¿Cuáles son los efectos crónicos del entrenamiento concurrente en la disminución de grasa corporal?

Publicado 3 de mayo de 2021, 13:09

Entrenamiento concurrente y disminución de tejido adiposo

Algunos estudios que han comparado la efectividad del entrenamiento concurrente con respecto al entrenamiento de la fuerza o la resistencia a solas para la pérdida de grasa corporal han encontrado reducciones mayores con el entrenamiento combinado de fuerza y resistencia en la misma sesión (Ho, Dhaliwal, Hills & Pal, 2012; Sillanpää et al., 2009; Ghahramanloo, Midgley & Bentley, 2009). Si las mayores reducciones del componente graso inducidas por el entrenamiento concurrente son debidas a un mayor gasto energético -por un mayor volumen de entrenamiento- o por una adaptación específica a dicho entrenamiento permanecen inciertas.

A su vez, estudios recientes que se han centrado en el efecto de diferentes secuencias en el orden de entrenamiento concurrente sobre los cambios de composición corporal en sujetos obesos y no obesos activos han encontrado cambios significativos en la pérdida de grasa corporal total independientemente de la secuencia de capacidades en la sesión (Akbarpour-Beni, 2012; Antunes et al., 2013; Schumann et al, 2014; Sheikholeslami-Vatani et al., 2015). Aun así, Sheikholeslami-Vatani et al. (2015) señalan en su estudio de intervención que pese a que ambas combinaciones de entrenamiento concurrente fueron efectivas para la pérdida de componente graso, la realización del entrenamiento de la fuerza antes que el de resistencia podría resultar más efectiva en relación a la respuesta hormonal y composición corporal.

Por otra parte, un estudio que analizó los efectos del entrenamiento concurrente (fuerza + resistencia) durante 12 semanas sobre marcadores inflamatorios e inmunológicos, medidas antropométricas (porcentaje de grasa, IMC, circunferencias) y aptitud cardiovascular de sujetos obesos y con sobrepeso observó una reducción significativa de todas las medidas antropométricas (Colato et al., 2014); sin embargo, los resultados no fueron comparados con otros grupos experimentales que sólo realizaran fuerza o resistencia o lo hicieran en sesiones distintas.

Otros estudios (Cadore et al., 2012; Banitalebi & Baghanari, 2015) que han valorado el impacto global del entrenamiento concurrente sobre distintos parámetros de la aptitud física y composición corporal en poblaciones de adultos mayores no obesos han encontrado reducciones significativas del porcentaje de grasa corporal total y otras mediciones antropométricas (masa corporal, IMC, índice cintura:cadera) independientemente del orden en la secuencia intra-sesión.

Entonces...

Para aquellos sujetos que sólo necesiten ganar pequeñas o moderadas cantidades de masa muscular y fuerza, o mantener el nivel alcanzado, mientras que la pérdida de grasa corporal sea su primer objetivo, el entrenamiento concurrente puede ser una estrategia eficaz (Nader, 2006; Wilson et al., 2012), todo ello independientemente de la secuencia en el orden realizada intra-sesión. A su vez, podría ser que los entrenamientos de resistencia, en concurrencia con los de fuerza, deberían ser de alta intensidad para lograr la máxima pérdida de peso graso (Wilson et al., 2012).