Factores determinantes biomecánicos, antropométricos, y psicológicos de la fuerza de sentadilla

Publicado 5 de noviembre de 2019, 23:58

Factores determinantes biomecánicos, antropométricos, y psicológicos de la fuerza de sentadilla

En 1956, Lietzke reportó una fuerte relación entre la masa corporal y la fuerza. Desde entonces, varios autores han usado la escala alométrica para predecir la fuerza en una variedad de ejercicios para deportes de fuerza diferentes. Los estudios de modelos estadísticos más simplistas han investigado la relación entre la fuerza y la masa libre de grasa, el tamaño del músculo, y la masa muscular; en los 3 casos, allí parece haber una fuerte relación con el rendimiento de la sentadilla. Hay limitaciones, sin embargo, a esos estudios. El trabajo previo ha usado muestras homogéneas principalmente; las relaciones en las poblaciones heterogéneas deben ser determinadas. Cómo otros factores, como la heterogeneidad en la longitud del miembro y la altura—lo que probablemente podría impactar en los brazos de momento de la resistencia—afectan el escalamiento, es ambiguo. El tipo de entrenamiento y las diferencias interindividuales en los brazos de momento del músculo y las características arquitectónicas pueden mediar, y así confundir, la relación entre el tamaño del músculo y la fuerza. Finalmente, la suposición de que la masa esquelética aumenta proporcionalmente con otra masa del tejido implícita en la escala alométrica, es cuestionable en poblaciones heterogéneas.

Un factor determinante de la fuerza menos a menudo discutido es el fenómeno psicológico conocido como la auto-eficacia, o la “convicción de que uno puede ejecutar con éxito el comportamiento requerido para producir (un resultado)”. El rol de lauto-eficacia en la fuerza y el rendimiento físico ha sido mucho tiempo establecido. Nelson y Furst (1972) investigaron los efectos de la fuerza real vs la expectante sobre el rendimiento de lucha libre de los brazos en estudiantes de la universidad y encontraron que la fuerza expectante, en lugar de la fuerza real, era un mejor determinante del rendimiento; estudios fueron conducidos después de este gran rol de la auto-eficacia como factor determinante de fuerza. Recientemente, Slimani y Che´our (2016) encontraron que los cambios en la fuerza y “la potencia muscular,” incluyendo la fuerza de media sentadilla, se correlacionaron fuertemente con los cambios en la auto-eficacia (r = 0.75–0.84). Hay,por lo tanto, una razón fuerte para el rol de la auto-eficacia como factor determinante de la fuerza de la sentadilla máxima, pero el rol de la autoeficacia respecto a las variables biomecánicas son desconocidas. La sentadilla con barra atrás es uno de los ejercicios más populares, favorablemente considerado, y bien investigado en el entrenamiento de la fuerza y el acondicionamiento. No sólo tiene aplicaciones importantes para el rendimiento deportivo, sino también se usa a menudo en el ambiente de la rehabilitación. Por consiguiente, su biomecánica —que va desde la cinética y cinemática a nivel articular hasta las fuerzas internas y contribuciones musculares—ha sido bien estudiada; sin embargo, los factores determinantes de la fuerza de la sentadilla son menos comprendidos. Para realizar la sentadilla con barra atrás, la cadera, la rodilla, y los músculos extensores espinales deben superar momentos de flexión externos grandes. Recientemente, fue indicado que la incapacidad para superar estos momentos es lo a que lleva al “fallo”, pero la articulación responsable puede ser individual durante el rendimiento del movimiento. Aunque mecánicamente esto es irrefutable, se plantean preguntas sobre si la misma articulación es el cuello de botella en cada intento para cada individuo. Si los eslabones débiles (es decir, las articulaciones) son similar entre los individuos, ciertos ejercicios que utilizan una única articulación pueden tener una mejor transferencia que otros (por ejemplo, ejercicios focalizados en la extensión de rodillas vs caderas). Por lo tanto, Andrew D. Vigotsky de la Northwestern University (EEUU) recientemente llevó a cabo un estudio, cuyo propósito fue mejorar el conocimiento de los roles relativos que los factores biomecánicos, antropométricos, y psicológicos juegan al predecir la fuerza máxima de la sentadilla con barra atrás a través del uso de un análisis de regresión. Se formuló la hipótesis de que todos los 3 factores tendrían contribuciones predictivas similares para la fuerza de la sentadilla con barra atrás.

Veintiún participantes universitarios (varones = 14; mujeres = 7; edad = 23±3 años) fueron reclutados al laboratorio para 2 visitas. La primera visita consistió en la evaluación de la sentadilla con barra atrás y su 1MR y las variables antropométricas y psicométricas. En la segunda visita, los participantes realizaron una evaluación en dinamometría isométrica para la rodilla, cadera, y músculos extensores espinales en un punto de posición específica. Se usaron correlaciones y la regresión lineal múltiple para investigar las relaciones individuales y combinadas entre las variables biomecánicas, antropométricas, y psicológicas y la 1MR de sentadilla.



La regresión múltiple reveló sólo 1 factor determinante estadísticamente predictivo: la masa libre de grasa normalizada a la altura (estimación estandarizada ±SE =0.6±0.3; t(16)=2.28; p = 0.037). Los coeficientes de correlación para las variables individuales y la 1MR de sentadilla fue de r =-0.79 a 0.83, con predictores biomecánicos, antropométricos, experimentales, y de sexo, mostrando relaciones más fuertes, y variables psicológicas mostrando relaciones más débiles.

Estos datos indican que la fuerza de la sentadilla con barra atrás en una población heterogénea es multifactorial y está más relacionada al físico en lugar de variables psicológicas.

APLICACIONES PRÁCTICAS

Después de examinar los factores psicológicos, antropométricos, y biomecánicos, se ha encontrado que la fuerza de sentadilla se puede predecir principalmente sobre las variables antropométricas (la masa libre de grasa respecto a la altura), y en una población heterogénea, las variables biomecánicas y psicológicas parecen jugar roles secundarios. Los científicos pueden aplicar estos resultados exploratorios en investigaciones con hipótesis conducidas; es decir, para entender si estas medidas transversales se sostienen longitudinalmente. Prácticamente, estos resultados confirman la importancia de las clases de peso en los deportes de fuerza y también proporcionan un entendimiento mejor de la fuerza de la sentadilla con barra atrás a los practicantes.