Propiocepción, Equilibrio, Estabilidad, Estabilidad estática y dinámica. ¿Todo es lo mismo?

Publicado 28 de mayo de 2013, 16:39

Propiocepción, Equilibrio, Estabilidad, Estabilidad estática y dinámica. ¿Todo es lo mismo?

Introducción

El termino propiocepción ha sido mal usado en el ámbito del entrenamiento y la rehabilitación de manera de sinónimo de estabilidad. Entonces cuando se realizaba un ejercicio de rehabilitación, prevención o entrenamiento con el objetivo de incrementar la estabilidad articular en determinada situación, se planteaba como ejercicios propioceptivos, incluso la aparición y uso salvaje de la superficie inestable profundizo esta confusión.

Es por esto que en este momento, donde parece que lo importante es diagramar ejercicios vistosos, utilizar superficies inestables llamativas, proponer ejercicios nuevos, me parece relevante poder aclarar algunos conceptos que nos permitan ser precisos con el diseño del estímulo que queremos aplicar para obtener una adaptación que se supone que conocemos y buscamos.

En este blog intentaremos aclarar los conceptos de propiocepción, estabilidad y equilibrio y en una segunda parte marcar las diferencias entre estabilidad estática y dinámica.

Propiocepción.

Según Riemann and Lephart, (2002), el termino propiocepción ha sido incorrectamente usado como sinónimo o de forma intercambiable con términos como cinestesia, sensación de la posición articular, somato-sensación, estabilidad y estabilidad articular refleja.

De acuerdo al pionero en la descripción de este sistema y acuñador del término Sherrington, (1906), el mismo es usado para referirse a la información aferente derivada de “propioceptores” localizados en el “campo propioceptivo”, siendo este específicamente definido como el área del cuerpo “detectada y separada del medio ambiente” por células superficiales, que contienen receptores adaptados especialmente para detectar los cambios que ocurren dentro del organismo “independientemente del campo Interoceptivo” (canal alimenticio y órganos viscerales).

En varios de sus escritos, Sherrington (1906) declara a la propiocepción como parte o es utilizada para la regulación de la postura (equilibrio postural), la postura segmentaria (estabilidad articular) tanto como para la iniciación de varias sensaciones consientes periféricas (sensaciones musculares).

Sherrington (1906) según Riemann and Lephart, (2002) describe 4 sub-modalidades de la “sensación muscular” 1) Postura. 2) movimiento pasivo. 3) movimiento activo y 4) resistencia al movimiento. Estas sub-modalidades de sensaciones corresponden a los términos contemporáneos de “sensación de la posición articular” (postura segmentaria), “Kinestesia” (sensación del movimiento activo y pasivo) y la sensación de la resistencia a un peso o fuerza.

Entonces como podemos ver y de acuerdo a las definiciones originarias del autor del término y pionero en su descripción, el termino propiocepción utilizado correctamente describe la información aferente derivada de áreas internas y periféricas corporales que contribuyen al control postura, la estabilidad articular y diferentes sensaciones consientes pero de ninguna manera describe este término todos los mecanismo y sistemas que forman parte de la estabilidad.

Lephart (1996) citado por Prentice (2001), establece dos tipo de propiocepción, consciente e inconsciente. La propiocepción consiente es crucial para un funcionamiento acoplado de las articulaciones y los músculos, en los movimientos de deportivos. La propiocepción inconsciente regula la función muscular e inicia la estabilización refleja articular.

Como puede verse en el grafico siguiente, la propiocepción es una sub categoría de una clasificación más global e integral que son las sensaciones somáticas o somato-sensaciones, estas son un aspecto más global que integran las aferencias táctiles y sus variantes, la aferencias de la temperatura y el dolor así como la información aferente consiente del campo propioceptivo ( la propiocepción). Por lo que de ninguna manera entonces podemos utilizar de manera intercambiable el término propiocepción con somato-sensaciones o control motor o entrenamiento propioceptivo por el término entrenamiento de la estabilidad, quedando bien en claro que lugar le corresponde a la propiocepción dentro del sistema de control motor. (figura 1)


Figura 1. Sensaciones derivadas de las fuentes somato-sensoriales. Riemann and Lephart, (2002)

Por lo tanto bajo esta perspectiva, todo movimiento humano es propioceptivo desde el punto de vista de que genera información sensitiva consiente e inconsciente que el SNC debe integrar para elaborar y actualizar los programas motores.

