Objetivos

Publicado 15 de diciembre de 2014, 13:01

Inherente a la motivación, es decir, las ganas con las cuales emprendemos, sostenemos y dirigimos la propia actividad deportiva, se abre otra dimensión en el terreno deportológico que es el establecimiento de objetivos. De hecho, los objetivos constituyen el corazón de los pilares en que se asienta la Psicología aplicada al Deporte, ellos son: Motivación, Concentración, Control de las presiones y Autoconfianza.

Cuando el deportista tiene el deseo de lograr tal objetivo y sabe que es capaz de alcanzarlo (autoconfianza), mantiene el foco atencional en eso (concentración), trata de sortear los obstáculos que se le van presentando (control de las presiones), dirige toda su energía y se esfuerza continuamente para alcanzar los objetivos propuestos. En resumidas cuentas, cuando se tiene asumido tales objetivos, la conducta se dirige con mayor fuerza y tenacidad hacia la consecución de los mismos.

Ahora bien, para un eficaz establecimiento de metas, hay ciertas premisas a seguir. Por empezar, es importante plantear metas generales y específicas, descomponer la tarea general en subtareas. Orientadas a la ejecución, no al resultado; esto es muy importante ya que, estos últimos, no necesariamente dependen de uno mismo, sino que hay otros factores (rivales, condiciones climáticas, entre otras) que pueden atentar sobre los resultados. En cambio, cuando uno se aboca a la ejecución, es más factible tener el control sobre los factores que influyen en el propio rendimiento y, de este modo, hacer posible un mejor desempeño deportivo.

Otra de las premisas es que los objetivos deben ser difíciles pero realizables, deben representar un desafío que motive querer alcanzarlo pero no tan imposible que produzca el efecto contrario. Debe existir un compromiso y esfuerzo por parte del deportista, y que éstos constituyan los factores más importantes para la práctica deportiva. También, los resultados deben valorarse periódicamente, deben existir objetivos a corto, mediano y largo plazo. Por último, distinguir objetivos para la competición y objetivos de entrenamiento.

Es importante soñar, pero también hay que evaluar los factores para poder alcanzar dichos sueños y que pasen a ser realidades. Para ello es necesario evaluar la capacidad real del deportista, el nivel de aspiraciones en relación al nivel de compromiso, los medios y tiempo disponible.

Ps. Eliana Raiti

Términos relacionados:

Fortaleza Mental

Motivación

Cursos:

Curso de Modelos de Periodización en los Deportes de Resistencia

Curso de Preparación Física Integral en Running y Trail Running

Otras capacitaciones:

Taller de Valoración de la Lactatemia y Máximo Nivel de Lactato en Estado Estable (MLSS), Acidosis Metabólica y Aplicaciones Prácticas para el Entrenamiento de la Resistencia

Bibliografía:

Balaguer I. (1994). "Entrenamiento psicológico en el deporte" ED Albatros, Valencia. Cap 2