El re-calentamiento, ¿por qué no se hace?
Publicado 15 de septiembre de 2016, 15:59
Son numerosos los deportes que presentan dos o más partes de juego prolongadas en el tiempo (30-45 mins) separadas por descansos de una duración que oscila entre los 10-20 minutos (Russell et al., 2015).
¿Y qué pasa después de los descansos?
El análisis minucioso de la actividad de los jugadores durante un partido ha revelado datos interesantes respecto a lo que sucede en los primeros instantes del segundo tiempo, inmediatamente después del descanso. Tradicionalmente el estudio se ha realizado analizando periodos de 15 minutos de duración, encontrando varios trabajos (Bradley, Sheldon, Wooster, Olsen Boanas, & Krustrup, 2009; Weston, Batterham, Castagna, Portas, Barnes, Harley, & Lovell, 2011) descensos significativos de la actividad respecto a la actividad del primer cuarto de hora de partido, tanto en los jugadores como en los árbitros, aumentando en la segunda parte también la distancia al balón de los árbitros.
Figura 1. Distancia recorrida a alta velocidad y sprint en el primer cuarto de hora de la primera parte (0-15 minutos) y de la segunda parte. Adaptado de Weston et al. (2011).
Así, Lovell, Barrett, Portas, & Weston (2013) encuentran como la actividad (distancia total recorrida, distancia recorrida a baja velocidad y distancia recorrida a alta velocidad) en los 5 minutos posteriores al descanso (totalmente pasivo de 15 minutos de duración) es significativamente menor respecto a los valores obtenidos en la media de la primera parte y en diferentes periodos posteriores de la segunda parte, datos que sugieren que el descenso clásico encontrado en los primeros 15 minutos, puede estar fuertemente influenciado por la actividad en los instantes iniciales. Estos resultados pueden parecer sugerirnos la necesidad de un pequeño re-calentamiento antes del comienzo de la segunda parte.
Figura 2. Distancias recorridas por minuto de juego total (a), a baja velocidad (b) y a alta velocidad (c) en diferentes periodos del partido. Tomado de Lovell et al. (2013).
El recalentamiento
Además de las estrategias pasivas de mantenimiento de la temperatura (de cierta efectividad ya mostrada en la literatura científica) se ha investigado el posible efecto potenciador de introducir actividad de recalentamiento. Así, Zois, Bishop, Fairweather, Ball, & Aughey (2013) compararon el efecto agudo de un descanso pasivo, de 5 minutos de carrera más 5 RM de prensa de pierna y de 5 mins de carrera más 2 minutos de juego de posesión de 2 contra 2. Los resultados indican que los jugadores que realizaron la propuesta pasiva no mejoraron su rendimiento, incluso sufrieron empeoramientos significativos en algunas capacidades, mientras que los sujetos que realizaron la propuesta de 5RM obtuvieron mejoras en diferentes variables asociadas a la velocidad de desplazamiento y del salto. Cabe destacar que cuando se realizó la propuesta del juego reducido, se mejoró un test de pases, por lo que los autores concluyen que incluir ambas actividades (un trabajo de alta carga en sobrecarga y un trabajo donde el jugador se relacione con el balón), puede mejorar el rendimiento de los jugadores (Zois et al., 2013).
Por esta línea, Edholm, Krustrup & Randers (2014) encuentran a través de un calentamiento de 7 minutos de duración y baja intensidad como se atenúan los empeoramientos del rendimiento respecto a los valores obtenidos antes del inicio del partido. De forma concreta, el sprint disminuye un 3% después de la primera parte respect al valor obtenido antes de iniciar el partido. La introducción del recalentamiento durante el descanso mantiene el nivel de rendimiento (descenso del 3%), mientras que no recalentar empeora el rendimiento otro 2,6% más.
Con el salto sucede algo parecido. A pesar de que el salto se mantiene después de la primera parte, no recalentar provoca un descenso de hasta el 7%, mientras que el recalentamiento provoca pérdidas de únicamente el 3% respecto al valor obtenido antes de comenzar el encuentro. Estos resultados se han justificado principalmente en un descenso de la actividad muscular de 1.5-2.0ºC producido durante el descanso del partido (Mohr, Krustrup, Bangsbo, 2005), disminuyendo la capacidad de sprint un 2,4% del jugador de fútbol tras ese descenso de temperatura.
Figura 3. Temperatura muscular en diferentes momentos del partido. Tomado de Mohr et al. (2005).
Un estudio interesante es el mostrado por Towlson, Midgley & Lovell (2013), en el que se detallan algunas de las justificaciones que reportan técnicos de élite para no realizer re-calentamiento, a pesar de los supuestos beneficios físico-fisiológicos que entraña dicha propuesta.
Figura 4. Resumen de las justificaciones de los técnicos para no realizar actividades de re-calentamiento. Adaptado de Towlson et al. (2013).
Por tanto, las investigaciones realizadas en los últimos años sugieren realizar una serie de cambios en esta estructura de calentamiento. Así, el modelo propuesto por estos mismos autores en su revisión sobre las estrategias de recalentamiento sugiere una serie de novedades, resumidas en la Figura 4.
Figura 4. Modelo propuesto para el tiempo de descanso y su temporización. Adaptado de Russell et al. (2015).
Referencias
Bradley, P.S., Sheldon, W., Wooster, B., Olsen P., Boanas, P., & Krustrup, P. (2009). High-intensity running in English FA Premier League soccer matches. J Sports Sci, 27:159–168.
Edholm, P., Krustrup, P., & Randers, M.B. (2014). Half-time re-warm up increases performance capacity in male elite soccer players. Scand J Med Sci Sports. doi: 10.1111/sms.12236. [Epub ahead of print]
Lovell, R., Barrett, S., Portas, M., & Weston, M. (2013). Re-examination of the post half-time reduction in soccer work-rate. Journal of Science and Medicine in Sport, 16(3):250-4. doi: 10.1016/j.jsams.2012.06.004.
Mohr, M., Krustrup, P., Bangsbo, J. (2005). Fatigue in soccer: a brief review. J Sports Sci, 23(6):593-9.
Russell, M., West, D.J., Harper, L.D., Cook ,C.J., & Kilduff, L.P. (2015). Half-time strategies to enhance second-half performance in team-sports players: a review and recommendations. Sports Med, 45(3):353-64.
Towlson, C., Midgley, A.W., & Lovell, R. (2013). Warm-up strategies of professional soccer players: practitioners' perspectives. J Sports Sci, 31(13):1393-401.
Weston, M., Batterham, A.M., Castagna, C., Portas, M.D., Barnes, C., Harley, J., & Lovell, R.J. (2011). Reduction in physical match performance at the start of the second half in elite soccer. Int J Sports Physiol Perform. 2011 Jun;6(2):174-82.
Zois, J., Bishop, D., Fairweather, I., Ball, K., & Aughey, R.J. (2013). High-intensity re-warm-ups enhance soccer performance. Int J Sports Med, 34(9):800-5.