Equilibrio y Estabilidad

Equilibrio

Desde el punto de vista biomecánico cuando hablamos de Equilibrio nos referimos a él como “un término genérico que describe la dinámica de la postura corporal para prevenir las caídas, relacionado con las fuerzas que actúan sobre el cuerpo y las características inerciales de los segmentos corporales” (Winter, 1995).

Existen tres categorías de equilibrio y que están determinadas por las fuerzas que actúan sobre un cuerpo. Equilibrio estático, cuando un cuerpo está en reposo o no se desplaza. Equilibrio cinético, cuando el cuerpo esta movimiento rectilíneo y uniforme. Equilibrio dinámico cuando intervienen fuerzas inerciales, es decir en movimientos no uniformes, donde un cuerpo parece estar en aparente desequilibrio pero no se cae. (López Elvira, en Izquierdo, 2008)

Ahora bien el concepto de equilibrio contextualiza esta capacidad pero no resulta útil para analizar las distintas acciones y posturas dentro de la actividad física y el deporte, por lo que para esto se utiliza el concepto de estabilidad.

Estabilidad

La estabilidad puede ser entendida como la capacidad de un cuerpo de mantener el equilibrio, es decir de evitar ser desequilibrado. También se ha descripto a la estabilidad como la propiedad de volver a un estado inicial previo a la perturbación. Johansson et al 1991, en Riemann and Lephart, (2002).

En este sentido la estabilidad postural puede ser definida como la habilidad de mantener el cuerpo en equilibrio, manteniendo la proyección del centro de masas dentro de los límites de la base de sustentación. (Shumway-Cook & Woollacott, 2001).

Esta definición está más relacionada con una definición de la estabilidad corporal en condiciones estáticas, que no presenta una correlación con las demandas de estabilidad durante la ejecución de tareas motrices asociadas a las actividades deportivas o funcionales. (Riemann, B. L., Caggiano, N. A., & Lephart, S. M. 1999). Por lo que parece existir una clara diferenciación entre la estabilidad postural en situaciones estáticas y la estabilidad postural funcional durante la ejecución de una tarea motriz dinámica.


Figura 2. Ejemplo de estabilidad estático

Profundizando esta diferenciación podríamos definir a la estabilidad postural estática como el mantenimiento del equilibrio y estabilidad sobre una base de sustentación firme, fija e inamovible (Riemann, Caggiano, & Lephart, 1999). Mientras que la estabilidad dinámica puede definirse como la demanda sobre un individuo para mantener su estabilidad luego de un cambio de posición o locación (es decir un transición dinámica estática de la base de sustentación) (Riemann et al., 1999; Wikstrom, Tillman, Smith, & Borsa, 2005).

Tomando estas definiciones y puntos de vista podemos diferenciar aún más las posibilidades de estabilización y por ende la demanda a los sistemas involucrados en la estabilidad de manera diferente, incluyendo el concepto de estabilidad estática inestable, como el mantenimiento de la estabilidad postural estática sobre una base de sustentación firme y fija, pero sobre una superficie de sustentación inestable.

Ahora bien en relación a la estabilidad articular podemos decir que esta pude definirse como el estado en que una articulación permanece o retorna inmediatamente a su alineación optima a través de una ecualización de fuerzas (externas e internas).

Es decir si nosotros partimos que para que un cuerpo este equilibrado, desde la física, todas las fuerzas que actúan sobre él, se deben anular entre sí ( en caso del movimiento lineal) o todos los momentos de fuerzas que actúan sobre un cuerpo deben sumar 0 ( en un caso de movimiento angular), podemos entender mejor el espectro que se abre cuando hablamos de estabilidad, ya que lo que se pone en juego aquí son el análisis de la fuerzas externas al cuerpo que influyen en la estabilidad y las fuerzas internas del mismo que intenta contrarrestar estas fuerzas. (López Elvira, en Izquierdo, 2008)

Desde este punto de vista, queda muy claro que la estabilidad estática nunca puede compararse con la estabilidad dinámica (si bien ambas son importantes) ya que la fuerzas inerciales actuantes por un lado y la magnitud de la fuerzas del cuerpo para contrarrestarlas por el otro, son significativamente diferentes en estas dos condiciones de la estabilidad.

