Balance Hídrico, Píldoras de Agua y Enmascaradores de Esteroides

Publicado 1 de diciembre de 2013, 3:56

Balance Hídrico, Píldoras de Agua y Enmascaradores de Esteroides

Como bien sabemos, el medio fundamental en el cual se llevan a cabo todas las reacciones químicas del metabolismo es el AGUA. Dicho líquido primordial puede provenir de tres fuentes principales; agua líquida de la dieta, agua integrante de los alimentos y agua de oxidación (simplemente el agua que nuestro cuerpo produce en muchas rutas metabólicas). De hecho, es tal su importancia que tenemos un requerimiento diario para ella, establecido generalmente en 1 mL de agua por 1 Kcal gastada (tus calorías necesarias diarias = tus mililitros de agua recomendada a través de alimentos sólidos y líquidos).

Debido al rol esencial del agua en el organismo debe existir un complejo sistema de regulación, en el caso de los humanos el órgano principal encargado es el Riñón. Así, los riñones tienen como función regular la cantidad de líquido al interior del cuerpo y al mismo tiempo el balance químico y eléctrico de dichos fluidos. Los riñones abarcan uno de los cuatro componentes del sistema excretor, en donde los productos de desecho son procesados y expulsados, aunque la excreción de residuos es una función secundaria de los riñones.

Hormona Antidiurética

Cuando el sistema cardiovascular dirige la sangre al interior de los riñones, la presión ejercida a lo largo de la arteria renal (el conducto principal de sangre en los riñones) obliga a las moléculas de agua, y algunos compuestos solubles en agua, a salir de la sangre en un proceso conocido como filtración glomerular, el cual como su nombre lo indica acontece en el glomérulo renal, con el objetivo que el riñón colecte y redistribuya dicho filtrado a la vejiga en forma de orina. Sin embargo, el 60% de masa de nuestro cuerpo es Agua, así que en vez de existir una gran variación en la cantidad de agua tras la excreción o la ingestión de agua, nuestro cuerpo mantiene increíblemente una cantidad constante de agua. Dicho control tan exacto y preciso del contenido hídrico corporal y concentración de solutos es función de varias hormonas que actúan en el riñón y el sistema vascular, pero no hay duda alguna que es la Hormona Antidiurética (ADH, también conocida como vasopresina y/o arginina vasopresina) la macromolécula clave de éste proceso de regulación. La ADH es un nonapéptido (Fig. 1) secretado desde la pituitaria posterior. Al interior de las neuronas hipotalámicas, la ADH es empacada en vesículas secretoras con una proteína transportadora denominada neurofisina, para posteriormente ambas ser liberadas tras la secreción hormonal.

En concreto, la importancia de la ADH radica en que es la encargada de conservar el agua corporal, a través de la reducción de la pérdida de agua en la orina, cuando el mismo cuerpo se percata (a través de mecanismos de señalización intra- y extracelular) de que los niveles hídricos están bajos. Así, la ADH tras unirse a su receptor de membrana acoplado a proteína G estimula a las células de los túbulos renales para que reabsorban más agua y así incrementar el nivel de fluidos en sangre (dicha estimulación es mediada por el segundo mensajero AMPc y la proteína cinasa dependiente de AMPc ó PKA, los cuales incrementan la inserción de canales de agua o acuaporinas en las membranas de los túbulos colectores renales. Dichos canales transportan agua libre de solutos a la sangre permitiendo una disminución de la osmolaridad plasmática y un incremento de la osmolaridad en la orina). Por lo tanto, la orina que se produce tras la acción de la ADH será mucho más concentrada. De hecho, el control de la secreción de ADH se lleva a cabo por la osmolaridad plasmática, o la concentración de solutos en la sangre. Los cambios en la osmolaridad son detectados en el hipotálamo por neuronas conocidas como osmoreceptores las cuales estimulan posteriormente la liberación de ADH.

Además del efecto a nivel renal, las altas concentraciones de ADH causan una marcada constricción de las arterias lo cual conduce a un incremento en la presión arterial (debido a dicho efecto se le acuñó el nombre de vasopresina). Por lo tanto, no es raro que la secreción de ADH también sea estimulada por disminuciones en la presión sanguínea, aunque dichos cambios no tienen un efecto tan potente como el incremento de osmolaridad [3]. En la figura 2 se resumen algunos de los factores que regulan la liberación de ADH o vasopresina, así como también se muestran los efectos principales de ésta hormona.

En conclusión, cuando nuestro cuerpo tiene muchos fluidos en su sistema, el hipotálamo induce a una reducción de ADH, lo cual incrementa la cantidad de agua filtrada por los riñones y así la producción de gran cantidad de orina más diluida. En caso que ocurra lo contrario, y nuestro cuerpo tenga un balance hídrico negativo, se llevarán a cabo los procesos mencionados anteriormente que son inducidos por la incrementada secreción de ADH. Hay que tener en cuenta que la presencia de sodio (Na+) en la sangre y en los riñones está interrelacionada con la operación de la ADH. Recordemos que el sodio es un mineral esencial en la retención y excreción de agua. Los niveles de sodio se encuentran regulados por la hormona renal aldosterona. Así, cuando los niveles de fluidos son bajos, se secreta aldosterona para estimular la liberación de sodio desde los riñones al torrente sanguíneo a través del proceso de ósmosis que ingresa además moléculas de agua a la sangre.

