Acido Hialurónico y lesión osteoarticular del deportista.
Publicado 15 de junio de 2014, 22:24
Prof. Antonio Moreno
Artrosis prematura en el deportista
Las enfermedades osteoarticulares representan actualmente un problema en el deportista profesional o individuos que practican actividad física de manera habitual, Todd .C (2002); existen varios deportes donde el deterioro articular es más evidente como son el fútbol, rugby, tenis, Voley, Yudo, Atletismo... también en algunas actividades del “entorno” fitness, en ellas se sobrecargan especialmente las articulaciones distales por los continuos impactos, microtraumatismos o manejo de grandes cargas, sometiendo a los elementos articulares capsula, ligamentos…a mucha tensión, el tobillo del futbolista, la artrosis del codo de los lanzadores o la cadera de los gimnastas son ejemplos bastaste representativos y conocidos dentro de la fisiopatología médica, que denomina este deterioro articular como (Artrosis Prematura). Se manifiesta en general por la rigidez de las articulaciones, dolores o molestias al efectuar movimientos, etc.…Estos síntomas dificultan el proceso de entrenamiento, el rendimiento en competición y afectan de manera negativa a la salud general del deportista, sobre todo tras su retirada.
En publicaciones anteriores hemos referenciado la posible utilidad del consumo de SYSADOA (symtomatic slow action drugs for osteoarthritis) o condroprotectores dentro del tratamiento sintomático de la enfermedad osteoarticular; Glucosamina, Sulfato de condroitína y Cartílago de tiburón aparecen como las opciones más presentes en el mercado y más utilizadas por estos deportistas. Asumiendo los defectos metodológicos presentes en los estudios y su más que posible efecto placebo referenciado en multitud de ensayos clínicos, actualmente el uso de condroprotectores representa una realidad, algunas encuestas actuales afirman que en torno al “15% de las personas diagnosticadas con enfermedad osteoarticular consumen alguno de estos productos de manera habitual”, encontrando una gran oferta comercial de este tipo de productos.
Siguiendo algunas de las cuestiones planteadas en“Osteoarthritis. Care and management in adults. Clinical Guideline” (2014), parece razonable concluir que el uso de condroprotectores puede ser válido en eltratamiento sintomático de las enfermedades osteoarticulares, y en fases agudas de tratamiento de lesiones tendinosas o tejidos blandos, facilitando el control de la inflamación y provocando cierto efecto analgésico. Sin embargo no podemos obviar que sus posibles efectos desaparecen rápidamente cuando se suspende el tratamiento; además su consumo provoca efectos secundarios conocidos y en ocasiones pueden provocar un empeoramiento del proceso osteoartrítico, Newman. NM (1985)
Acido Hialurónico
El uso de Acido Hialurónico en el tratamiento de enfermedades osteoarticulares y su incursión dentro de los protocolos de rehabilitación, prevención y readaptación de lesiones deportivas es un tema de actualidad dentro de las ciencias del deporte y la salud, muchos expertos consideran el tratamiento con AH como alternativa al uso de condroprotectores.
Ampliamente utilizado en cosmética y medicina,el primer producto de acido hialurónico de uso médico fue creado en los años 70 para ser utilizado en la especialidad de oftalmología, y desde entonces no ha dejado de utilizarse de diferentes formas, es un término muy específico con pocos sinónimos, a pesar de ello también se emplea el término viscosuplementación y distintos nombres comerciales como Hylan®, Ostenil®, Sinvisc®, Hyaluronan®…, el AH es un glucosaminoglucano endógeno de alto peso molecular que se encuentra en el reino animal, es producido por los condrocitos y los sinoviocitos de la membrana sinovial, encontrándose disuelto en el líquido sinovial y formando parte de la matriz extracelular de los tejidos conectivos blandos, se une a diversas proteínas y moléculas de agua confiriéndole a la articulaciones diartrosis unas características fibroelásticas que le permiten comportarse como un lubricante en los movimientos lentos y como un amortiguador en los movimientos rápidos, Vargas. A (2004).
