Entrenamiento Físico: Una disciplina científica

Publicado 7 de marzo de 2016, 20:41

Entrenamiento Físico: Una disciplina científica

Cuando nos vemos sumergidos cada vez más en las teorías, tesis y propuestas de diferentes autores del entrenamiento físico, tanto a nivel deportivo como para la salud, nos encontramos con paradigmas propios de diferentes escuelas de pensamiento que no hacen más que poner al lector en una posición algo desconfiada y/o abultada de un dogmatismo irracional. “Por que <> es por definición toda opinión no confirmada de la que no se exige verificación por que se le supone verdadera y, más aún, se la supone fuente de verdades ordinarias” (Bunge, 1957) Aún se cree que la manera correcta de decidir el valor de la verdad de un enunciado, es someterlo a la prueba de algún texto: es decir verificar si, es compatible con (o deducible de) frases más o menos celebres tenidas por verdades eternas, o sea, principios infalibles de alguna escuela de pensamiento. Dichas escuelas (Cuadro 1) han ido evolucionando y cada vez mas utilizan la ciencia con el fin de aportar a los entrenadores y profesionales relacionados al campo, un punto de partida para poder abordar de manera responsable la programación y planificación de las cargas; sin embargo, la teoría y metodología del entrenamiento aun no cumple con todos los niveles de evidencia adecuados para poder llegar a una conclusión definitiva, es por ello que debe surgir la necesidad por parte de los profesionales de contrastar dicha información con ciencias como la fisiología del esfuerzo, la biomecánica, la psicología, la pedagogía, entre otras. Ya que el entrenamiento físico desde todo espectro (deporte-salud) funciona, no solo como una enseñanza académica, magistral, intelectualista, sino como un aprendizaje vivencial activo, participante y por sobre todo practico. En rigor, la investigación y la teoría que se origina a partir de ella no solo debe contemplar una cara de la moneda (practica-teorización) sino mas bien ponerla a girar para así, poder ver constantemente las dos posiciones.

Cuadro 1. Nacimiento de escuelas durante el periodo científico con estilos diferentes de enfocar el proceso de entrenamiento deportivo. Fuente: Métodos y Principios del Entrenamiento (Forteza de la Rosa)

Partiendo de lo anteriormente expuesto, iremos entonces al caso particular de los llamados “métodos del entrenamiento en la fuerza”, ya que resulta bastante llamativo como se intenta en un esfuerzo propio del que lo practica y hasta lo predica, esquematizarlo en un contexto casi milagroso o único que no tiene más debate. La realidad de la práctica que rodea estos métodos ha convertido las propuestas e ideas de grandes autores en verdades absolutas e indiscutibles, casi cercano a una fórmula mágica, <<10x10>> (Zatsiorsky, 1995; Cometti, 1989), <<3x3>> (Brzycki, 1996) que en el campo de lo estético (hipertrofia-tono) pretende poner uno por encima de otro, y que a único modo de seleccionar el más conveniente para un entrenado, es determinar nada más que el criterio de novato inexperto o atleta elite. “Un caso no hace la evidencia, y más aún si tiene el sesgo de ser propio.” (Arévalo, 2014)

Lo que más preocupa en el ámbito de la salud es ver como de forma indiscriminada se prescribe dichos métodos tomando propuestas y teorías basadas en el campo del rendimiento deportivo, o lo que es peor tomándolo desde lo especulativo. “En el sector del ejercicio físico para la salud son aplicados, al tiempo que van surgiendo a lo largo del tiempo constantes propuestas de métodos de entrenamiento de la fuerza que bien proceden o poseen una gran influencia de diversos ámbitos (la kinesiología, fisioterapia, medicina del deporte, entrenamiento deportivo, culturismo, powerlifting y un largo etc.) y que en muchos caso son extrapolados y aplicados con mayor o menor acierto y además utilizando una terminología o definiciones que pueden generar cierta confusión”. (Heredia, Peña, Isidro, Mata, Grigoletto, 2014).

Durante este proceso evolutivo, el campo de la metodología ha sido muy utilizado como manera de darle un orden lógico a la praxis. Es más bien planificar para poder ejecutar sin riesgos de error, es por esto que no sería prudente caracterizar a los métodos de la fuerza simplemente como un renglón de la prescripción del esfuerzo, sino más bien como la estructura completa de dosificación del entrenamiento que se plantea con antelación a la ejecución por parte del participante. Sería como si nos refiriéramos a la metodología de la investigación, y pensáramos exclusivamente en la observación y evaluación de fenómenos, o simplemente en la fase experimental, es decir, que si el termino <> se encuentra implícito dentro de cualquier contexto que desarrollemos, esto nos llevara inevitablemente al modo de hacer las cosas con orden.

