Efectos del entrenamiento de la fuerza vs pliométrico sobre el rendimiento del cambio de dirección jugadores de fútbol experimentados
Publicado 5 de febrero de 2021, 19:51
El desarrollo de la competitividad en el fútbol requiere un énfasis en el acondicionamiento físico. Entre los múltiples factores determinantes del fútbol, el deporte requiere un esfuerzo sustancial para mejorar los movimientos contundentes y explosivos, también conocidos como “acciones máximas”. La capacidad de cambio de dirección es una de estas acciones máximas y se considera esencial para el éxito en la mayoría de los deportes de equipo e individuales [Brughelli 2008]. Sheppard y Young [2006] lo definieron como un movimiento rápido de todo el cuerpo planificado previamente con cambios de velocidad y dirección. El cambio de dirección (COD) se conoce como una agilidad cuando el movimiento no es anticipado e involucra componentes perceptivos y de toma de decisiones específicos del juego [Sheppard 2006]. Además, se demostró que la agilidad es un factor de discriminación entre los niveles más altos y más bajos de juego en los deportes, mientras que las diferencias son menos sustanciales con respecto al COD [Gabbett 2008, Lockie 2014]. A pesar de esto, habrá situaciones en los juegos donde los COD están predefinidos [Sisic 2019]. Como tal, entrenar la velocidad de COD puede aumentar las posibilidades de evadir a los oponentes, crear espacio y marcar goles [Trecroci 2019, Young 2015].
Muchos estudios han investigado los efectos de diferentes formas de entrenamiento físico sobre la capacidad del COD y el COD como fenómeno [Brughelli 2008, Asadi 2016, Watts 2015]. La mayoría de los estudios generalizaron el COD como una habilidad discreta, sin tener en cuenta la especificidad que representan las diferentes acciones del COD. Por ejemplo, Reilly, Williams, Nevill y Franks [2000] encontraron que el COD es un factor discriminatorio entre los diferentes niveles de juego en jugadores de fútbol jóvenes, pero la prueba de COD puede considerarse sesgada para el sprint lineal [Trecroci 2018]. Además, se ha demostrado que las demandas biomecánicas del COD dependen del ángulo y la velocidad, lo que influye en los requisitos técnicos, la cinética, la cinemática y la activación muscular en la acción [Dos Santos 2018]. Por lo tanto, los médicos deben evaluar la capacidad del COD en un espectro de ángulos diferentes al evaluar la capacidad del COD.
En la literatura, tanto el entrenamiento de fuerza como el pliométrico son metodologías populares que tienen como objetivo desarrollar aspectos físicos que determinan la velocidad del COD, que incluye la fuerza y la potencia muscular [Brughelli 2008, Young 2002]. Normalmente hay un tiempo limitado para desarrollar la fuerza en el COD [Young 2002]. Por tanto, el entrenamiento pliométrico, que normalmente ofrece un estímulo de entrenamiento de alta velocidad, debido a una rápida contracción muscular excéntrica a concéntrica [Nygaard Falch 2020, Markovic 2010], es específico de la mayoría de los movimientos de COD [Nygaard Falch 2020]. Falch, Rædergård y van den Tillaar [2019] informaron en su metanálisis que evaluaba el COD en los deportes de cancha y de campo, mejoras del 1% al 14% para las intervenciones de entrenamiento pliométrico y del -2% a 12% para las intervenciones de entrenamiento de la fuerza, donde los tamaños del efecto variaban de cero a muy grandes. Sin embargo, existe la necesidad de ampliar el conocimiento con respecto al entrenamiento de la fuerza y el pliométrico sobre el rendimiento de COD en el fútbol, ya que la mayor parte de la investigación se realizó en una población joven [van de Hoef 2019] en la que la mayoría de los participantes eran adolescentes [Barbalho 2018, Coratella 2019, Bianchi 2019], lo que podría ser diferente de los jugadores de fútbol seniors debido a la diferencia en la experiencia de entrenamiento.
En consecuencia, los efectos de estas metodologías de entrenamiento dependen de las características del fitness de los participantes, las variaciones estacionales, la frecuencia del entrenamiento, el volumen de entrenamiento y el diseño y duración del protocolo de entrenamiento [Falch 2019, Bianchi 2019McMillan 2005]. Entre varios factores indicados, la investigación apoya el uso de dos sesiones de entrenamiento a la semana para adaptaciones óptimas a las habilidades específicas de los deportes explosivos tanto para entrenamiento de fuerza como pliométrico [De Villarreal 2008, Silva 2015] y se ha recomendado que los ejercicios de entrenamiento se realicen tanto unilateral como bilateralmente en múltiples direcciones al entrenar para mejorar la capacidad del COD [Brughelli 2008]. Además de estos factores importantes, es importante centrarse en qué acción de COD se está midiendo.
