PROTOCOLO PARA LA DETERMINACIÓN DE LA AMPLITUD DE MOVIMIENTO EN NATACIÓN
Publicado 18 de abril de 2017, 11:35
En una entrada anterior profundizamos sobre la importancia de unos adecuados rangos de movilidad en las articulaciones específicas y determinantes para el rendimiento en natación:
•Hiperflexión de hombros
•Extensión de hombros
•Flexión plantar de tobillo
•Flexión de tronco
Foto 1: ejercicios test ADM protocolo CAR
Pudimos observar cómo la Amplitud De Movimiento (ADM) en hiperflexión del hombro y la flexión plantar de tobillo parecían tener una relación directa con el éxito para alcanzar nivel de selección nacional por grupos de edades: los más móviles en esas articulaciones eran la gran mayoría de los nadadores de niveles más altos de selección (selección española absoluta joven y júnior, junto al grupo de Federació Catalana júnior en CAR Sant Cugat); mientas que en la categoría anterior (selección española infantil) era más heterogénea la muestra; y finalmente en un último nivel (club de categoría local-regional en edad infantil) la excelencia en esta ADM casi brillaba por su ausencia.
A continuación, mostramos una tabla resumen de los resultados en promedio de grados obtenidos en cada uno de los ejercicios del test:
Tabla 1: resumen resultados ADM estudio CAR y RFEN 2006-2008
En este artículo vamos a presentar un protocolo sencillo para la determinación de la ADM en las articulaciones presentadas. Personalmente, dicho estudio lo complementamos con un par de valoraciones más, de carácter más cualitativo, que presentamos a final del texto.
En primer lugar, pasamos a listar el material necesario para el test:
1.Cámara de video, móvil o webcam
2.Ordenador, tablet o similar
3.Programa para determinación de ángulos en imágenes*
4.Trípode o mesa a altura de la cadera del deportista a testar, donde colocaremos la cámara (recomendable para mejorar la reproducibilidad del test)
5.Banco o step para colocar al deportista a una altura ligeramente superior a la del suelo
6.Pica o palo de una longitud ligeramente superior a la anchura de los hombros del deportista
(*) En mi caso utilizo un medidor de ángulos muy sencillo para Mac: “ImageJ”, pero los hay múltiples y de muy variados usos: Kinovea para pc, Bike Fast Fit para tablet (aunque inicialmente ideado para métricas de bi), “Angles” para ipad… Con un medidor simple de ángulos en una foto digitalizada es suficiente.
NOTA: Igualmente se puede realizar este test de manera totalmente manual, con un goniómetro de brazo largo. Los aspectos negativos de este método son la incomodidad de mantener estable alguna posición máxima del test, así como la imposibilidad de registrar las fotos para la posterior comparación en test futuros (aspecto no demasiado importante si se tiene una alta fiabilidad en la ejecución de las mediciones).
El protocolo para las mediciones de los ángulos es el siguiente:
A: GRABACIÓN:
1.Colocamos el step/banco delante de nuestro dispositivo de grabación, a una distancia que nos permita posteriormente tener al deportista de pie encima del banco dentro de nuestro ángulo de grabación
2.Iniciamos la grabación de video con la cámara
(*) Si decides hacer simplemente fotos omite este paso, pero deberás realizar cada una de las fotos. Nosotros preferimos grabar a todos y cada uno de los deportistas, uno detrás de otro y siempre con los ejercicios en orden. De esta manera es más fácil dar las indicaciones pertinentes a los sujetos, y luego tan solo se escogen los fotogramas como expondremos a continuación.
3.El deportista se sitúa en el banco, preferiblemente en bañador para la mejor ubicación de los diferentes puntos articulares que necesitaremos
4.Realizamos la batería de 4 ejercicios del test (foto 1), que explicamos a continuación:
4.1. Hiperflexión de hombros: el deportista se sienta a horcajadas en el banco y coge la pica por delante del cuerpo, a anchura de hombros (nos aseguramos personalmente o con asistente de este punto), extiende los codos por completo y trata de llevar los brazos hacia arriba y hacia atrás en máxima flexión posible de hombros. Cuando llega a su punto máximo de ADM sin rebotes finaliza el ejercicio (ídem en el resto de ejercicios del test). NOTA: Si el deportista es capaz de pasar los brazos para atrás completamente con agarre de anchura de hombros ya consideramos “extraordinaria” la movilidad en este ejercicio y no necesariamente le hacemos repetir con menos anchura (para el tratamiento de datos pondremos un valor dentro del rango de excelencia, junto con un comentario de este hecho en la casilla correspondiente).
