Mediciones de Urea Sérica como Indicador Bioquímico en el Control del Entrenamiento Deportivo

Publicado 14 de febrero de 2013, 16:02

Mediciones de Urea Sérica como Indicador Bioquímico en el Control del Entrenamiento Deportivo

La Urea es el producto terminal del metabolismo de las proteínas -degradación de los aminoácidos- sintetiza lo que se ha denominado el Ciclo de la Urea (Fox, 2003; Guyton & Hall, 2001; Murray & Mayes, 2005). Este proceso se lleva a cabo principalmente en los hepatocitos.

De una forma resumida, el ciclo de la Urea consta de cinco reacciones químicas:

  1. Síntesis de Carbamilfosfato.
  2. Síntesis de Citrulina
  3. Síntesis de Arginosuccinato
  4. Ruptura de Arginosuccinato
  5. Hidrólisis de arginina

La ecuación total del ciclo de la Urea es:


Figura 1. Interrelación de los Ciclos de la Urea y del Ciclo del Citrato. Los N ingresados al ciclo para integrar finalmente la molécula urea se presenta en rojo. Tomado de Blanco A. (2006).

Las mediciones de Urea Sérica (US), como biomarcador en el control del entrenamiento, se ha utilizado para conocer la magnitud del catabolismo proteico y como un indicador de la adaptación, asimilación y recuperación del deportista a las cargas de entrenamiento impuestas (Orrego & Monsalve, 2006).

Según lo documentado, el aumento en las concentraciones de US se da como resultado de la mayor carga de entrenamiento, especialmente en aquellos esfuerzos de larga duración, como por ejemplo esfuerzos de más de 60 minutos (Urhausen & Kindermann, 2002; Calderon et al. 2006). Sin embargo, se deben considerar otros los factores, como son los nutricionales (ingesta de proteínas), sudoración y pérdida de electrolitos, cuando se realizan mediciones de cambio en la US.

Como se ha mencionado, los ejercicios prolongados provocan un incremento de la concentración de US. Un estudio realizado por Krass et al. (2002) con 37 corredores amateur (32 hombres, 5 mujeres; edad 49±10 años), reportaron incrementos en los valores de US entre las 4 y 24 horas después de la maratón. Del mismo modo, en una carrera de 1600 km (16 días de duración), Fallon et al. (1999) hallaron incrementos significativos del indicador en mención a los 4 y 11 días, y al final de la carrera en 9 corredores de ultra-maratón (7 hombres, 2 mujeres; edad 53±11.2 años).

Este incremento en la síntesis de producción de la Urea, tanto en el hígado y músculos esqueléticos, han sido confirmados por la activación inducida por el ejercicio sobre la arginasa, una enzima que interviene en la síntesis de la urea. Experimentalmente, en ratas la adrenalectomía suprimió la actividad de la arginasa del hígado durante el reposo y tras la natación (Viru et al., 1994, citado por Viru & Viru, 2003); además, otro punto interesante a tener en cuenta es que la acumulación de urea y su excreción dependen, en gran parte, de la disponibilidad de glúcidos, del nivel inicial de glucógeno muscular y la duración e intensidad del esfuerzo físico al que se vea sometido el deportista (Viru & Viru, 2003).


Valores de Referencia.

Como valores de referencia para clasificar las concentraciones UR, fluctúan de 2.5 a 8.3 mmol/L, para la población en general. Para los deportistas, se ha establecido que alrededor del 80% de los hombres presentan valores entre 5.0 a 7.0 mmol/L, y el 75% de las mujeres presentan valores entre 4.0 a 6.0 mmol/L (Orrego & Monsalve, 2006). Teniendo en cuenta a los resultado del estudio de Hartman & Mester (2000), se pueden establecer la siguiente clasificación de concentración de US en deportistas:



Tabla 1. Valores de referencia para clasificar las concentraciones de Urea Sérica, basado en los resultados del estudio de Hartman & Mester (2000).


