Obesidad y COVID19

Publicado 12 de abril de 2020, 10:45

Obesidad y COVID19

En diciembre de 2019, la ciudad china de Wuhan se convirtió en el centro de un brote de neumonía de causa desconocida, y en enero, científicos chinos informaron haber aislado un nuevo coronavirus, el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2; anteriormente conocido como 2019-nCoV). Los primeros datos científicos sobre Covid-19 de China muestran que las personas más vulnerables a la infección tienen enfermedades preexistentes que incluyen diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares e inflamación crónica

Actualmente, están saliendo datos muy interesantes relacionados con la obesidad y el Covid19 que están relacionando la obesidad como un factor clave y determinante, ya que todo lo mencionado anteriormente se da en un porcentaje elevado dentro de esta población. Sorprendentemente, el índice de masa corporal (IMC) rara vez se mencionó entre los factores de riesgo clínico significativos para el SARS-CoV-2 comunicados en los primeros informes clínicos de China , Italia o Estados Unidos. Tampoco he podido leer nada de actividad física que se desarrollaba (sedentario, activo, muy activo, etc). Sin embargo, pacientes en riesgo de padecer el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus-2 (SARS-CoV-2) se han caracterizado por tener enfermedades preexistentes como la HTA, cardiovasculares, diabetes, enfer. respiratorias crónicas o el cáncer, muchas relacionadas con la #obesidad

Dada la coexistencia de una epidemia mundial de obesidad, que en algunos países occidentales afecta hasta al 40% de la población general, es prudente considerar el impacto que la infección por COVID-19 puede tener en las personas con exceso de peso y síndrome metabólico. Además, las observaciones de Wuhan muestran que la hipertensión (30%), la diabetes (22%) y la enfermedad de las arterias coronarias (22%), que son más comunes en personas con obesidad, fueron las comorbilidades más comunes en pacientes que requieren hospitalización.

La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) y el riesgo de síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2) plantea un riesgo particular para aquellas personas que viven con afecciones preexistentes que deterioran la respuesta inmune o amplifican la respuesta proinflamatoria. De hecho, el impacto desproporcionado de la gripe H1N1 y ahora de la COVID-19 en los pacientes con obesidad y obesidad grave no es sorprendente, dado el impacto de la obesidad en la función pulmonar.


La obesidad está asociada a:

  • Disminución de los volúmenes pulmonares
  • Disminución de la compliance pulmonar y de la pared torácica
  • Aumento del trabajo respiratorio
  • Aumento del consumo de O2 y la producción de CO2
  • Alteración del intercambio de gases


La inflamación sistémica crónica de bajo grado, común en personas con obesidad, se asocia con el desarrollo de aterosclerosis, diabetes tipo 2 e hipertensión, comorbilidades bien conocidas que afectan negativamente los resultados de los pacientes con COVID-19.


De hecho, la #obesidad (IMC> 30 kg / m2) y la obesidad severa (IMC> 35 kg / m2) estuvieron presentes en el 47,6% y el 28,2% de los casos, respectivamente. El estudio mostró una alta frecuencia de obesidad entre pacientes ingresados en terapia intensiva de cuidado del SARS-CoV-2. Estos datos nos hacen pensar que parece probable que el aumento de la prevalencia de obesidad en Italia en los adultos mayores en comparación con China, pueda explicar las diferencias en la mortalidad entre los dos países.


La inflamación crónica, que acompaña a la obesidad y al síndrome metabólico, conduce a una producción anormal de citocinas y a un aumento de los reactivos de fase aguda. Los pacientes con obesidad tienen una mayor actividad del factor de transcripción nuclear kappa B y una mayor expresión de ácido ribonucleico de las citocinas proinflamatorias, como el factor de necrosis tumoral α, interleucina-1 e interleucina-6 (IL-6), elementos cruciales en La patogenia del síndrome metabólico. La respuesta inmune innata en pacientes con obesidad se altera y conduce a una primera línea de defensa alterada, mayor respuesta inflamatoria y respuesta anormal de células T. a. En pacientes afectados por COVID-19, parece que los defectos dependientes de la edad en la función de las células T y las células B y el exceso de producción de citocinas tipo 2 podrían conducir a una deficiencia en el control de la replicación viral y respuestas proinflamatorias más prolongadas, potencialmente llevando a un mal resultado

Ahora la pregunta que nos debemos hacer, es saber si seremos capaces de entender las necesidades de prevención y por otro lado, si podremos adaptar los entrenamientos a las necesidades primordiales de las personas con obesidad. Todo un reto que estamos dispuesto a asumir desde https://oms-edu.org/ .


Referencias:

Dietz, W., & Santos‐Burgoa, C. (2020). Obesity and its Implications for COVID‐19 Mortality. Obesity.

Simonnet, A., Chetboun, M., Poissy, J., Raverdy, V., Noulette, J., Duhamel, A., Labreuche, J., Mathieu, D., Pattou, F., Jourdain, M. and (2020), High prevalence of obesity in severe acute respiratory syndrome coronavirus‐2 (SARS‐CoV‐2) requiring invasive mechanical ventilation. Obesity

Chiappetta, S., Sharma, A. M., Bottino, V., & Stier, C. (2020). COVID-19 and the role of chronic inflammation in patients with obesity. International Journal of Obesity, 1-3.