4.2. Extensión de hombros: el deportista se tumbará boca abajo en el banco, con el cuerpo completamente extendido, la cabeza en la posición lo más alineada y cómoda posible y los brazos extendidos a lo largo del cuerpo (pegados), con las palmas de las manos hacia arriba a una anchura de hombros. En ese punto le ayudaremos a coger la pica y manteniendo los codos extendidos realizará un recorrido en forma de arco llevando los brazos hacia adelante (extensión de hombros) hasta el punto de máxima ADM
4.3. Flexión plantar de tobillos: el deportista se sitúa sentado en el banco (o suelo en esta ocasión…), sin calcetines, con las rodillas completamente extendidas y realiza la máxima flexión plantar posible de tobillos y dedos de los pies.
Precaución con este ejercicio si no lo has hecho antes. Realízalo de manera progresiva y con un buen calentamiento, pues los “calambres” son bastante habituales…
4.4. Flexión de tronco: el deportista se sitúa de pie en el banco, casi al borde de este, con las rodillas extendidas y realiza una flexión máxima de tronco, llevando las manos lo más abajo posible y aproximar el tronco a las piernas. Importante mantener el bloqueo de rodillas en extensión durante todo el ejercicio.
B: PROCESADO DE IMÁGENES:
Vuelca el video resultante al ordenador, en el que tendrás a tu deportista o grupo de deportistas, y captura en formato de imagen cada uno de los fotogramas que marquen el punto de mayor ADM (sin rebote…) en cada uno de los puntos del test explicados anteriormente.
Si hiciste fotos en lugar de videos, simplemente vuélcalas en tu ordenador (previamente debes haberte asegurado que la foto corresponde con el punto de máxima ADM mientras realizaste dichas instantáneas).
C: MEDICIÓN DE ÁNGULOS:
Abrimos cada una de las imágenes resultantes del punto anterior y medimos los ángulos que necesitamos para el análisis, utilizando las siguientes referencias.
Hiperflexión de hombros: ángulo formado por codo, hueco axilar y cadera (trocánter mayor). En el ejemplo: 36,82º (180-143,18º)
Foto 2: Hiperflexión de hombros
Extensión de hombros: ángulo formado por cadera, hombro y codo (o muñeca, si está alineada). En el ejemplo: 86,4º
Foto 3: Extensión de hombros
Flexión plantar de tobillos: En esta articulación tenemos dos posibilidades. La más “científica” sería medir el ángulo rodilla, maleolo externo de tobillo y metatarso del quinto dedo (parte más distal). A efectos prácticos, mucho más sencillo de medir resulta el ángulo formado por el suelo, el apoyo del talón en este y el quinto metatarso/dedo (mostramos esta medición en el ejemplo).
Los ángulos obtenidos de uno y otro método resultan casi paralelos y por tanto “equivalentes”.
En el ejemplo: 26,98º
Foto 4: flexión plantar de tobillos
Flexión de tronco: ángulo formado por rodilla, cadera (trocánter mayor) y hombro. Como previamente hemos comentado, es importante mantener una extensión completa de las rodillas. Aparte del resultado en grados de este test, tenemos información valiosa de carácter más cualitativo, como la curvatura normal o no de la columna, que también convendrá valorar.
En el ejemplo: 51,37º
Foto 5: Flexión de tronco
D: TRATAMIENTO E INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS:
Los valores obtenidos los introducimos en una hoja de cálculo, cuyas celdas habremos condicionado para que nos indiquen si los resultados están dentro, por encima o por debajo de la normalidad que consideremos (ver “tabla 3” y “tabla 4” en este mismo apartado).
En rojo marcaríamos valores peores de ADM que el intervalo establecido. En verde, valores mejores de ADM. Quedarían sin señalar los valores obtenidos que están dentro del intervalo “normal”.
