Sport Tips Chile SpA

Julio 2015

METABOLISMOS DE 2015, ¿ESTAMOS ABORDANDO EL PROBLEMA CON EL ENFOQUE ADECUADO?

Autor: Sebastián Arbulo A.

RESUMEN:

La epidemia de obesidad y enfermedades metabólicas ha ido en aumento a lo largo de los años. Contradictoriamente el sedentarismo ha bajado, hay más espacios y opciones para realizar actividad física; pero las cifras de problemas con el metabolismo, van en acenso.

Las estrategias de actividad física que se proponen para reducir estos problemas, parecen no tener los efectos deseados y esto se puede deber a una serie de factores que van en contra de la realización de éstas y el resultado esperado.

Sport Tips Chile propone una nueva estrategia en el área de entrenamiento y actividad física, con prometedores resultados y que recorre un pasadizo metabólico que permite acelerar el metabolismo, volviendo al individuo más eficiente para gastar energía, producir calor y cambiar de tejido adiposo malo (WAT) a bueno (BAT). Todo esto sin las desagradables sensaciones de fatiga extrema.

ABSTRACT:

The epidemic of obesity and metabolic diseases has been increasing over the years. Contradictorily sedentary lifestyle has dropped, there is more space and options for physical activity; but figures for metabolic problems, are on the rise.

Physical activity strategies proposed to reduce these problems, don’t seem to have the desired effect and this may be due to a number of factors that go against the realization of these and the expected result.

Sport Tips Chile proposes a new strategy in the area of training and physical activity, with promising results and walking a metabolic path that speeds up metabolism, making the individual more efficient on energy expenditure, producing heat and changing adipose tissue from bad (WAT) to good one (BAT . All of this without the unpleasant sensations of extreme fatigue.

Sin duda es uno de los temas más tratados del último tiempo. Bibliografía y estudios sobran al respecto del incremento en síndromes metabólicos a lo largo de la población mundial. Sobre todo en la población infanto juvenil, lo cual no arroja una radiografía muy positiva en torno a las estrategias de salud que se han propuesto y desarrollado en el mundo, no sólo a través de la OMS, si no que a través de cualquier organismo que le interese bajar estas cifras.

Se han hecho estudios frente a que comen las personas y sus relaciones con hábitos e indicadores fisiológicos (16) (4), para desarrollar estrategias (14) (22) (7) (6). Se han comparado distintas etnias y culturas y sus distintos estilos de dietas y sistemas alimenticios (19) para poder determinar cual es la que menos obesidad consigue (8) (18) (2). En el lado de la actividad física se han comparado diferentes protocolos de entrenamiento para ver cual tiene un mejor impacto sobre la salud (aeróbico, pesas, aeróbico y pesas, HIIT, etc.) (26) (15) (9), incluso el número de personas que practica actividad física de manera sistemática ha ido en aumento a lo largo de los años, sobre todo en las mujeres (23), haciendo que las cifras de sedentarismo bajen un poco, pero contradictoriamente, no las de obesidad y sobrepeso.

Nada de esto parece tener mayor impacto, ya que las cifras siguen en aumento (25) y a su vez, los gastos en salud, siguen en aumento (20).

Entones uno se preguntaría, ¿por qué nada de esto está funcionando? Al parecer, esta pregunta está altamente relacionada con otra pregunta, ¿Alguna vez funcionaron estas estrategias? Si le preguntamos a nuestros padres o abuelos, nos dirían que cuando algún problema con los indicadores fisiológicos, la indicación de los doctores era dejar las grasas saturadas, algunos alimentos altos en colesterol y aumentar o retomar la actividad física. Pero, ¿estamos tratando con las mismas personas que hace 30 años? ¿Estamos tratando con los mismos tipos de metabolismos que hace 30 años? Incluso la OMS hace años recomendaba realizar menos actividad física que hoy en día; antes con menos, se vivía sanamente. Es verdad, muchos factores han cambiado, trabajos que demandan más horas de trabajo de escritorio, más horas al día sentado, menos opciones para alimentarse “sano” y mayor y más fácil acceso a comidas que afectan de mala manera nuestro intestino (3). Pero aún así, los metabolismos están cada vez menos capaces de lidiar con estos factores, y no es como que la gente no esté haciendo más actividad física (como vimos antes los incrementos de estas estadísticas).

