Sesión de entrenamiento

Publicado 14 de octubre de 2014, 22:15

Continuando con la secuencia de términos relacionados con la planificación del entrenamiento, donde ya se desarrollaron Macrociclo, Mesociclo y Microciclo, llegamos a la estructura más pequeña, pero no menos importante, dentro del diseño de un plan de entrenamiento.

Cuando hablamos de la “sesión” de entrenamiento, rápidamente podemos pensar que se refiere a la ejecución directa de uno o más ejercicios, esto es así, pero este hecho no es tan sencillo, ya que las distintas unidades de entrenamiento están estrechamente ligadas a todo el proceso de planificación y por lo tanto a sus estructuras superiores, desarrolladas en primera instancia durante el inicio del proceso de planificación deportiva.

En efecto, la sesión es el momento más palpable dentro del plan de acción pensado para la mejora del rendimiento. Siendo la estructura más pequeña, podemos entenderla como un ladrillo que conformará, entre varias sesiones, una estructura mayor, pero sin obviar el potencial único y exclusivo de cada unidad individual, ya que es en cada una de ellas donde el deportista lucha por conseguir un nivel más alto de adaptación. Cada sesión de entrenamiento se relaciona con la anterior y con la siguiente, ya sea dentro de uno mismo día (ejecutando más de un entrenamiento al día) o en días posteriores.

A nuestro entender, la sesión es la estructura más artesanal dentro del plan de entrenamiento, ya que para elaborarla, el entrenador debe contemplar multitud de factores que afectaran el desarrollo del entrenamiento y por supuesto obtener, o no, el resultado esperado. Para ejemplificar lo planteado se detallan solo algunos de los numerosos factores que afectan al desarrollo de la sesión de entrenamiento:

  • Nivel del atleta
  • Periodo dentro del Macrociclo, Mesociclo y Microciclo.
  • Objetivo de la sesión (llámese de Fuerza, Potencia, de capacidades aeróbicas, mejora técnica, etc.)
  • Recuperación de sesiones anteriores
  • Potenciación para sesiones posteriores
  • Capacidad de descanso/recuperación del atleta
  • Tiempo disponible para la realización
  • Los contenidos y su forma de trabajarlos, ya que si caemos en sesiones demasiado monótonas o repetidas, es posible que el atleta se disperse o se aburra durante el entrenamiento, pudiendo improvisar y realizar cambios propios que a la larga terminarían desembocando en una pérdida de adherencia al plan.
  • Otras ocupaciones (ya que no siempre contamos con atletas profesionales, donde el entrenamiento es su actividad principal, sino que, normalmente, tienen obligaciones laborales, familiares, de estudio, etc.)

Como se puede observar y a modo de reflexión, los puntos citados anteriormente no son pocos ni menospreciables; teniendo en cuenta que hay varios factores más, podemos dar alusión de la complejidad que alberga la construcción de una sesión de entrenamiento adecuada, siendo un desafío para cualquier entrenador o preparador.

Hay distintas clasificaciones de los tipos de sesión según el requisito observado para dicho fin, así entonces Solé (2006) nos presenta:

a) Según la naturaleza de las tareas:

  • Sesiones de aprendizaje y perfeccionamiento de la técnica/táctica.
  • Sesiones de acondicionamiento físico.
  • Sesiones de entrenamiento psicológico.
  • Sesiones de valoración o control.

b) Según la magnitud de la carga:

  • Sesiones de desarrollo, donde se aplican cargas elevadas.
  • Sesiones de mantenimiento con aplicación de cargas medias.
  • Sesiones de recuperación con cargas pequeñas.

c) Según la orientación de los contenidos:

  • Sesiones de objetivo único donde todos los contenidos van orientados a desarrollar una cualidad o habilidad.
  • Sesiones de objetivo mixto con ejercicios para diferentes contenidos.

