Prevención de lesiones en Fútbol Juvenil

Publicado 4 de enero de 2013, 15:14

Prevención de lesiones en Fútbol Juvenil

En los últimos años se empezaron a desarrollar modelos preventivos para reducir la incidencia de lesiones en futbolistas, con el objetivo de incrementar su tasa de participación en el juego y disminuir los efectos negativos de las lesiones, tanto en términos deportivos, como económicos y sociales. Más aun, en jugadores en formación quienes representan el capital de la institución y en quienes pueden quedar secuelas en su aparato locomotor más allá de que lleguen a ser profesionales o no.

En la actualidad faltan datos sobre modelos preventivos y sus resultados a nivel juvenil, entre otras cuestiones, esto nos permitiría poder establecer y comparar resultados en el ámbito sudamericano y establecer correlaciones entre los distintos clubes y distintas ligas del mundo.

Intervención preventiva en futbolistas juveniles disminuye incidencia relativa de algunas lesiones.

En el club donde me desempeño como rehabilitador, Club Atlético Belgrano de Córdoba (Argentina), aplicamos el modelo preventivo  de Van Mechelen (1992) basado en la epidemiologia, ideal para controlar grupos relativamente grandes como todas las divisiones formativas de nuestra institución. 

El propósito fue comprobar la eficacia en la reducción de lesiones en jugadores de fútbol del de 14 a 21 años de edad que compiten en los torneos oficiales de AFA (Asociación de Futbol Argentino) y en la 1ra división de la LCF (Liga Cordobesa de Fútbol).

Metodológicamente no se pudo establecer grupos control debido a cuestiones de índole institucional y éticas, pero se toma al grupo durante el mismo periodo de tiempo durante una temporada (solo de recolección epidemiológica, paso 1 del modelo de Van Mechelen 1992)  y luego las temporadas de intervención.

El primer paso radico en cuantificar el problema, es decir, establecer la extensión del mismo, la incidencia de lesiones, la severidad, etc. Este paso se realizó durante todo el año 2009 y para esto se tuvo en cuenta las horas de exposición en entrenamientos y competencias por categoría, desde la 4ta a la 9na división de AFA y 1ra Local, por mes. Se incluyó toda la temporada, es decir periodo preparatorio y competitivo.

El segundo paso, radico en establecer los mecanismos lesiónales y factores de riesgo de las lesiones frecuentes en el fútbol, los cuales fueron determinados por el análisis epidemiológico establecido en el paso 1, en donde se destacaron por la incidencia los esguinces de tobillo, mientras que, por la severidad, se destacaron las lesiones meniscales y del ligamento cruzado anterior. En lo referido a lesiones musculares de muslo, la del grupo isquiotibial fue la que sobresalió.

El tercer paso consistió en la implementación de medidas preventivas que surgieron del análisis de los dos pasos anteriores, dichas acciones se llevaron a cabo durante las entradas en calor y en coordinación con cada cuerpo técnico de las diferentes categorías se aplicaron las mismas.

La intervención consistió en la inclusión de ejercitaciones preventivas similares a las incluidas en “El 11” que propone la FIFA, programa de formación para jóvenes jugadores de fútbol que apunta a mejorar el rendimiento físico. Se hizo hincapié en el fortalecimiento del núcleo corporal. Se realizaron trabajos para mejorar la estabilidad estática y dinámica con énfasis en la mejora de los parámetros propioceptivos de articulaciones y en la alineación correcta de MMII al realizar trabajos de fuerza en sus distintas manifestaciones.

Se trabajó en fortalecimiento excéntrico de isquiotibiales.Se apuntó a mejorar el ROM de todas las articulaciones en general.

Finalmente, el cuarto paso consistió en la valoración de la efectividad de las medidas preventivas propuestas, repitiendo el primer paso epidemiológico y comparando los resultados.

Incidencia relativa de las principales lesiones cada 1000 hs de exposición. (Cantidad nuevas lesiones x 1000) / Hs exposición.

Un dato importante a destacar es que hubo menos horas de exposición posterior a la temporada de estudio, y ese puede ser un factor a considerar lo que nos abre otro interrogante. Cuanto y como hay que entrenar para mantener el resultado deportivo sin que se lesionen los futbolistas juveniles?

Para obtener un entrenamiento de calidad, claro está que no hay una relación directa entre estas variables, a mayor cantidad de entrenamiento no hay garantía de resultados deportivos y de mayor riesgo lesión. Por el contrario, a menor cantidad de entrenamiento no hay garantía de resultados deportivos y tampoco de que se lesionen menos.

Ese punto, el que corresponde al entrenamiento ideal, que obtenga un rendimiento máximo en el deportista, sin lesiones, es uno de los objetivos primordiales de la ciencia deportiva en este campo.

Volviendo a los resultados en sí, se destaca la disminución de la incidencia relativa en las temporadas donde hubo intervención preventiva (2010, 2011, 2012) en comparación con la de estudio (2009) en varias lesiones como es el caso de ligamento lateral interno, lesiones meniscales y lesiones musculares con ruptura, hecho no menor siendo que la lesión previa a futuro en este tipo de tejido representa un factor de riesgo.

Hubo otras lesiones que mantuvieron su incidencia, como es el caso de lesiones de ligamento cruzado anterior y distintas raquialgias y otras en las que no hubo un patrón definido como es el caso de las pubalgias.

Para concluir estos datos solo son una ejemplo de resultados prácticos de la aplicación de programas preventivos en distintas edades y la efectividad de la intervención, que seguramente iremos discutiendo, ampliando e intercambiando en este espacio.

Prof. Lic. Abrutsky; Marcos Ariel.
Staff Equipo Physical

  1. Van Mechelen. Incidence, severity, a etiology and prevention of sports injuries. A review of concepts.Sports Med, 1992
  2. Kilding, Tunstall and Kuzmic. Suitability of FIFA’s “The 11” training programme for young football players - impact on physical performance.Journal of Sports Science and Medicine (2008) 7, 320-326