Pilates No Covencional

Publicado 30 de marzo de 2015, 18:14

Pilates No Covencional

Entendemos Pilates como un sistema de ejercicios diseñado originalmente para promover la salud física y mental. Su continua evolución lo ha situado en la cima de la popularidad por sus resultados constatables.

Joseph Pilates, desarrolló más de 600 ejercicios para los diferentes aparatos que inventó y que continúan utilizándose en la actualidad. Éstos fueron diseñados para trabajar todo el cuerpo, utilizando diferentes posiciones y movimientos, contribuyendo al equilibrio y la correcta alineación corporal.

En el siguiente trabajo, nos centramos principalmente en uno de sus equipos: el reformer universal, conocido comúnmente como Reformer, que actualmente es la pieza más popular y conocida en los estudios de pilates; su alcance y versatilidad es infinito y sus límites son nuestra propia imaginación y conocimiento.

Desde que él murió, se ha avanzado mucho en diferentes campos y los maestros del método han ido incorporando poco a poco esos avances a la metodología de enseñanza. Temas como las cadenas musculares, la progresividad del aprendizaje, los diferentes tipos de respiración, el uso de imágenes visuales para facilitar el movimiento, la organización de los diferentes segmentos corporales para morar la postura, etc, han evolucionado con el tiempo potenciando sus efectos positivos. Es por esto, que a lo largo de los años han surgido diferentes formas de practicarlo; desde la rehabilitación, hasta el entrenamiento, realizando cada corriente las adaptaciones necesarias para las diferentes necesidades del público.

Consideramos fundamental, un exhaustivo conocimiento del método y del cuerpo humano y sus sistemas como así también las bases de entrenenamiento, para evitar rangos de movimiento inadecuados, patrones de movimiento negativos, compensaciones o contraindicaciones. Buscamos movimientos con fundamento biomecánico; estamos seguros que conociendo el cuerpo humano y el reformer, son infinitos los movimientos que podemos crear.

Recordemos los Principios del entrenamiento, éstos se relacionan entre sí y garantizan la aplicación correcta del proceso de entrenamiento:

·Principio de la individualidad: cada persona es diferente: edad, sexo, genética, condición física,… y por tanto tiene una línea de equilibrio diferente, es decir, responde de forma diferente al mismo entrenamiento. Es por ello que el entrenamiento debe estar individualizado, respetando las características del individuo.

·Principio de la adaptación: en todo organismo expuesto a una serie de cargas de entrenamiento correctas, se produce en él una adaptación del metabolismo y demás sistemas del cuerpo humano.

·Principio de la progresión: consiste en el aumento gradual de las cargas y del volumen de trabajo. De no ser así el organismo se adaptaría al sobreesfuerzo y no se produciría mejora. Aumenta el número de entrenamientos (de dos a tres sesiones por semana), el volumen de trabajo (más tiempo en el trabajo de resistencia, más número de repeticiones y/o series en fuerza,…)la intensidad de los ejercicios, etc

·Principio de la continuidad: se basa en la repetición constante y regulas de las sesiones de entrenamiento, mínimo de 2 a 3 por semana. Si dejamos pasar mucho tiempo entre sesiones desciende el nivel de sobre compensación y la efectividad es mucho menor.

·Principio de alternancia: se deben respetar los periodos de recuperación de las cargas de entrenamiento. Estos periodos se pueden aprovechar para trabajar otra cualidad física.

·Principio de la variedad: en todo entrenamiento de debe producir una variedad de estímulos puesto que de lo contrario el cuerpo se acostumbraría a los mismos y no se produciría mejora.

·Principio del calentamiento y vuelta a la calma: es necesario preparar al cuerpo para la realización de una actividad intensa posterior. ES importante porque: - prevenimos lesiones - aumenta la temperatura de los músculos, la frecuencia cardíaca y la elasticidad muscular. Al mismo tiempo, la actividad ligera y los estiramientos posteriores al ejercicio facilitan la recuperación.

Principios de Pilates:

·Centro de energía: o powerhouse, comprende la faja abdominal, y específicamente, su mitad inferior, infraumbilical, no solamente por delante, sino incluyendo los laterales (oblicuo interno y transverso del abdomen) y la pared abdominal posterior (psoas, cuadrado lumbar y multífidos).

·Concentración: no se trata de una repetición mecánica en la que el cuerpo se mueve como un autómata, sino que cada movimiento se controla cuidadosamente y la mente permanece alerta, permitiendo que cuero y mente trabajen de forma conjunta.

·Control: Pilates llamó a su técnica ¨contrology¨, ya que se trata de mantener un control de la mente sobre los movimientos que realizamos. Los movimientos no son bruscos sino lentos y controlados, percibiendo claramente como nos estamos moviendo.

·Precisión: Se prima la calidad por encima de la cantidad. Cuanto más precisos sean los movimientos, evitando compensaciones propias de las rigideces elásticas y de los desequilibrios musculares, mayor efecto producirán sobre la memoria neuromotora y sobre la flexibilidad de cada segmento articular. Nos movemos hasta donde controlamos, hasta donde podemos mantener el control de la posición sin que se produzcan compensaciones por la tirantez de los tejidos.

·Respiración: Cada ejercicio y cada movimiento tienen su propia respiración adecuada, que puede facilitar el movimiento. Se respira tomando aire por la nariz profundamente y se exhala por boca.

·Fluidez: Son movimientos suaves pero dinámicos, utilizando un movimiento continuo y fluido.

Partiendo de la base de los principios de pilates y los principios del entrenamiento, desarrollamos un repertorio de ejercicios buscando ampliar la dinámica de las clases, buscando cumplir diferentes objetivos y adaptaciones, pero sin perder la esencia troncal. Trabajamos para evolucionar construyendo sobre los cimientos del trabajo original, alentando el estudio y la investigación, manteniendo el sistema vivo y actualizado, atendiendo a las necesidades variables de la sociedad actual.

Basándonos en el principio de variabilidad y progresión, desarrollamos ejercicios no convencionales partiendo de los clásicos del mismo Joseph. Estos, involucran ejercicios para Miembros Superiores, Inferiores y abdominales; en posiciones altas, medias y bajas; utilizando el reformer de la manera ortodoxa como también innovadora, con y sin elementos, y aplicables a diferentes niveles, atendiendo al principio de individualidad.

Cambiando ejercicios e introduciendo rutinas que rompan con las anteriores, el componente motivador va a ser también muy positivo, reduciendo la monotonía y el aburrimiento, haciendo que el músculo no se acostumbre y mejore.