El “tirante musculador” como medio de trabajo neuromuscular

Publicado 12 de febrero de 2014, 9:18

El “tirante musculador” como medio de trabajo neuromuscular

Autores: Carlos Lloret Michán/Guillermo Peña/Juan R. Heredia

El uso de diferentes medios de trabajo neuromuscular es habitual en el ámbito deportivo, del Fitness y la rehabilitación. Sin embargo, el uso indiscriminado de muchos de dichos medios por distintas poblaciones deportistas y no deportistas no siempre responde a constatados criterios de seguridad y eficacia, como a continuación veremos.

La mayoría de estos medios de entrenamiento en constante aparición (tirantes en suspensión, dispositivos desestabilizadores, plataformas vibratorias, etc.) suelen proceder de contextos relacionados con el deporte o la recuperación funcional que, tras un tiempo de aplicación, terminan por ser transferidos sin más a otros contextos como los centros de Fitness. Recomendamos en este sentido la lectura de anteriores entradas del blog (entrada1; entrada 2; entrada 3).

En esta ocasión queremos analizar uno de esos medios de entrenamiento: el Tirante Musculador™ (TM), también conocido como “Tirante ruso” o “Eccentric brace”. Fácilmente podemos encontrar información divulgativa no científica sobre este dispositivo, donde se recomienda su utilización como una opción de entrenamiento “revolucionaria”. Sin embargo, conocemos muy pocos estudios científicos de intervención con este medio de entrenamiento [1, 2, 3, 4].

El TM fue desarrollado en la antigua URSS y utilizado en el entrenamiento de los atletas de dicho país. Con unas ligeras modificaciones, fue introducido en España por Hans Ruf, entrenador de la selección española de atletismo [1], quién tiene su patente. En la misma se define el TM como un medio para desarrollar la musculatura del cuádriceps, isquiotibiales, glúteos, lumbares y cervicales de forma excéntrica, esto es, de forma que se produce simultáneamente el alargamiento y el fortalecimiento muscular [5].

Según algunas fuentes, el TM se ha convertido en una herramienta fundamental en el entrenamiento de la fuerza de numerosas especialidades deportivas, debido a su facilidad de uso y a su bajo coste de adquisición y mantenimiento [2]. Si bien es cierto que en la actualidad su uso está fundamentalmente destinado al trabajo excéntrico, en un principio también se utilizó como medio de entrenamiento isométrico [1], e incluso se ha utilizado en superposición a vibraciones mecánicas [6]. Más recientemente se ha revisado su aplicación al entrenamiento dinámico [1, 2, 3, 4].

Aparentemente, el principal beneficio de su uso es la seguridad con la que permite desarrollar el sistema musculo-tendinoso con un bajo riesgo de lesión [1], debido fundamentalmente a las adaptaciones producidas ante la aplicación de la fase excéntrica del ejercicio. Y es que la tensión generada por las fibras musculares al alargarse (trabajo negativo o excéntrico) es considerablemente mayor que cuando éstas se acortan (trabajo positivo o concéntrico) [7].



Por otra parte la literatura científica también nos aporta una gran cantidad de estudios que apoyan el uso del ejercicio en activación excéntrica con distintos medios tanto para la prevención como la rehabilitación de lesiones [8, 9, 10, 11, 12, 13, 14]. Por ejemplo, el trabajo llevado a cabo por Lorenz y Reiman (2011) sobre el uso del ejercicio excéntrico en la rehabilitación de lesiones en el deporte concluye que éste conlleva menor consumo de oxígeno, mayor producción de fuerza y un menor gasto de energía que el llevado a cabo de forma concéntrica [8]. Otro reciente estudio llevado a cabo por el profesor Vera-García y colaboradores (2013) analizó la ratio entre la fuerza excéntrica de la musculatura flexora de la rodilla y la fuerza cóncentrica de la musculatura extensora para determinar el riesgo de lesión isquiosural en jugadores de fútbol, concluyendo que ratios inferiores a 1,0 junto con otra serie de factores de riesgo podrían determinar un desequilibrio entre la musculatura flexora y extensora de rodilla y el consecuente aumento del riesgo de lesión [15].

