Parámetros de Control de la Carga en el Ciclismo: ¿Cuál es más Certero?

Publicado 28 de enero de 2013, 18:38

Parámetros de Control de la Carga en el Ciclismo: ¿Cuál es más Certero?

En la historia del entrenamiento del ciclismo se han utilizado diferentes indicadores para cuantificar la intensidad de las sesiones de entrenamiento. Podemos marcar tres momentos claves en esta cuestión:

Una primera etapa muy tradicionalmente utilizada sobre todo en el ciclismo de ruta, en la que la cuantificación de los trabajos estaba dada por la multiplicación o desarrollo a utilizar en las distintas partes de la sesión (entrada en calor de 30 minutos con plato39 x piñón 17; 6 pasadas de 6 minutos con plato 53 x piñon12, recuperando 6 minutos con 39 x 15; completando el volumen total con 39x17). Este modo, sin dudas, que no contemplaba ningún indicador de la respuesta cardiovascular o mecánica del deportista y únicamente se apoyaba en las sensaciones del ciclista siendo estas íntimamente asociadas a la fatiga y el dolor para que realmente el entreno cumpla su fin.

Un segundo periodo es el de la época del medidor de frecuencia cardíaca. Con la llegada del pulsómetro al ámbito del entrenamiento del ciclismo se pudieron conocer y establecer interesantes relaciones entre la carga externa (dosis) e interna (respuesta) estableciendo,entre otros, las zonas de entrenamiento. Pero con el avance de las investigaciones se comenzaron a conocer las limitaciones de tal parámetro de control (temperatura, altitud, descanso, deshidratación) que tendían a modificarla y a no dejarla expresar fielmente la respuesta del organismo al ejercicio concluyendo que la frecuencia cardíaca era un indicador del stress fisiológico que soportaba el deportista, pero no proporcionaba información acerca de la intensidad del trabajo realizado.

En la actualidad asistimos a la llegada (no masiva aún, como es el caso de los pulsómetros) de los medidores de potencia. La medición de dicho parámetro históricamente era realizada en los laboratorios sobre un cicloergómetro. Pero en la década de los 80 investigadores del área, como es el caso de Andrew Cuggan, comenzaron a realizar entrenamientos con la utilización de vatios para determinar la carga de trabajo. La potencia expresada como la cantidad de trabajo realizado por unidad de tiempo nos deja ahora datos para cuantificar la intensidad del ejercicio a nivel mecánico-muscular o periférico. Una diferencia significativa es que la cantidad de veces que late el corazón por minuto no nos indica si existen mejor o no en el rendimiento, pero saber si somos capaces de producir más o menos vatios sí.

Entonces los entrenadores: Qué parámetros utilizamos para cuantificar las cargas (dosis) de nuestros alumnos?

Velocidad, Cadencia, Frecuencia Cardíaca, Sensación subjetiva del Esfuerzo, Potencia?.

Considero que contar con la posibilidad de poder medir todas las variables arriba mencionadas, conociendo sus pro y limitantes, y analizarlas en función nos va a permitir obtener conclusiones más certeras de la reacción del organismo a un determinado estímulo.