Diuréticos o Píldoras de Agua: Usos y Restricciones

Teniendo claro el concepto de antidiurético, como una sustancia que reduce el volumen de orina e incrementa el volumen de agua corporal (tal como la ADH), el término diurético hace referencia a aquellas moléculas que ayudan a eliminar el agua y el sodio por los riñones, estimulando así la producción de orina. Los diuréticos funcionan a través de la alteración del equilibrio hídrico de los riñones así como por medio de hormonas que regulan los niveles de fluidos.

Podemos encontrar diuréticos en muchos alimentos. Por ejemplo, mezclas a base de plantas que contienen raíz de diente de león y perejil tienen un efecto diurético comprobado [4]. Además, popularmente los productos alimenticios mejor conocidos por tener propiedades diuréticas son aquellos que contienen cafeína y alcohol.

En cuanto a la cafeína, el estimulante más consumido en el mundo, ésta es muy apreciada por el atleta dado su activación adicional en la capacidad de concentración y sus cualidades de lucha contra la fatiga. La presencia de cafeína en el torrente sanguíneo tras la digestión inducirá a un incremento en la producción de orina, sobre todo si las concentraciones de cafeína son mayores a 300 mg [5]. En adición a la cafeína, otros componentes comunes presentes en el té y el café (como lo son teofilina y teobromina) pueden contribuir a la acción diurética de dichos alimentos.

Ahora bien, el alcohol que encontramos en cantidades variables en cervezas, vinos y licores, al ser soluble en agua es fácil que sea absorbido al torrente sanguíneo a través de la digestión. Así, el alcohol también desencadenará un incremento en la producción de orina; de hecho, el impacto del alcohol como diurético en atletas es generalmente más pronunciado cuando al atleta se le permite consumir alcohol el día antes del entrenamiento [1].

Por último, encontramos un gran número de diuréticos sintéticos (también conocidos como píldoras de agua) que son específicamente formulados para combatir varios tipos de enfermedades (hipertensión arterial, cardiopatías congestivas, edemas, cirrosis hepática, alteraciones vasculares cerebrales, entre otras), los cuales se encuentran agrupados en las siguientes categorías generales [2]:

- Tiazidas: usados para tratar la hipertensión tras interferir en los procesos usuales del riñón permitiendo que el sodio sea reabsorbido por osmosis incrementando el contenido de agua en el torrente sanguíneo.

- Inhibidores de anhidrasa carbónica (acetazolamida): utilizados para tratar glaucoma, edemas, epilepsia, entre otros.

- De asa (“loop diuretics”): formulados para reducir edemas, o hinchazón, en órganos y tejidos. Generalmente usados en pacientes con deficiencia renal.

- Osmóticos (ahorradores de potasio, antagonistas de aldosterona, etc.)

Debemos resaltar la restricción del uso de éste tipo de sustancias, ya que en la actualidad existe un pensamiento generalizado que la administración de diuréticos puede contribuir a la pérdida de peso corporal. Siendo lo anterior no más que una inferencia lógica pero controversial, ya que obviamente se contribuye al incremento de pérdida de fluidos corporales aunque su uso puede generar hiponatremia entre otras condiciones más graves. Ahora bien, una aplicación imprevista pero altamente efectiva de los diuréticos surgió tras el análisis de algunos atletas que fueron objeto de varias pruebas de dopaje, encontrándose en las muestras de orina que dada la tendencia de los diuréticos a producir mayor expulsión de fluidos se creó un efecto de “lavado” del sistema renal, resultando en la descarga de evidencia de esteroides anabólicos androgénicos, eritropoyetina (EPO, dopaje sanguíneo) y otras moléculas metabolizadas prohibidas [7]. De esta manera, la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, World Anti-Doping Agency) y el Comité Olímpico Internacional (IOC, International Olympic Committee) penalizan actualmente a aquellos atletas que den positivo para la presencia de diuréticos en los test de dopaje, de la misma manera que si hubieran usado algún tipo de sustancia prohibida para mejorar el rendimiento deportivo.

REFERENCIAS

[1] http://www.faqs.org/sports-science/Ce-Do/Diuretics.html#b

[2] http://www.onmeda.es/enfermedades/insuficiencia_cardiaca-tratamiento-diureticos-(pildoras-de-agua)-3285-14.html

[3] http://arbl.cvmbs.colostate.edu/hbooks/pathphys/endocrine/hypopit/adh.html

[4] Clare BA, Conroy RS, Spelman K. (2009). The diuretic effect in human subjects of an extract of Taraxacum officinale folium over a single day. J Altern Complement Med (8): 929-934.

[5] Maughan RJ & Griffin J. (2003). Caffeine ingestion and fluid balance: a review. J Hum Nutr Diet. (6): 411-420.

[6] Cadwallader AB, de la Torre X, Tieri A & Botrè F. (2010). The abuse of diuretics as performance-enhancing drugs and masking agents in sport doping: pharmacology, toxicology and analysis. British Journal of Pharmacology 161, 1–16

[7] http://www.examiner.com/article/nfl-ers-failed-drug-tests-using-a-water-pill-that-can-hide-steroid-use


Diego A. Bonilla Ocampo