​Whey protein, obesidad y diabetes

Publicado 27 de mayo de 2018, 9:19

​Whey protein, obesidad y diabetes

Jorge Roig (Mayo 2018)

A pesar de la insostenible posición que los ubica a muchos en la trinchera que ataca el consumo de proteínas obtenidas del suero de la leche (whey protein-WP), la ciencia continua dando evidencia suficiente de su acción beneficiosa sobre varios tópicos que hacen al bienestar y la salud. En este aspecto, cada vez hay mayor cantidad de publicaciones científicas que descubre a las WP ayudando a combatir dos grandes epidemias por las que transita el mundo actualmente y están así reconocidas por la OMS, la obesidad (OB) y la diabetes tipo 2 (DBT2).

Como veremos seguidamente, y resumiendo acá, entre las acciones favorables que se le reconocen a las WP en la salud está el mantenimiento de la masa muscular, el control de la glucemia en sujetos OB y en DBT2, incremento en la liberación de hormonas anorexígenas (estimuladoras de la saciedad) y también una reducción de las orexígenas (promueven el deseo de comer), lo que podría tener esto último un impacto directo sobre la disminución del peso graso.

Se estima que al presente existen en el mundo más de 300 millones de sujetos OB y más de mil millones de los que padecen sobrepeso graso (WHO. Global strategy on diet, physical activity and health: obesity and overweight. World Health Organization, Geneva; 2012). De interés acá es que hay una fuerte asociación entre los OB y la posibilidad de padecer sindrome metabólico (SM), considerándose que tienen el doble de posibilidades de desarrollar comorbilidades vinculadas al mismo (Gigante DP, Moura EC, Sardinha LM. Prevalence of overweight and obesity and associated factors, Brazil, 2006).

Tanto la OB como la DBT2 están asociadas a la enfermedad metabólica (EM), admitiéndose que la OB abdominal y la resistencia a la insulina (RI) son fuertes factores de riesgo para terminar padeciendo DBT2

En los últimos años se ha dedicado bastante tiempo a la investigación de las proteínas en su acción sobre algunas de las problemáticas antes mencionadas, siendo incluso al presente sugeridas a las WP como una estrategia complementaria no solo en el tratamiento de la OB y de las enfermedades relacionadas a la EM, sino también a la prevención de las mismas (Petersen BL, et al. whey protein supplement decreases post-prandial glycemia. Nutr J. 2009)

Merece acá considerarse que las WP, a diferencia de las proteínas de fuente vegetal, contienen todos los aminoácidos esenciales en concentraciones más altas, lo que para ciertas cuestiones es de alta relevancia por cuanto habría que ingerir mucha cantidad de vegetales para lograr las cantidades suficientes de los mismos, algo no pocas veces posible (Haraguchi FK, etal. Influência das proteínas do soro sobre enzimas hepáticas, perfil lipídico e formação óssea de ratos hipercolesterolêmicos. Rev Nutr. 2009).

En un trabajo de Pilvi y su equipo concretado hace una década, los autores sostienen que los altos niveles de LEU presentes en la WP (de recordar que este aminoácido representa el 10% de la proteína que se consume), pueden modular la señalización de insulina por fosfatidilinositol 3 quinasa (PI3K), lo que se traduce en el direccionamiento de la energía hacia la síntesis de proteína muscular y no al tejido adiposo, algo que potenciaría su acumulación (Pilvi TK, et al. High-calcium diet with whey protein attenuates body-weight gain in high-fat-fed C57Bl/6 J mice. Br J Nutr. 2007). Y luego el mismo autor mostró que el consumo elevado de grasas y proteínas durante 12 semanas tuvo el doble efecto positivo de inhibir la acumulación de grasa y también un aumento en la expresión de leptina y el receptor β3-adrenérgico. Es por esto último que los autores sugieren que el aislado de proteína de suero de leche puede reducir la obesidad a través de la mejora de la sensibilidad a la leptina (Pilvi TK, Storvik M, Louhelainen M, Merasto S, Korpela R, Mervaala EM. Effect of dietary calcium and dairy proteins on the adipose tissue gene expression profile in diet-induced obesity. J Nutrigenet Nutrigenomics. 2008).