Bourgeois, McGuigan, Gill y Gamble [2017] aclararon que las diferentes acciones de COD estaban orientadas hacia la fuerza o la velocidad, dependiendo de la velocidad de aproximación y el ángulo de cambio de dirección. Se ha sugerido que los ángulos COD modestos de <90° están más orientados a la velocidad, mientras que los ángulos mayores de >90° están más orientados hacia la fuerza. Dos Santos, Thomas, Comfort y Jones [2018] informaron que cuanto mayor es el ángulo de cambio de dirección, más largos son los tiempos de contacto y mayores son las fuerzas de reacción del suelo, y se demostró que los ángulos mayores a >90° reducen casi todo el momentum [Andrews 1977]. Por lo tanto, se esperan tiempos más prolongados con velocidades de contracción muscular más lentas en los CODs de ángulos más grandes y se esperan velocidades de contracción muscular más rápidas en los CODs de ángulos más pequeños (<90°) [Jones 2009]. Por lo tanto, el entrenamiento de la fuerza máxima puede ser más beneficioso para mejorar los CODs orientados a la fuerza, mientras que el entrenamiento pliométrico, que requiere velocidades de contracción muscular más rápidas, podría ser más beneficioso para mejorar los CODs orientados a la velocidad.
Hasta hoy, ningún estudio ha investigado un continium de diferentes ángulos y velocidades de aproximación y cómo esto se ve influenciado por el entrenamiento de fuerza máxima y el entrenamiento pliométrico. Por lo tanto, recientemente Roland van den Tillaar de la Nord University (Noruega), llevó a cabo un estudio al respecto cuyo objetivo principal fue comparar cómo el entrenamiento de la fuerza versus el pliométrico, que se emparejaron en cuanto a la dirección del movimiento y la carga de trabajo, influyen en los diferentes rendimientos de COD durante la pretemporada y la pretemporada. Se planteó la hipótesis de que el entrenamiento pliométrico sería más eficaz para mejorar los CODs orientados a la velocidad, mientras que el entrenamiento de la fuerza sería igualmente eficaz que el entrenamiento pliométrico para mejorar los CODs orientados a la fuerza. Una segunda hipótesis fue que los grupos combinados provocarían mejoras significativas en la mayoría de los CODs debido a cambios en la las capacidades de fuerza y potencia que influyen en la cinemática en el paso del COD. Los hallazgos prácticos pueden ayudar a la forma en que los entrenadores y los practicantes de fuerza y acondicionamiento utilizan el entrenamiento para mejorar diferentes CODs, ya que los CODs variarán en diferentes deportes y según la posición del jugador. Los posibles hallazgos también pueden conducir a una mejor comprensión de cómo el entrenamiento físico influye en la cinemática en el paso del COD.
Veintiún jugadores de fútbol masculinos con experiencia (edad: 22.2 ± 2.7) se emparejaron en un grupo de entrenamiento de fuerza (n = 10) y uno de entrenamiento pliométrico (n = 11). Se compararon los CODs de 45°, 90°, 135y 180° realizados desde una distancia de aproximación de 4 m o 20 m antes y después de la intervención.
Los resultados no mostraron diferencias significativas entre los grupos. Sólo se encontraron efectos significativos dentro del grupo de entrenamiento pliométrico (−3.2% a −4.6%) en el COD de 90°, 135° y 180° desde 4 m y un COD de 180° desde una distancia de aproximación de 20 m. Los cambios individuales en el rendimiento de COD mostraron que con la aproximación de 4 m al menos el 55% y el 81% del grupo de entrenamiento de fuerza y el pliométrico, respectivamente, mejoraron el rendimiento del COD, mientras que con una aproximación de 20 m, al menos el 66% de ambos grupos mejoró el rendimiento.
Este estudio demostró que el programa de entrenamiento pliométrico puede mejorar la mayoría de los CODs, con ángulos superiores a 90°, aunque esto depende de la distancia que se aproxime al COD. Teniendo en cuenta el tiempo limitado de implementación del acondicionamiento físico, además de la práctica regular de fútbol en la mayoría de los ambientes de fútbol, el programa de entrenamiento pliométrico actual puede ser ventajoso para mejorar los CODs a máxima intensidad. Sin embargo, los entrenadores de fuerza y acondicionamiento físico deben aplicar cuidadosamente el programa de entrenamiento basado en el jugador individual, ya que trabajos anteriores han demostrado que un nivel mínimo de fuerza máxima en las extremidades inferiores es necesario para que el entrenamiento pliométrico tenga un efecto sobre la capacidad de COD.