La Verdadera Fórmula de Karvonen

Publicado 5 de agosto de 2013, 14:20

La Verdadera Fórmula de Karvonen

La imprecisión de las fórmulas para estimar parámetros de rendimiento fisico es algo que no debería extrañarnos. En la fisiología del deporte, las fórmulas se utilizan para estimar -que no predecir- parámetros fisiológicos, sin necesidad de realizar ninguna prueba específica. Esto favorece el ahorro de tiempo y recursos. Es más, si nos referimos a sedentarios o personas poco entrenadas, esto tiene más sentido todavía en el caso de esfuerzos máximos que son mal tolerados o incluso peligrosos en algunos casos. Refiriéndonos a atletas bien entrenados, otra razón para no evaluar constantemente está en que la fatiga de un test máximo podría interferir en las siguientes sesiones de entrenamiento, con lo que la evaluación del atleta se restringe a épocas muy concretas para identificar las adaptaciones fisiológicas después de periodos largos de entrenamiento, y siempre después de un periodo de recuperación que permita al atleta realizar el test en las mejores condiciones posibles.

En este contexto, Mariano García-Verdugo ha escrito en su blog recientemente sobre la imprecisión de la fórmula 220-edad para estimar la frecuencia cardiaca máxima (FCmáx), y que él mismo había identificado como la “Fórmula de Karvonen”. Rápidamente, algunos usuarios de G-SE.com se percataron del lapsus pues hace ya más de diez años que fue publicado aquí el artículo traducido de Robergs y Landwehr sobre la sorprendente historia de la susodicha ecuación. La otra parte del lapsus es que Karvonen nada tiene que ver con esa ecuación y sí con la monitorización del entrenamiento de resistencia a partir de la frecuencia cardiaca de reserva (FCR). En cualquier caso, la imprecisión de ésta y otras ecuaciones es normal y no debiera preocuparnos excesivamente como dijimos al principio. La decisión de estimar u obtener durante el esfuerzo un parámetro fisiológico debe de tomarse asumiendo las ventajas y los inconvenientes de cada método en cada caso particular. Es más, esta problemática sobre cómo determinar la FCmáx en fondistas también fue tratada hace tiempo en un estudio que determinó que la FCmáx obtenida durante la competición o el entrenamiento es más elevada que la obtenida en un test incremental en el laboratorio.

La FCR es la diferencia entre la FC basal, la que se toma en reposo, y la FCmáx (FCR = FCmáx – FC basal). La razón de ser de la FCR está en que a intensidades submáximas, el %FCR está mejor relacionado al % del consumo máximo de oxígeno (%VO2máx), que el % de la FCmáx (%FCmáx), pudiendose así estimar el consumo de oxígeno (VO2) a una intensidad determinada a ritmo constante. Por ejemplo, la FC puede llegar a ser entre 13 y 25 latidos menor cuando calculada como el %FCmáx que cuando calculada con la FCR. Así, si queremos determinar la FCmedia a alcanzar en una sesión de entrenamiento, podríamos estimarla a partir de la siguiente ecuación:

FCmedia = (FCmáx – FC basal) × %FCmáx + FC basal

Uno de los principales motivos de esta mayor precisión de la FCR es precisamente la dificultad para determinar una FCmáx válida, siendo además que la FCmáx disminuye progresivamente con la edad e incluso puede variar durante la temporada en hasta un ~7% como consecuencia de las adaptaciones al entrenamiento. Esta disminución de la FCmáx con el entrenamiento es especialmente evidente en los deportes de resistencia, aunque la hemos observado también en jugadores profesionales de fútbol al final de la pretemporada. Respecto de corredores de fondo y mediofondo, ya publicamos previamente un estudio en el que determinamos que la FCmáx determinada con la "Fórmula de Tanaka" no resultó ser significativamente diferente de la obtenida en el “Test de carrera en pista de la Universidad de Montreal” (UMTT), que es el test de campo válido para la determinación de la velocidad aeróbica máxima (VAM) más utilizado en la literatura científica. Además, la FCmáx obtenida en el tiempo límite a la VAM, que es una prueba máxima que dura una media de 5 minutos, fue significativamente inferior a la obtenida en el UMTT. Así, si necesitásemos estimar la FCmáx por no disponer de tiempo para aplicar el UMTT, podríamos aplicar la siguiente fórmula:

FCmáx = 208 - (0,7 × edad)

Pero como ya dijimos al principio, el error va a estar ahí siempre porque va a ocurrir que mientras en algunos casos sí coincide la FCmáx estimada y la obtenida en el UMTT, en otros se aproximará bastante pero con una diferencia que puede llegar a los 6 latidos·min-1, con lo que introduciríamos un pequeño error en los cálculos que nos haría perder una cierta precisión en la prescripción del entrenamiento. Por eso que es tan importante triangular con diferentes parámetros de control de la carga externa e interna para ajustar lo mejor posible las cargas de entrenamiento.


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