Siguiendo a Forteza (1988) Berger; Minos, (1990) “Cualquiera que sea la magnitud de ejercicios de entrenamiento que se vaya a aplicar al deportista, tendremos que utilizar una u otra forma de ejercitación, aquí es donde encontramos una de las categorías pedagógicas fundamentales <>, que planificados longitudinalmente adquieren la categoría de Sistemas Metodológicos.”

Dichos sistemas son más bien una forma de intentar agrupar los tipos de esfuerzos por medio de las características tensiónales del musculo. Esto es desde Zatsiorsky (1966) tres métodos de desarrollo de la fuerza: Esfuerzos máximos, Esfuerzos repetidos y Esfuerzos dinámicos. Así mismo, Nacleiro (2007) los referencia como: Método de esfuerzos continuos alternado con pausas, Métodos de esfuerzos únicos y máximos y Métodos de esfuerzos fraccionados. Bajo estas organizaciones se busca entonces una forma de atribuirle a una dirección de la fuerza o un objetivo especifico, un grupo de métodos que se encarguen de mejorarlo. Esto realmente para nuestro entendimiento no sería la forma concreta de desarrollar un objetivo físico como la hipertrofia, ya que esta no depende directamente de solo un tipo de trabajo muscular sino más bien como un conjunto de manifestaciones de la fuerza que se programa a lo largo de un tiempo mas o menos prudente dependiendo directamente de la evaluación que se haga al participante.

Resulta entonces que no sería responsable atribuirle a un individuo una cantidad de series por repeticiones con un grupo de ejercicios pre establecidos, con el único fin de obtener un reducido estimulo de fuerza. Ya que elementos como la selección de ejercicios con su orden respectivo, realmente será el resultado consecuente de la dosis del esfuerzo, que al mismo tiempo va a depender de una cascada de información y variables venidas del mecanismo evaluativo y diagnostico, es decir que no podemos pensar en x, y , z; sin haber pasado por el a, b, c. Es precisamente lo que pretenderemos en la entrega del próximo Taller de Antropometría, Nutrición y Entrenamiento para la Hipertrofia; plantearemos una revisión de los principales aspectos metodológicos de la fuerza en la aplicación de un programa de entrenamiento físico, reconociendo propuestas, posturas y modificaciones que surgen en el proceso evolutivo del entrenamiento deportivo y sus escuelas con tendencias especiales acordes a los intereses de rendimiento atlético, y con su consecuente aplicación al medio del ejercicio físico para la salud (Fitness) en el marco de un programa de acondicionamiento neuromuscular. Todo lo anterior visto desde la óptica del desarrollo y aumento de la masa muscular.

Referencias

  • Bunge, M. (1957). La ciencia. Su método y su filosofía. Revista Digital Ciencia e Investigación. Prensa científica. Barcelona, España.
  • Cometti, G. (1990). Los métodos modernos de musculación. 4ª Edición. Editorial Paidotribo. Barcelona. España.
  • Forteza, A. (2002). Entrenamiento Deportivo, ciencia e innovación tecnológica. Editorial Científico Técnica. La Habana
  • García, J.M.; Navarro, M,; Ruiz, J.A. (2002) Bases teóricas del entrenamiento deportivo. Principios y aplicaciones. Editorial Gymnos. Madrid
  • González-Badillo, J.J.; Ribas Serna, J. (2002) Bases de la programación del entrenamiento de la fuerza. INDE. Barcelona
  • Heredia, J.M.; Peña, G.; Isidro, F.; Mata, F.; Grigoletto, M. (2014) Métodos de entrenamiento de la fuerza para la salud: revisión y actualización. Revista Digital EF Deportes, Numero 198.
  • Nacleiro, F. (2005) Entrenamiento de fuerza y prescripción de ejercicio en Jiménez, A. (Coord.). Personal training. Entrenamiento Personal. Bases, fundamentos y aplicaciones. Editorial Inde. Barcelona, España.
  • Zatsiorsky, V. (1966). Les qualities physiques du sporfit, en traducción INS.