Sprint lineal y cuadrangular repetido como función de la potencia anaeróbica
Publicado 28 de noviembre de 2019, 22:11
La mayoría de los deportes de equipo requiere que los atletas realicen turnos de corta duración repetido, turnos de alta intensidad de ejercicio, entremezclados con períodos de recuperación activa (caminando, corriendo, etc.) en un período prolongado de juego de un partido. Este tipo de actividad puede caracterizarse como la sucesión de esfuerzos intermitentes breves distribuidos al azar en el tiempo. Aunque correr es el ejercicio predominante, los esfuerzos de tipo explosivos como los sprints, los saltos verticales, los duelos, y los remates son factores determinantes para el rendimiento exitoso en el fútbol. Así, normalmente se considera que la potencia anaeróbica y capacidad de realizar sprints son factores determinantes importantes del rendimiento en el fútbol.
Recientemente, Alain S. Comtois de la University of Quebec (Canadá), llevó a cabo un estudio para establecer las relaciones entre los tests anaeróbicos de laboratorio estandarizados y tests de campo simples de RSA (Capacidad de Sprints repetidos) con o sin cambios de dirección. La hipótesis fue que los tests anaeróbicos de laboratorio (test de Wingate y test de salto vertical) se correlacionarían con los índices de rendimiento de los tests de campo lineales o cuadrangulares (forma cuadrada) de turnos de sprint repetido (RSBs). Los autores esperan que el resultado de ese estudio informe qué tests son los mejores para evaluar a los jugadores de fútbol en forma rápida y barata de una manera simple.
Así, esta investigación apuntó a estudiar en jugadores de fútbol Sub17, las relaciones entre los índices del rendimiento de turnos de sprints repetidos lineales o cuadrangulares (RSBs) y la potencia muscular de las piernas medidas con el test de Wingate y el salto desde sentadilla. Se reclutaron diecisiete atletas. Los participantes tenían 16±0.35 años y tenían una masa corporal de 66.5±8.69 kg y una altura de 175±0.05 cm.
Todos los participantes realizaron los RSBs lineales o cuadrangulares, el test de Wingate, y un test de salto vertical. El tiempo de sprint lineal más rápido promedio fue correlacionado fuertemente (p <0.01) con la fuerza y la potencia medida con el test de salto vertical (r=-0.68 y -0.75, respectivamente), mientras que los RSB lineales promedio se correlacionaron débilmente con la potencia pico y el índice de fatiga medido por el test de Wingate (r =-0.54 y -0.56, respectivamente). Hubo una correlación entre los índices de rendimiento de los RSBs cuadrangulares y los tests de Wingate y de salto vertical. En suma, no hubo ninguna correlación (p >0.05) entre los índices de los RSBs lineales (índice de decremento, promedio, y tiempos más rápidos) y los RSBs cuadrangulares. Es más, las respuestas fisiológicas y perceptivas fueron significativamente superiores (p <0.01) con los RSBs cuadrangular comparado con los RSBs lineales.
Estos resultados indican que pueden usarse el test de Wingate y el test de salto vertical como sustituto para el tiempo de rendimiento de sprint repetido. Finalmente, sin embargo, los sprint repetidos con o sin cambios de dirección son 2 capacidades motoras diferentes que deben ser entrenadas independientemente una de la otra.
APLICACIONES PRÁCTICAS
Los entrenadores deben poder verificar si la carga de entrenamiento es un estímulo suficiente para inducir las adaptaciones fisiológicas. En ausencia de supervisión de los tiempos divididos, algunos atletas pueden lograr comparables tiempos de rendimiento de sprint de 40 m, pero necesariamente no significaría que ellos comparten las mismas fuerzas y debilidades. Además, el salto vertical es un buen indicador del rendimiento de sprint y puede realizarse para seguir la progresión del atleta fácilmente cuando una distancia de 40 m en una pista no está disponible. También, los turnos de sprint repetido lineales y cuadrangulares pueden integrarse en el programa de entrenamiento físico de jugadores de fútbol juvenil, pero deben usarse con un método un entrenamiento progresivo para evitar alguna lesión musculoesquéletica. El entrenador puede prescribir un ejercicio de sprint repetido cuadrangular después de los ejercicios de sprint repetido lineales, para aumentar la demanda metabólica y neuromuscular. En los jugadores más jóvenes (Sub12), este tipo de ejercicio debe ponerse en un programa de desarrollo de capacidades motoras generales de atletas jóvenes y debe preceder al programa de entrenamiento técnico y táctico.