Nos gustaría profundizar en este último criterio para clasificar las sesiones, y es que es muy probable que por cuestiones de manca de tiempo o por trabajar con un modelo de periodización de aplicación de la carga en forma regular; como entrenadores, no tuviésemos más remedio que programar sesiones con objetivo mixto para dar cabida a todos los contenido que hubiésemos planificado. Situados en este punto es importante hacer hincapié en un aspecto sobre la organización de las carga que repercute directamente en la forma de elaborar la sesión. Este punto son las distintas interacciones que pueden ejercer unos contenidos sobre otros, más aún si éstos son de distinta naturaleza. Una adecuada interacción de diferentes tipos de cargas facilita el efecto acumulativo del entrenamiento y garantiza un aumento del rendimiento deportivo (Solé, 2006). Una vez mencionada lo anterior, como buenos entrenadores nos interesa que nuestras sesiones de objetivo mixto sean aprovechadas al máximo, y los primeros estímulos en forma de ejercicios no afecten a los sucesivos, huyendo de esta forma de las interacciones negativas, que se producen cuando la aplicación de la primera carga dificulta la realización de la posterior (Solé, 2006). En la tabla 1, se muestran interacciones de tipo positivas al combinar distintos contenidos u objetivos dentro una misma sesión. Pensamos que es una buena manera de ver a modo práctico lo comentado sobre este punto, aún sabiendo posiblemente que no sea ni la mejor ni única forma de hacerlo, ya que la individualización sobre cada deportista es lo que debe primar y a lo que debemos obedecer principalmente, intentando huir de posibles recetas.

Tabla 1. Interacciones positivas entre distintos objetivos dentro una misma sesión de entrenamiento (Extraído de: Solé, 2006). Se puede observar algunos ejemplos (no únicos ni a modo de receta) de combinaciones de distintos contenidos en sesiones de objetivo mixto. Solé (2006) indica que también se tiene que tener en cuenta la intensidad de las distintas cargas dentro una misma sesión, ordenándolas, por norma general (pero no única), de mayor a menor intensidad.

Finalmente para concluir con este término, nos gustaría terminar con un muy breve repaso sobre las distintas partes que suelen conformar una sesión (para más detalles sobre cada una de ellas se recomienda al lector que consulte la bibliografía que se ha ido mostrando a lo largo de los términos presentados sobre planificación deportiva).

Algunas nomenclaturas pueden diferir dependiendo de la región a la que se esté ubicada, pero la finalidad de cada una de ellas es la misma. Normalmente una sesión tipo parte con una estructura conformada por:

  • El calentamiento: su finalidad es aumentar la predisposición del organismo para soportar o tolerar la carga del entrenamiento que se dará a continuación. Sus beneficios repercuten en distintos componentes: (a) uno de carácter físico/funcional donde su característica principal es el aumento de la temperatura corporal para una función neuromuscular óptima; (b) uno de carácter técnico/coordinativo preparando al deportista para los movimientos técnicos específicos de la modalidad deportiva pertinente, y (c) finalmente un componente psicológico, creando un aumento de la activación del sistema nervioso central y un estado emocional positivo (Solé, 2006).
  • La parte principal: es aquella destinada al abordaje de los objetivos principales planificados mediante el trabajo de uno o más contenidos ejecutando y utilizando una serie de métodos y medios para ello. Todo ello variará en función de los factores que se han detallado al inicio del término.
  • La vuelta a la calma: su principal finalidad es la de reponer el cuerpo a su estado basal, facilitando el descenso de la temperatura corporal, el tono muscular e iniciar y facilitar la recuperación de la carga aplicada con anterioridad.

No queremos finalizar esta secuencia de términos destinados a las estructuras que conforman el proceso de planificación deportivo sin realizar una pequeña reflexión. Dentro de las ciencias del ejercicio, y concretamente del mundo de la planificación, existe lo que se denomina el "arte del entrenador” para aplicar las distintas variables de entrenamiento o la conformación de un plan en pro del continuo progreso de su atleta y su performance. Este arte sigue y seguirá estando en todos estos procesos, lo que desde nuestro punto de vista es bueno y enriquece mucho nuestra profesión, ya que existen múltiples caminos para lograr nuestros objetivos. Pero queremos mencionar y destacar que somos de la opinión de que este arte siempre se encuentre sustentado por un proceso de lógica y sentido común, y ante todo, sobre lo que dicta el conocimiento científico más actual, lo cual implica que cada entrenador esté en un proceso de reciclaje constante.

AUTOR

Santiago Pooli y David Masferrer Llana

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  • Esteve Lanao, J.(2013). Introducción y concepto fundamentales de los modelos de periodización. Apuntes Curso de modelos de periodización en deportes de resistencia. G-SE.
  • Naclerio, F (2011). Entrenamiento deportivo. Fundamentos y aplicaciones en distintos deportes. Panamericana. Madrid
  • Solé, J. (2006). Planificación del entrenamiento deportivo. SicropartSport. Barcelona.
  • Solé, J. (2006). Teoría del entrenamiento deportivo. SicropartSport. Barcelona.