Administración oral de Acido hialurónico
En este formato podemos encontrar una gran variedad de productos. Las concentraciones suelen ir desde 20mg hasta 150 mg. Las dosis recomendadas van desde1 pastilla/día hasta 12 pastillas/día o tomas de formas progresiva, dependiendo del fabricante con duración del tratamiento indefinido, su precio de mercado oscila desde 12 euros a 60 euros el bote. Las grandes criticas de la ingesta oral de AH se basan en discutir la cantidad de AH que puede llegar a la articulación debido a la intervención de varios procesos de degradación en el organismo que tienen lugar en Estomago, Páncreas, etc..
Las primeras investigaciones sobre la administración oral de AH fueron descritas en 2004. Diversos estudios en animales investigan los efectos del AH oral en los tejidos musculoesqueléticos de diversos animales (ratas, perros y caballos) Balogh.L (2008). Estos resultados fueron respaldados por estudios posteriores, Huang.SL (2007). Los estudios que analizan los efectos de la administración oral de AH en articulaciones humanas realizados hasta la fecha son escasos, se centran en la articulación rodilla; y describen una mejora de la viscosidad sinovial, disminución de la inflamación y otros efectos locales beneficiosos en procesos artrósicos y varios tipos de gonalgia, Kalman. DS (2008). Sin embargo estos estudios presentan importantes limitaciones metodológicas, (ausencia de un grupo control, selección de la muestra, instrumentos utilizados en la medición de resultados…) que impiden conocer con exactitud su utilidad clínica.
Varios investigadores defienden que este tratamiento oral de AH combinado con HC, “Es actualmente una alternativa ideal en la prevención de lesiones cartilaginosas y tratamiento de traumatismos deportivos”
Administración intraarticular
El AH de administración intraarticular se comercializó por primera vez en Italia y Japón en el año 1987 y posteriormente en Canadá, Estados Unidos y Europa. En España esta práctica es utilizada habitualmente en el tratamiento de artrosis de rodilla; sus resultados parecen ser tan eficaces como los corticoides, siendo su efecto más duradero en el tiempo, Bellamy N. (2012). En la artrosis de cadera se ha evaluado su efecto con menos frecuencia, debido fundamentalmente a que la articulación de la cadera es de más difícil acceso que la de la rodilla; los estudios muestran reducción del dolor que oscila entre el 44% y el 84% de los pacientes tratados a los 30 días después del tratamiento y otros efectos positivos sobre la funcionalidad de estas articulaciones, Berg P. (2004).
En los últimos años la infiltraciones con AH se han extendido a otras articulaciones, como el tobillo, el hombro e incluso pequeñas articulaciones de la mano, y los pies, articulación temporomandibular y facetarías de la columna presentando resultados bastante prometedores, actualmente están en marcha varios ensayos clínicos que tratan de protocolizar estas infiltraciones de una manera más científica, multiplicando así sus líneas de actuación dentro de la medicina deportiva y representando una esperanza para el tratamiento de la artrosis prematura, lesiones ligamentosas y algunas alteraciones tendinosas comunes en el deportista.
La inyección de ácido hialurónico es una técnica segura si el procedimiento es adecuadamente realizado y en las condiciones de asepsia necesarias. El efecto adverso más frecuente es el dolor local relacionado con la técnica de administración del fármaco. Para prevenir el dolor, la administración del AH se hace bajo los efectos de un anestésico local. Son muy recomendables procedimientos de imagen que guíen la inyección la radiología con el apoyo de contrastes radiopacos que permitían localizar adecuadamente la articulación. Existen diferentes derivados del ácido hialurónico comercializados para uso terapéutico en humanos, pero el único que ha sido autorizado como medicamento es Hyalgan® el resto sólo están autorizados como productos sanitarios, todos estos preparados tienen diferentes procedencias y procesos de obtención, concentraciones, posologías y pesos moleculares y protocolos de aplicación. Se presentan en jeringas monodosis con 20 mg de inyección intraarticular; se recomienda administrar una dosis semanal durante 5 semanas. El coste de una dosis de 20 mg es de 63,85 € . El coste de un tratamiento completo (5 inyecciones) es de 319,25 aproximadamente.
Referencias Bibliográficas
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