Figura 3 Salto lateral sobre una valla modificado, como ejercicio para medir la estabilidad postural dinámica. Sell et al (2011)

Recientemente en un muy interesante trabajo, Sell et al, (2011) establecen, en primer lugar, una falta de correlación entre valoraciones de la estabilidad estática y dinámica, concordando con otros autores que ya habían demostrado esta falta de correlación (Hrysomallis, McLaughlin, & Goodman, 2006, Riemann, B. L., Caggiano, N. A., & Lephart, S. M. 1999). En segundo lugar Sell et al (2011) plantea que sus resultados indican que las respuestas son diferentes cuando se trata de mantener la estabilidad postural estática y cuando se intenta mantener la estabilidad postural dinámica, argumentando que las demandas sobre los sistemas necesarios para mantener la estabilidad postural dinámica son mayores y diferentes que las necesarias para mantener la estabilidad postural estática.

Conclusiones

·El termino propiocepción no debe utilizarse como un sinónimo de estabilidad. Solo es un aspecto (importante por cierto) pero no el único de la estabilidad.

·La estabilidad puede clasificarse en estática y dinámica.

·Estas parecen demandar de manera diferente al SNC y por ende la organización y elaboración de la respuesta de este, es diferente si se trata de demandas estáticas o dinámicas.

Referencias

1.Hrysomallis, C., McLaughlin, P., & Goodman, C. (2006). Relationship between static and dynamic balance tests among elite Australian footballers. Journal of Sports Science and Medicine, 9, 288e291.

2.Izquierdo Mikel. Biomecanica y bases neuromusuculares de la actividad fisica y el deporte. Panamericana. 2008.

3.Knudson D. Fundamentals Of Biomechanics. Kluwer Academic/Plentum Publishers, New York. 2003.

4.LephartScott M., Pincivero Danny M., Giraido Jorge L. and. Fu Freddie H The Role of Proprioception in the Management and Rehabilitation of Athletic InjuriesAm J Sports Med 1997 25: 130

5.Riemann Bryan L; Lephart Scott M. The Sensorimotor System, Part I: The Physiologic Basis of Functional Joint Stability Journal of Athletic Training 2002;37(1):71–79.

6.Riemann, B. L., Caggiano, N. A., & Lephart, S. M. (1999). Examination of a clinical method of assessing postural control during a functional performance task. Journal of Sport Rehabilitation, 8, 171e183.

7.Riemann, B. L., & Guskiewicz, K. (2000). Contribution of the peripheral somatosensory system to balance and postural equilibrium. In S. M. Lephart, & F. H. Fu (Eds.), Proprioception and neuromuscular control in joint stability (pp. 37e51).

8.Champaign, IL: Human Kinetics

9.Sherrington CS. The Integrative Action of the Nervous System. New York, NY: C Scribner’s Sons; 1906

10.Shumway-Cook, A., & Woollacott, M. H. (2001a). Motor control: Theory and practical applications (2nd ed.). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins

11.Wikstrom, E. A., Tillman, M. D., Smith, A. N., & Borsa, P. A. (2005). A new force-plate technology measure of dynamic postural stability: the dynamic postural stability index. Journal of Athletic Training, 40, 305e309

12.Zech A, Hübscher M, Vogt L, Banzer W, Hänsel F, Pfeifer K. Balance Trainning For Neuromuscular Control And Performance Enhancement: Asystematic Review. Journal Of Athletic Training. 2010; 45(4): 392-403.

13.Sell, T. C., An examination, correlation, and comparison of static and dynamic measures of postural stability in healthy, physically active adult, Physical Therapy in Sport (2011), doi:10.1016/j.ptsp.2011.06.006

Lic Matias Sampietro


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