Recomendaciones para la Valoración de las Concentraciones de Urea Sérica

Para la valoración de las mediciones de US, se recomienda establecer un “valor promedio basal individual”, mediante la recolección de varias muestras sanguíneas, obtenidas por lo menos cada tres días en un horario y condiciones similares; adicionalmente, se debe conocer y estandarizar la dieta y el balance hídrico del deportista. Así, entonces, la valoración de las concentraciones de US no deben basarse solamente en valores absolutos limites, sino también en los incrementos en relación al estado basal de este indicador, atendiendo, de igual forma, la diferencia individual a la tolerancia al ejercicio entre los sujetos, por lo que resultaría sumamente útil y más fiable establecer rangos para cada deportista, de acuerdo al sexo y a la variación individual (Orrego & Monsalve, 2006).

Como ejemplo práctico, presento a continuación un seguimiento de UR realizado a un portero, perteneciente a un equipo de categoría A, durante un microciclo de entrenamiento específico de la fase competitiva del fútbol profesional colombiano.



Figura 2. Valores de la concentración de US de un portero durante un microciclo de entrenamiento específico. Valores medio de US 6.3±0.3; coeficiente de variación 4.7% (poca variación de los datos, lo cual indica que no hay un incremento importante de la US). Fuente: Petro (2012).

Otros factores -aparte del sexo, el contenido proteico de la dieta y/o suplementación y el medio ambiente- que deben tenerse en cuenta para una correcta interpretación de este parámetro, es la velocidad de producción y relación con otras vías energéticas (glucogenolisis), velocidad de eliminación por el hígado a la sangre y la eliminación por sudor y orina (Calderon, 2010).


Prof. Mg. Jorge Luis Petro Soto


REFERENCIAS

Banfi G, Colombini A, Lombardi G & Lubkowska A. (2012). Metabolic markers in sports medicine. Adv Clin Chem;56:1-54.

Blanco A. (2007). Química Biológica. Octava Edición. Editorial El Ateneo. Buenos Aires.

Calderón Montero FJ. (2010). Fisiopatología del sobre-entrenamiento. IV congreso internacional universitario sobre las ciencias de la salud y el deporte. Ponencias, Compilaciones y Poster. Madrid: Autores y Sanitas, 17-26

Calderón Montero F, Benito Peinado P, Melendez Ortega A & González Gross M. (2006). Control biológico del entrenamiento de resistencia. Rev. int. cienc. Deporte 2 (2):65-87.

Fallon G, Sivyer G, Sivyer K & Dare A. The biochemistry of runners in a 1600 km ultramarathon, Br. J. Sports Med. 33 (1999) 264–269.

Fox Stuar I. (2003). Fisiología Humana. Octava Edición. Madrid: Mc Graw Hill Interamericana.

Guyton A & Hall J. (2001). Tratado de Fisiología Médica. Décima Edición. México: Interamericana McGraw

Hartmann U & Mester J. (2000). Training and overtraining markers in selected sport events. Med Sci Sports Exerc. Jan;32(1):209-15.

Kratz A, Lewandrowski KB, Siegel AJ, Chun KY, Flood JG, Van Cott EM, Lee-Lewandrowski E. Effect of marathon running on hematologic and biochemical laboratory parameters, including cardiac markers, Am. J. Clin. Pathol. 118 (2002) 856–863.

Murray RK & Mayes PA. (2005). Bioquímica de Harper. 16ª Edición. México: Manual Moderno.

Orrego ML & Monsalve DC. (2006). Laboratorio clínico y ejercicio. En F. Marino, O. Cardona, & L. E. Contreras, Medicina del deporte (págs. 93-94). Medellín: Corporación para Investigaciones Biológicas.

Petro Soto JL. (2012). Cuantificación de la Respuesta Bioquímica al Entrenamiento de los Porteros Profesionales. V Congreso Internacional en Ciencias de la Actividad Física, el Deporte y la Salud. Pamplona - Norte de Santander, Colombia.

Urhausen A & Kindermann W (2002). Diagnosis of Overtraining: What Tools Do We Have?. Sports Med. 32(2):95-102.

Viru A & Viru M. (2003). Análisis y control del Rendimiento Deportivo. Editorial Paidotribo. Barcelona.