Sin duda, hay algo en los metabolismos que ha cambiado y ya no podemos seguir tratando el problema, con las mismas herramientas que hace 30 años, ya que en Chile, el gasto en salud ha ido en aumento en los últimos años, cuando irónicamente los niveles de sedentarismo bajan, pero los de obesidad suben. Una gran incógnita que confunde en cuanto a qué medidas tomar.

Los indicadores que más se examinan son los clásicos IMC, porcentaje de tejido adiposo (somatotipo completo), perfil lipídico, perfil glicémico y perfil insulínico. Si los valores están altos, el doctor receta algún remedio para bajarlos, junto con la recomendación de “dieta” y aumentar la actividad física. Y sin duda que estos indicadores tienen que estar controlados para no caer en el saco de enfermedades metabólicas. Pero, ¿serán los indicadores fisiológicos más importantes que se deben estar vigilando?

Analicemos los pasadizos metabólicos que llevan al control de estos indicadores.

El hipotálamo (a través de la secreción de la Hormona Liberadora de Tirotropina (TRH)) estimula la acción de la Hipófisis o Glándula Pituitaria; a su vez, ésta última hace que la Adenohipófisis (lóbulo anterior de la Hipófisis) libere Tirotropina (TSH). La TSH por su parte estimula la acción de la Tiroides; ésta última produciendo las hormonas Tiroxina (T4) y Triyodotironina (T3). Hasta acá no hay nada nuevo y es fisiología básica que se puede encontrar en libros.

Pero, si seguimos el pasadizo de la T3, nos encontramos que esta hormona regula la expresión de la proteína UCP-1. Ésta proteína, además de otros beneficios, se encarga de transformar Tejido Adiposo Blanco (WAT) a Tejido Adiposo Café (BAT). Ésta ventaja permite convertir al cuerpo en una máquina eficiente de “quema” de calorías, ya que el BAT, al tener más mitocondrias, utiliza los triglicéridos almacenados en el WAT de manera más eficiente; siendo que el WAT, es bastante inútil para esto, y sólo almacena, lo cual se traduce en un aumento de la masa adiposa que tanto se intenta reducir.

Así, ¿no sería un enorme beneficio para el organismo, poseer mayor cantidad de BAT que de Wat?

Por otra parte, sabemos que la T3 regula la expresión de biogénesis mitocondrial, incrementa los niveles de receptores adrenérgicos en el miocardio y aumenta la producción cardiaca. Todas estas expresiones deben resultar muy familiares y si recordamos bien, son muy afines a lo que puede lograr el deporte y la actividad física.

Así, ¿no sería un enorme beneficio para el organismo, realizar estímulos físicos que promuevan el aumento de producción de T3?

Ya que no todos los tipos de actividades física o ejercicios, tienen el impacto positivo sobre las hormonas tiroideas; hay algunas actividades que no incrementan y que incluso disminuyen las concentraciones de T3 (13).

No sólo la gente que padece de algún nivel de hipotiroidismo (17), si no la que tiene menor concentración de T3, pero aún dentro de rangos normales, tienden a tener características endomórficas (mayor tejido adiposo).

Lo curioso y a la vez frustrante para los profesionales de la salud que trabajan in situ con estas personas, es que por más ejercicio aeróbico que les hagan hacer, los cambios en su composición corporal no son los que se esperan. Es el karma de todo entrenador/personal trainer, cuando le toca esa persona con sobre peso, que además le confiesa que lleva años haciendo una hora de elíptica 3 veces a la semana y no ha visto los cambios que quiere (y que hasta le pidió el doctor). Y este entrenador, que le enseñaron que lo mejor para “quemar grasa” es el ejercicio aeróbico.