Como se pudo apreciar en la entrada anterior que escribimos para endurancegroup.org, casi todos los valores estaban dentro de la normalidad o con falta de ADM, y pocos fueron los valores que mostraban exceso de ADM. Este hecho probablemente es debido a que el grupo original que determinó los intervalos y sus condicionales era un grupo especialmente extraordinario en ADM (nótese especialmente en tobillo), y pocas veces nos hemos vuelto a encontrar con grupos de nadadores con niveles similares de movilidad.
Los rangos de ADM que se establecieron en su día por el Departamento de Biomecánica del CAR Sant Cugat (2006) fueron:
Tabla 2: rango de valores de ADM recomendados para nadadores, por Dto. Biomecánica CAR Sant Cugat, 2006)
Como podréis observar si hacéis pruebas con vuestros deportistas, resultan valores casi “inhumanos” para el deportista amateur e incluso semi-profesional, salvo que se trate de un nadador de alto nivel y especialmente laxo.
Por ello, de manera personal y empírica, únicamente basada en nuestra experiencia acumulada, hemos realizado una propuesta de valores de referencia de ADM mucho más prudente para nuestros grupos de nivel amateur, que sería la siguiente:
Tabla 3: rango de valores de ADM recomendados para deportistas de natación-triatlón de nivel amateur, por Cañizares, M. 2015. Adaptado de Dto. Biomecánica CAR Sant Cugat, 2006
De esta manera, nos gustaría finalizar el texto ilustrando con un ejemplo propio de resultados de uno de nuestros grupos de triatletas de nivel amateur, de edades comprendidas entre los 25 y los 48 años.
Pensamos que dicho rango de estudio podría ilustrar mucho mejor la realidad que se encuentran a diario muchos de los entrenadores destinatarios de la lectura de este artículo, y por lo tanto sacar conclusiones más apropiadas.
Tabla 4: valores de ADM grupo triatletas Elite-NextLevel, temporada 2015-2016
Evidentemente, el análisis primero que se desprende de esta tabla es el de unos valores mucho peores de ADM en todos y cada uno de los ítems, algo completamente esperable. Lo que sí a priori cambia es la interpretación de los valores en función del condicional resultante.
Si bien antes, en nadadores de nivel internacional, un valor defectuoso de ADM implicaba trabajo compensatorio para ganar movilidad y por lo tanto rendimiento (como efecto paralelo deseado), en población “normal” (deportista amateur), valores malos de ADM precisarán de más adecuaciones del entrenamiento. Por ejemplo, un valor bajo o muy bajo de ADM en hiperflexión de hombros nos contraindicaría inicialmente ejercicios de preparación física en los que la carga se desplace por encima de la cabeza, como preses de hombro, hasta que progresemos y/o normalicemos la situación. O por ejemplo en el gesto técnico de la brazada de crol, la entrada quizá debería realizarse más cerca de la cabeza y el deslizamiento más profundo que en deportistas que presentan una ADM mejor y por tanto pueden ser más “agresivos” en una entrada más lejana y un deslizamiento más superficial, que permita a continuación una brazada más amplia al haber más posibilidad de grados de extensión de hombro.
Conjuntamente con el informe cuantitativo presentado en la hoja de cálculo, podemos complementar el estudio presentando un informe visual de los resultados, donde tenemos la foto de cada deportista realizando cada uno de los ítems que componen el test de ADM, y los propios ángulos superpuestos en la foto:
Tabla 5: Informe visual ADM grupo triatletas Elite-NextLevel, temporada 2015-2016
Como añadido a lo presentado hasta ahora, cada entrenador puede complementar este estudio de valoración de ADM con los ítems que considere interesantes. Nosotros por ejemplo, en nuestro protocolo de valoración básica de nuestros deportistas que realizamos al menos una vez al año incluimos ítems tales como la observación de la ADM en los rotadores internos y externos del hombro.
En resumen, aunque la lectura de este texto pueda resultar extensa para describir un protocolo válido de medición de ADM específica en natación, lo cierto es que la práctica activa del procedimiento propuesto agiliza mucho cada uno de sus pasos, y convierte este trabajo de valoración en una herramienta muy válida para detectar oportunidades de mejora en nuestros deportistas, limitar su riesgo de lesión, ser proactivos como entrenadores creando propuestas compensatorias y detectar nadadores potencialmente talentosos en función de valores excelentes de ADM.
AUTOR
Mario Cañizares Sánchez-Beato