Más recientemente, Baer y colegas compararon dos grupos en los cuales uno ingirió WP y el otro carbohidratos (CHO), pero también con un tercer grupo que ingirió proteína de soja (SP). Los investigadores comprobaron que la suplementación con 56 g de WP, suministrada dos veces la día durante 23 semanas, mostró una reducción de la masa grasa en comparación con el grupo que consumió solo carbohidratos. Interesantemente también, verificaron que el perímetro de cintura y los niveles de ghrelina (hormona fuertemente orexígena) en ayunas fueron más bajos en el grupo de WP en comparación con el grupo que ingirió SP. Es evidente, por lo anterior, que no todas las proteínas actúan generando la misma respuesta y efecto, dependiendo de su fuente de origen, siendo que algunas pueden facilitar la pérdida de peso, afectar la composición corporal y ello tener implicancias sobre la salud. (Baer DJ, et al. Whey protein but not soy protein supplementation alters body weight and composition in free-living overweight and obese adults. J Nutr. 2011)

Si bien la insulina es considerada una hormona anorexígena y además suprime la grelina, ella tiene acción sobre la hormona lipasa hormona-sensible (LHs), lo que inhibe la degradación y liberación de grasas; pero también activa a la lipoprotein-lipasa (LPL), lo que incrementa la síntesis de ácidos grasos, todo lo cual favorece los caminos hacia la obesidad. Sin embargo y a pesar de esto, el aumento en los niveles de insulina después del consumo de proteína de suero no es capaz de incrementar la masa grasa, lo que algunos explican por el alto contenido de LEU presente en la proteína de suero (como se dijo antes, el 10% de la proteína ingerida es LEU), pero también debido a que su consumo a largo plazo (> 12 semanas) mejora la sensibilidad a la insulina, algo expuesto por Pal y colegas, lo que se traduce, funcionalmente, en que menores cantidades de LEU es capaz de lograr el efecto buscado (up regulation) (Pal S, Ellis V. The chronic effects of whey proteins on blood pressure, vascular function, and inflammatory markers in overweight individuals. Obesity (Silver Spring) 2010).

Una de las probables causas reguladoras de la liberación adecuada de insulina en dos momentos fundamentales representados por el ayuno y en la etapa post prandial luego de la alimentación, es que la suplementación proteica acá favorece el control de la glucemia, posiblemente a través de la estimulación de hormonas incretinas, las que aumentan la liberación de insulina, algo postulado por diferentes investigadores como Mortensen y su equipo (Mortensen LS, et al. Effects of different fractions of whey protein on postprandial lipid and hormone responses in type 2 diabetes. Eur J Clin Nutr. 2012). Varios autores han dado evidencia de que un consumo hiperproteico tiene un impacto fuerte y benéfico sobre la glucemia, normalizándola más rápidamente que cuando se la compara con lo que acontece al consumir carbohidratos solos. Sobre ello Frid también se ha expresado al analizar las respuestas en sujetos portadores de DBT2, informando que tal respuesta normoglucémica pueda ser mediada probablemente por la rápida absorción sérica de BCAA contenidos en las WP, generando ello la mejora de la homeostasis de la glucosa en la DM (Frid AH, Nilsson M, Holst JJ, Bjorck IM. Effect of whey on blood glucose and insulin responses to composite breakfast and lunch meals in type 2 diabetic subjects. Am J Clin Nutr. 2005).

InclusoPetersen observó en sujetos sanos una reducción significativa en la glucosa postprandial del orden del 37.5% cuando se consume en una dosis única que contiene 50g de carbohidratos junto con 20g de WP (Petersen BL, et al. A whey protein supplement decreases post-prandial glycemia. Nutr J. 2009). Interesantemente, esta disminución fue dependiente de la dosis, observándose que cuanto mayor es la ingesta de proteína, mayor es su efecto sobre la glucosa en sangre. Se destaca que el mismo efecto fue observado por Frid y su equipo (Frid AH, Nilsson M, Holst JJ, Bjorck IM. Effect of whey on blood glucose and insulin responses to composite breakfast and lunch meals in type 2 diabetic subjects. Am J Clin Nutr. 2005).

Mientras tanto, en las Facultades siguen contando calorías, apostando a lo light, castigando a las grasas y crucificando a los suplementos de proteínas. Los laboratorios medicinales y la industria de la alimentación, de festejo.