Fundamentalmente por todas estas razones el ejercicio en activación excéntrica está considerado una opción de trabajo ampliamente recomendada para la rehabilitación de muchas lesiones así como para la prevención de las mismas mediante el correcto acondicionamiento neuromuscular.

Además del TM, existen en el mercado otros dispositivos que utilizan el ejercicio excéntrico (p.e.: Flywheel yo-yo, Versa Pulley). Pero quizás el principal beneficio del uso del TM con respecto a los demás dispositivos sea su relación eficacia-bajo costo económico. Además, según Tous (2005) algunas de las ventajas del uso del TM son [3]:

- Se centra en el trabajo de determinada musculatura “problemática” como el recto anterior del cuádriceps y la musculatura isquiosural.

- Induce tensión activa de estiramiento.

- Permite la extensión completa de la cadera, necesaria para alcanzar dichas tensiones e involucrar de forma activa al recto anterior del cuádriceps. Así, ejercicios con pesos libres, squats o extensiones en prensa, no permiten una extensión tal, la cual es necesaria para lograr la correcta función biarticular de dicha musculatura.

- Estudios electromiográficos han encontrado una actividad similar en los vastos delcuádriceps al comparar este ejercicio con una sentadilla media con 150 kg, con la diferencia de que con el TM el recto anterior se activa mucho más. Además, se debe tener en cuenta que este músculo se lesiona desproporcionadamente con respecto a los vastos del cuádriceps (mono-articulares).

Por otro lado, el TM nos permite realizar variedad de ejercicios de carácter neuromuscular. Uno de los más utilizados es el squat, con o sin carga adicional, para el acondicionamiento de la musculatura extensora de la rodilla. A este respecto, queremos destacar los trabajos llevados a cabo por el profesor y miembro del IICEFS Marzo Edir Da Silva y colaboradores [1, 2] en los que se compararon la flexo-extensión de rodilla con TM y el ejercicio de medio squat con distintas intensidades (% 1RM). La comparativa se realizó mediante análisis electromiográfico (EMG) y percepción subjetiva de esfuerzo (RPE), comparando ambos ejercicios “por pares” de la siguiente forma:

  • ½ squat + carga 50% 1RM --------Flex-ext tirante sin carga

  • ½ squat + carga 60% 1RM --------Flex-ext tirante + carga 10 kg.

  • ½ squat + carga 70% 1RM --------Flex-ext tirante + carga 20 kg.

Como se puede apreciar en las gráficas a partir de los resultados obtenidos de dicho estudio, no se encontraron diferencias significativas entre ambas propuestas de ejercicios para ninguna de las intensidades (pares) ni en ninguno de los niveles analizados mediante EMG y RPE. A partir de estos hallazgos los autores concluyeron que el hecho de producir respuestas neuromusculares equivalentes al medio squat pero sin sobrecarga para la columna vertebral presupone que el TM puede ser utilizado de manera eficaz como sustituto o alternativa del entrenamiento convencional con resistencias externas en los casos en los que exista vulnerabilidad para la columna vertebral.

Estas conclusiones nos parecen de gran relevancia, ya que si podemos disponer de un medio de entrenamiento eficaz a la par que seguro (al no producir elevado estrés sobre las estructuras pasivas del raquis en este caso) el TM puede ser una buena alternativa a otros ejercicios tradicionales de fuerza.

Finalmente, la dosis de ejercicio propuesta (volumen, intensidad, densidad, etc.) así como la adecuada selección y ejecución de los ejercicios determinará la verdadera utilidad, seguridad y eficacia del TM como medio alternativo de entrenamiento.



No queremos acabar sin decir también que existen opiniones que argumentan que el uso del TM podría provocar el denominado efecto de “cajón anterior” sobre la articulación de la rodilla. Este efecto se produce debido al desplazamiento anterior de los platillos tibiales con respecto a los cóndilos femorales, con la consiguiente tracción que esto produce sobre el ligamento cruzado anterior de esta articulación y el posible desarrollo de laxitud articular [16]. Sin embargo, a fecha de hoy no conocemos la existencia de trabajos publicados que hayan podido constatar esta cuestión.