Pero ya estamos a 2015, la mayoría sabe que los entrenamiento intermitentes de alta intensidad, tienden a tener mejores resultados para casos como estos y en la mayoría de los indicadores fisiológicos que a los doctores les interesa mejorar (11) (24) (10) (12) (1) (21)

Sin embargo, los protocolos usados en estos HIITs son bastante “agresivos”, donde, si uno los ha experimentado, sabrá que los niveles de fatiga no serán tolerables para una persona sedentaria y no acostumbrada a esto. Los niveles de acidosis y lactato que se producen en estos protocolos rígidos (ej. 10 series en bicicleta estática, 4 minutos pedaleando a 90% VO2 máx., con 4 minutos de pausa entre serie) claramente no sería responsable aplicarlos en alguien que no realiza actividad física intensa hace años; tampoco para alguien entrenado, es sano jugar con tales niveles de estrés metabólico, presentado en forma de cortisol, ya que decrece la recuperación de actividad de T3 (5) (sin mencionar que no sólo producirá desconfort, si no que tales niveles de estrés en la homeostasis interna, deprimiría el sistema inmunológico, resultando en una semana resfriado en cama). Además, que como vimos, la naturaleza de las hormonas en juego descritas anteriormente, se mueven mejor en ambientes de pH básico, contradictorio con la acidosis que un protocolo del ejemplo produciría.

Así, ¿no sería un enorme beneficio poder tener un protocolo que permitiera obtener los beneficios de la alta intensidad, pero sin generar los perjuicios de la acidosis láctica?

Sin duda que habría que hacerle una modificación a los protocolos que existen de HIIT, ya que su beneficio es sin duda útil.

Entonces, necesitamos un protocolo que permita tocar picks de intensidad para lograr gatillar los pasadizos de T3, pero sin generar fatiga para no contrarrestar su acción. Además, no debe ser traumante ni desagradable para la persona que lo realiza, ya que, lo más probable, es que ésta persona no esté acostumbrada al dolor de entrenar como atleta, pero lo necesita más que nadie para su salud (y la razón de entretención y buen rato, siguen siendo de las razones más altas de por qué se practica actividad física (23). Y todo esto, partiendo de la base de este pasadizo metabólico, estimulando de manera correcta el sistema nervioso autónomo simpático.

Sport Tips Chile está aplicando un protocolo que permite obtener estos beneficios, y hasta el momento los resultados son bastante alentadores.

Imagen 1: Resultados de exámenes sanguíneos, al comienzo del proceso y dos meses después. Se ve un incremento en la TSH y T3 libre, junto con mejora de los parámetros de LDL.

Imagen 2: Descripción de otros indicadores que cambiaron positivamente, junto con la percepción de bienestar de la alumna.

Como podemos ver, esta persona se sometió por dos meses continuos, a entrenamientos con frecuencia de 3 días por semana. El pasado deportivo de esta mujer de 30 años no ha sido el más alentador, ya que a pesar de haber tenido historial de práctica deportiva, entrenamientos personalizados en búsqueda de estética y salud, los resultados nunca fueron los esperados; y eso que “siempre terminaba extenuada y toda traspirada, pero no bajaba nada de peso”; “lo mejor de este entrenamiento es que lo paso bien, no es estresante ni desagradable”. Uno de los factores más importantes a la hora de considerar trabajar con alguien que no es deportista.

El proceso y la aplicación del protocolo continúan. Los resultados son prometedores, y se espera dar una alternativa más actualizada a la problemática que son las enfermedades metabólicas junto con el incremento de la obesidad en todos los rangos etáreos y géneros.

TIP: LA ACTIVIDADES HORMONALES DESCRITAS EN ESTE ARTICULO, OCURREN FAVORABLEMENTE EN AMBIENTES DE PH BÁSICO, POR LO QUE INGERIR ALIMENTOS QUE ACIDIFIQUEN EL PH (AZUCARES DE ALTOS INDICES GLICÉMICOS), SERÁ CONTRA PRODUCENTE

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(n.d.).

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