La Carga de Entrenamiento

Publicado 7 de agosto de 2014, 17:53

La Carga de Entrenamiento

De forma simplificada, podemos entender el entrenamiento como un proceso en el que el deportista es sometido a estímulos conocidos y planificados (cargas) que provocan en él/ella una fatiga controlada que, tras los suficientes y adecuados procesos de recuperación, conllevan una mejora del rendimiento deportivo específico para cada disciplina deportiva (Figura 1) (García et al., 1996).



Pero hay que tener muy en cuenta que el concepto "más es mejor" no es el criterio a seguir para un entrenamiento eficaz. Si la carga de entrenamiento sobrepasa el nivel de rendimiento individual y agota las reservas de adaptación del organismo, el resultado será negativo. Y al revés, si la carga no tiene suficiente entidad, tampoco producirá la reacción de adaptación buscada y por tanto no habrá progreso (Vélez, 2007) (Figura 2).



La carga de entrenamiento se explica como la cantidad de efectos que tiene el esfuerzo realizado sobre el estado funcional del deportista(Zintl, 1991). Estas cargas, o mejor dicho, sus efectos, provocan cambios a nivel celular que están relacionados con la síntesis de proteínas estructurales y con el aumento de las enzimas que catalizan las vías metabólicas más importantes (Viru & Viru, 2003). De estas definiciones se desprende una tercera, más integradora, que considera que la carga que soportan los jugadores, ya sea en un entrenamiento o durante una competición, es el “conjunto de exigencias psicológicas y biológicas (carga interna o real) provocadas por las actividades de entrenamiento [o competición] (carga externa o propuesta)”(González-Badillo & Ribas, 2002) (Figura 3).



Los efectos de la carga externa dependerán de los componentes de la misma: naturaleza, magnitud, orientación y organización (Figura 4)(Navarro, 2003).



A continuación presentamos las definiciones de cada componente recogidas por Navarro (2003).

La naturaleza de la carga implica lo que se va a trabajar. Viene determinada por el nivel de especificidad y el potencial de entrenamiento (Verkhoshansky & Siff, 2000). El nivel de especificidad indica la mayor o menor similitud del ejercicio con la manifestación propia del gesto durante la competición. En función del nivel de especificidad de la carga, la carga de entrenamiento se ha clasificado tradicionalmente como carga general o carga específica (encontramos también propuestas con subniveles). El potencial de entrenamiento es la forma en que la carga estimula la condición del deportista, y ésta se reduce con el incremento de la capacidad de rendimiento, por lo que es necesario variar los ejercicios y/o su intensidad para seguir progresando.

La magnitud de la carga es el aspecto cuantitativo del estímulo utilizado en el entrenamiento y está determinada por el volumen, la intensidad, la duración, la frecuencia y la densidad del entrenamiento exigidos al deportistas(Verkhoshansky & Siff, 2000). El volumen de la carga es la medida cuantitativa de las cargas de entrenamiento de diferente orientación funcional que se desarrollan en una unidad o ciclo de entrenamiento. Puede ser global, cuando se cuantifica el volumen de todas las cargas de diferente orientación funcional, o parcial, si el volumen de la carga se refiere a un determinado tipo de entrenamiento con una orientación funcional determinada. La intensidad de la carga se entiende como el aspecto cualitativo de la carga, llevada a cabo en un período determinado de tiempo (Bompa, 2003).De este modo, a mayor trabajo realizado por unidad de tiempo, mayor será la intensidad. La duración de la carga es el período de influencia de un solo estímulo, o un período más largo en el que se trabaja con cargas de una misma orientación(Verkhoshansky & Siff, 2000).

La orientación de la carga está definida por la calidad o capacidad que es potenciada (en el plano físico, técnico, táctico, o psicológico) y por la fuente energética solicitada de forma predominante. Esta orientación puede clasificarse en: selectiva y compleja. La carga es selectiva cuando incide en una determinada capacidad y, en concordancia, en un determinado sistema funcional. Una carga es compleja cuando se solicitan diferentes capacidades y diferentes sistemas funcionales. En este caso, es importante tener en cuenta las alternativas de combinación de las cargas de diferente orientación en un orden tal que se produzca interacción positiva entre ellas.

La organización de la carga consiste en la sistematización de la carga en un periodo de tiempo dado para conseguir un efecto acumulado positivo de las cargas de diferente orientación. Se deben atender dos aspectos: la distribución de las cargas en el tiempo y la interconexión de las cargas(Verkhoshansky & Siff, 2000). La distribución de las cargas en el tiempo es la forma en que se colocan las diferentes cargas en una sesión, día, microciclo, mesociclo o macrociclo. Si las cargas se distribuyen con una única orientación funcional, los medios de entrenamiento se pueden repartir uniformemente en el ciclo (cargas regulares o diluidas), o concentrarse en fases definidas del ciclo (cargas concentradas). La interconexión de las cargas indica la relación que las cargas de diferente orientación tienen entre sí. Una combinación racional (simultánea o secuencial) de las cargas de diferente orientación asegura la obtención del efecto acumulativo de entrenamiento.

Información extra...

¿Para qué controlar la carga interna?” (Blog de Xavi Schelling, 01/03/2011)[enlace]

Xavi Schelling para Stefano Benítez Capacitaciones G-SE 2014.

El Dr. Xavi Schelling será docente de la asignatura "Planificación y periodización en Deportes Colectivos" en el Curso Internacional de Entrenamiento en Deportes Colectivos

Referencias

Bompa, T. (2003). Periodización: Teoría y metodología del entrenamiento. Madrid: Hispano-Europea.

Bosco, C. (2000). La fuerza muscular: aspectos metodológicos. Barcelona: Inde.

García, J. M., Navarro, M., & Ruiz, J. A. (1996). Bases teóricas del entrenamiento deportivo. Madrid: Gymnos.

González-Badillo, J. J., & Ribas, J. (2002). Bases de la programación del entrenamiento de fuerza. Barcelona: INDE.

Navarro, F. (2003). Modelos de planificación según el deportista y el deporte Revista Digital www.efdeportes.com, 9(67).

Vélez, M. (2007, 10 y 11 de marzo). [La planificación deportiva].

Verkhoshansky, Y., & Siff, M. (2000). Superentrenamiento. Barcelona: Paidotribo.

Viru, A., & Viru, M. (2003). Análisis y control del entrenamiento deportivo. Barcelona: Paidotribo.

Zintl, F. (1991). Entrenamiento de la resistencia. Fundamentos, método y dirección del entrenamiento. Barcelona: Martínez Roca.