No obstante, y teniendo en cuenta las fuentes revisadas, el uso del TM parece ser una buena alternativa o complemento para el acondicionamiento neuromuscular con aplicación deportiva, preventiva y rehabilitadora de lesiones de las extremidades inferiores (musculatura flexo-extensora de rodilla y cadera).


Bibliografía.

1. Da Silva ME, PadullésJM, Núñez V, Vaamonde D, Viana B, Gómez JR, Lancho JL. Análisis electromiográfico y de percepción de esfuerzo del Tirante Musculador con respecto al ejercicio medio squat.Apuntes de Educación Física y Deportes. 2005; 4º trimestre; 45-52.

2. Da Silva ME, PadullésJM, Núñez V, Viana B, Gómez JR, Lancho JL. Análisis de EMG del Tirante Musculador en comparación con el de media sentadilla.Archivos de Medicina del Deporte. 2004; Ene-Feb; 99 (vol XXI: 1).

3. Tous J. Strength training at F.C. Barcelona. Insight Live. 2005; 11.

4. Acosta ER. Comparación del método pliométrico y el tirante musculador para el desarrollo de la capacidad de salto en mujeres voleibolistas de Bogotá [Tesis doctoral]. Manizales: Universidad Autónoma de Manizales. Maestría en Intervención Integral del Deportista. Primera Cohorte, 2011.

5. Ruf J. Patente Tirante Musculador. Oficina Española de Patentes y Marcas. 2001. España.

6. García-Manso JM, Vázquez I, Hernández R, Tous J. Efectos de dos métodos de entrenamiento de fuerza sobre la musculatura extensora de la articulación de la rodilla. Apunts Medicina Deportiva. 2002; 139: 15-22.

7. Maganaris CN, Narici MV, Almekinders LC, Maffulli N. Biomechanics and Pathophysiology of overuse tendon injuries: ideas on insertional tendinopathy. Sports Medicine. 2004; 34: 1005-1017.

8. Lorenz D, Reiman N. The role and implementation of eccentric training in athletic rehabilitation: tendinopathy, hamstring strains and ACL reconstruction. The International Journal of Sports Physical Therapy. 2011; 6(2): 27-44.

9. Hibbert O, Cheong K, Grant A, Beers A, Moizumi T. A systematic review of the effectiveness of eccentric strength training in the prevention of hamstring muscle strain in otherwise healthy individuals. North American Journal of Sports Physical Therapy. 2008; 3(2).

10. Eapen C, Nayak CD, Zulfeequer CP. Effect of eccentric isotonic quadriceps muscle exercises on patellofemoral pain syndrome: An exploratory pilot study. Asian Journal of Sports Medicine. 2011; 2(4): 227-234

11. Hafez AR, Zakaria A, Buragadda S. Eccentric versus Concentric contraction of quadriceps muscles in treatment of condromalacia patellae. World Journal of Medical Sciences. 2012; 7(3): 197-203.

12. Fútbol Club Barcelona. Servicio Médico. Guía de práctica clínica de las tendinopatías: diagnóstico, tratamiento y prevención. Apuntes de Medicina del Deporte. 2012; 47(126): 143-168.

13. Schmidt B, Tyler T, McHugh M. Hamstring injury rehabilitation and prevention of reinjury using lengthened state eccentric training: A new concept. The International Journal of Sports Physical Therapy. 2012; 7(3): 333.

14. Roig M, Shadgan B, Reid WD. Eccentric exercise in patients with chronic health conditions: a systematic review. Physioter Can. 2008; 60: 146-160.

15. Vera FJ, Moreno V, Barbado D, Juan C, Quesada CM. The use of isokinetic dynamometry to establish risk profiles of hamstring injury in professional football players. International Journal of Sport Science. 2013; 9(34): 333-341.

16. Logerstedt D, Snyder-Mackler L, Ritter RC, Axe MJ, Godges JJ. Knee stability and movement
coordination impairments: Knee ligament sprain. Journal Orthop Sports Phys Ther. 2010; 40(4).