En este punto, Hirani y colegas advierten que esta pérdida es un factor de riesgo coligada a una mayor propensión a caídas y fracturas, todo lo cual conduce a discapacidad, una calidad de vida deteriorada y, no menos importante, a dependencia, lo que acaba finalmente en el reconocido sindrome de fragilidad, siendo este de una gravedad de alarma en la comunidad médica porque aumenta la mortalidad (Hirani V, et al.. Sarcopenia Is Associated With Incident Disability, Institutionalization, and Mortality in Community-Dwelling Older Men: The Concord Health and Ageing in Men Project. J Am Med Dir Assoc, 16, 2015).

Es de interés también considerar que la WP está relacionada con la atención de varias patologías que tienen un vínculo bastante estrecho con la vejez, etapa donde se aprecia no solamente la disminución de la masa muscular sino un incremento en el compartimento graso del organismo, una resistencia vascular aumentada y una respuesta alterada a la insulina, entre otras perturbaciones. Así, hay demostración que la WP encuadra debidamente en la prevención y tratamiento de la obesidad así como en la diabetes mellitus tipo 2, algo documentado suficientemente en los humanos (Baer DJ, et al.. Whey Protein but Not Soy Protein Supplementation Alters Body Weight and Composition in Free-Living Overweight and Obese Adults. J Nutr, 141 2011). También estudios de Pal y Ellis han demostrado que esta proteína desempeña un papel positivo en el control de la presión arterial (Pal S, Ellis V.. The Chronic Effects of Whey Proteins on Blood Pressure, Vascular Function, and Inflammatory Markers in Overweight Individuals. Obesity, 18, 2010), y otros como el de Xu y colaboradores que

destacan el efecto antioxidante de las mismas frente al estrés oxidativo (Xu R, et al. Antioxidative effects of whey protein on peroxide-induced cytotoxicity. J Dairy Sci, 94, 2011).

Aun analizando las varias razones que podrían impactar favorablemente tanto en el control de la pérdida como en el incremento de la síntesis proteica con la WP, distintos investigadores han puesto además el acento en la trascendencia que puede tener la cantidad del aminoácido leucina que estas contienen. Así por caso, en un reciente trabajo de investigación realizado por Luiking y colegas, los autores advierten que la WP enriquecida en leucina mostró una tasa general de síntesis proteica postprandial más grande en hombres y mujeres mayores sanos que un producto lácteo convencional (Luiking YC, et al.. Postprandial muscle protein synthesis is higher after a high whey protein, leucine-enriched supplement than after a dairy-like product in healthy older people: a randomized controlled trial. Nutr J, 13:9, 2014).

Analizando ya a personas mayores con sarcopenia, estudios recientes como el de Bauer y colaboradores dieron cuenta que cuando la WP enriquecida con leucina además se asociaba a la ingesta de vitamina D en adultos mayores sarcopénicos, se potenciaba la ganancia de masa muscular (Bauer JM, et al.. Effects of a vitamin D and leucine-enriched whey protein nutritional supplement on measures of sarcopenia in older adults, the PROVIDE study: a randomized, double-blind, placebo-controlled trial. J Am Med Dir Assoc, 16, 2015). A similares conclusiones llegó Rondanelli y su equipo de trabajo (Rondanelli M, et al.. Whey protein, amino acids, and vitamin D supplementation with physical activity increases fat-free mass and strength, functionality, and quality of life and decreases inflammation in sarcopenic elderly. Am J Clin Nutr, 103, 2016).

Por lo que al presente la evidencia muestra, la WP enriquecida con leucina, la vitamina D y al entrenamiento de fuerza parecen ser una necesidad más que una alternativa a la hora de prevenir o contrarrestar la sarcopenia en la vejez, tanto por lo que de masa muscular se pierde como por la disminución funcional que ella también trae asociada.