Repaso biomecánico de rodilla. Introducción a mecanismos lesionales de ligamentos y meniscos.

Publicado 7 de febrero de 2013, 19:47

Repaso biomecánico de rodilla. Introducción a mecanismos lesionales de ligamentos y meniscos.

Continuando con esta secuencia de blogs propuesta por el Equipo Physical, en los cuales ya compartimos una introducción a rehabilitación funcional , compartiremos una breve reseña de la anatomía de las partes blandas de la rodilla, de esta forma obtendremos las bases para conocer la articulación a fondo y poder entrar así en el terreno de la biomecánica, lo que nos permitirá interpretar mejor los mecanismos lesionales de cada estructura y conocer la función de lo que readaptamos, lo que sin duda mejorará la calidad de nuestro trabajo. Por ende este blog será de anatomía y biomecánica y el siguiente de mecanismos lesionales de las diferentes estructuras de rodilla.

Con el correr de las semanas repetiremos esta secuencia para las diferentes estructuras anatómicas factibles de lesión a la vez que intercalamos diferentes propuestas de readaptación funcional.

Basta de introducción, vamos a lo práctico, repaso en imágenes:


Figura 1: Articulaciones que la integran:

Femorotibial: bicondílea.

Femoropatelar: trocleartrosis.




Figura 2: Movimientos que realiza. Plano sagital: Flexión y extensión. Plano frontal: Aducción y abducción (leves). Plano horizontal: rotaciones (con rodilla en flexión).






Figura 3: Meniscos: Interno en forma de C: absorbe el 70% de la carga. Externo en forma de O: más móvil. Funciones Adaptar las superficies articulares. Permitir los movimientos de la articulación de la rodilla. Prevenir el desgaste óseo por rozamiento. Amortiguar los golpes de la marcha, carrera y salto.


Figura 4: Meniscos, funciones: Adaptar las superficies articulares. Permitir los movimientos de la articulación de la rodilla. Prevenir el desgaste óseo por rozamiento. Amortiguar los golpes de la marcha, carrera y salto.

Por la incongruencia de tamaño entre los cóndilos femorales y las mesetas tibiales durante la flexo extensión se dan dos movimientos: Rodado en cámara femoromeniscal;Deslizamiento en la cámara meniscotibial.



Figura 5: Ligamento Lateral Interno. Oblicuo de atrás hacia adelante y de arriba hacia abajo. Por su disposición es sinergista del LCA. Dos partes, la porción superficial (más fuerte), y el ligamento medial “profundo” (más delgado y débil), o ligamento capsular, unido al menisco medial. Estabilizador primario contra la tensión en valgo y la rotación externa de la tibia.





Figura 6: Ligamento Lateral Externo: Se dirige hacia abajo y hacia atrás. Por su disposición es sinergista del LCP. Funciona con la cintilla iliotibial, el tendón poplíteo y los tendones del bíceps crural para soportar la carga lateral de la rodilla. Estabilizador primario contra la tensión en varo.






Figura 7: Ligamentos Laterales y cruzados. Disposición espacial cruzada: LLI sinergista del LCA. LLE sinergista del LCP. Ligamentos laterales brindan estabilidad lateral en extensión. El ligamento lateral interno esta tenso en extensión hasta 20° de flexión, y entre 60° y 70°. El ligamento lateral externo esta tenso en todo el recorrido articular.





Figura 8: Ligamentos cruzados. Aseguran la estabilidad antero-posterior y rotacional de la articulación.






Figura 9: Ligamento Cruzado Anterior. Dos haces o fascículos (Posterolateral/ Anteromedial). Fascículo anteromedial: Encargado de la estabilidad anteroposterior. De 20° a 60° se relaja. Fascículo posterolateral: Encargado de la estabilidad rotacional. Tenso todo el recorrido. Estructura multiaxial (permite variaciones en la dirección y tensión). Sinergistas: pasivo el LLI y activos los músculos isquiotibiales.



Figura 10: Ligamento Cruzado Posterior. Dos bandas de tejido conectivo puestas juntas. Anterolateral: Más larga, se tensa cuando la rodilla se flexiona. Posteromedial: Más gruesa, se tensa cuando la rodilla se extiende. Principal controlador de la traslación posterior de la tibia. Estabilizador en movimientos laterales (valgo y varo).




Haciendo un resumen desde el punto de vista biomecánico, la rodilla posee gran estabilidad multidireccional en extensión completa y gran movilidad a partir de ciertos grados de flexión. Coincidiendo con el hecho de que entre los 20º y 30º grados de flexión de rodilla se producen la mayor cantidad de acciones deportivas.


Kapandji, I.A. Cuadernos de Fisiología Articular. Editorial medica Panamericana. 1982.

Prentice W. Técnicas de rehabilitación en la medicina deportiva. Paidotribo. 2001.