Función endotelial y ejercicio físico
Publicado 24 de febrero de 2013, 16:21
J.M. Fernández, F. Fuentes-Jiménez y J. López-Miranda
La función endotelial es un factor clave en la conservación de la salud vascular, que además sirve como marcador clínico para pronosticar el desarrollo y/o resultado de la arteriosclerosis y la enfermedad cardiovascular. En individuos saludables, el ejercicio físico es un estímulo capaz de mejorar la función del endotelio sano, siendo por ello una estrategia de gran relevancia en medicina preventiva. Por otro lado, en pacientes con riesgo cardiovascular incrementado o patología cardiaca crónica, las estrategias farmacológicas
actuales de tratamiento sólo corrigen ligeramente la disfunción endotelial, mientras que el entrenamiento sistemático con ejercicio físico restituye de forma efectiva gran parte de la función endotelial. Este efecto del ejercicio se relacionaría con el estímulo metabólico y mecánico que provoca el propio esfuerzo físico y que conduce a una mayor producción y/o biodisponibilidad de óxido nítrico, el principal factor vasodilatador dependiente del endotelio. Sin embargo, debido a la gran variabilidad en la duración e intensidad de los protocolos experimentales, así como en las propias modalidades de ejercicio investigado (ejercicios aeróbicos continuos o discontinuos o ejercicios de fuerza) existe una gran cantidad de evidencias científicas que precisan ser analizadas en forma sistemática y ordenada. Por ello el objetivo de esta revisión es resumir los principales fenómenos que pueden explicar la mejora de la función endotelial observada después de una sesión aguda o de un programa sistemático de ejercicio físico, tanto en individuos sanos, como en aquellos con riesgo cardiometabólico o enfermedad cardiovascular