Técnica de velocidad de cambio de dirección

Publicado 26 de enero de 2013, 16:35

Técnica de velocidad de cambio de dirección

La técnica de carrera ha sido sugerida para jugar un rol clave en el rendimiento de velocidad con cambios de dirección (Bompa, 1983; Sayers, 2000; Sheppard y cols., 2006). En particular, un apoyo adelantado y un centro de gravedad más bien bajo podrían resultar esenciales en la optimización de la aceleración y desaceleración, así como en el incremento de la estabilidad. La estabilidad proporcionada por un centro de gravedad bajo, opuesta a una postura erguida y centro de gravedad alto de los atletas velocistas (Francis, 1997), permitiría más rápidos cambios de dirección, porque al cambiar de dirección a más altas velocidades, los atletas deberían primero desacelerar y bajar su centro de gravedad (Sayers, 2000). En otras palabras, Sayers sugirió que debido a que la aceleración con un centro de gravedad alto (como se ve en los atletas de pista) requiere ajustes posturales (descenso del centro de gravedad y disminución de la longitud de pasos) y desaceleración antes de cambiar de dirección, los atletas en deportes que requieren frecuentes cambios de dirección deberían correr con un centro de gravedad bajo, mayores inclinaciones anteriores y quizás longitudes de pasos más cortas que los deportistas de pista (velocistas).

Al revisar las opiniones propuestas por Sayers (2000), éstas revelan la gran necesidad de especificidad en el entrenamiento entre velocistas (como disciplina atlética) y el entrenamiento de velocidad y agilidad en los deportes de situación que requieren gran cantidad de cambios de dirección.

Sin embargo, la biomecánica del entrenamiento de aceleración lineal en la fase de aceleración en atletismo es similar a la propuesta por Sayers (2000). En efecto, un pronunciado apoyo adelantado y un bajo centro de gravedad es una parte integral de la aceleración para el atletismo (Francis, 1997; Mann, 1983), lo cual es similar a la agilidad deportiva (Sayers, 2000). Una diferencia observada podría ser que en atletismo, los velocistas tienen su foco visual bajo (mirada baja) durante una porción de la fase de aceleración (Francis, 1997), mientras que en los deportes de situación, el escaneo o registro visual del campo y/o de los jugadores es continuo.


Además, los velocistas podrían resueltamente acelerar bajo un gran control, en donde no necesariamente deberían desarrollar máxima velocidad tan rápido como sea posible, pero favoreciendo una controlada aceleración (Francis, 1987). En muchos de los deportes de situación, las aceleraciones son generalmente cortas y de distancias variadas. Los deportistas en esas modalidades acelerarían tanto como fuese posible en el periodo más corto de tiempo. En el caso de los 100 m llanos, pero especialmente en los 200m, el atleta acelera durante una largo tramo de la carrera, intentando desarrollar tarde velocidad máxima en la carrera, de manera de minimizar la caía de velocidad cerca del final de la carrera.

Por lo tanto, es comúnmente aceptado que velocistas de élite aceleran durante distancias largas, debido a después pueden desarrollar velocidad máxima, pudiendo así controlar mejora cada una de estas fases de carrera durante sus competencias. La diferencia observada entre aceleraciones en atletismo y aceleraciones en otros deportes (como los de situación) es que la aceleración en atletismo puede ser planeada y estratégicamente puede jugar un rol, mientras que en los deportes de campo intermitente las aceleraciones cortas ocurren a través del juego y no pueden ser pre-planeadas. Por lo tanto, el entrenamiento de aceleración para deportes distintos al atletismo, debería incluir la necesidad de acelerar, desarrollando la más alta velocidad posible en el período más corto (además de incluir demandas cognitivas y habilidades relevantes del juego). Por supuesto que la capacidad de acelerar será distinta si es lineal, lineal con traslado del móvil (balón), con cambio de dirección, o con cambio de dirección con manejo del móvil (Young y cols., 2006).

Por otro lado, la técnica de los primeros pasos (dentro de los tres primeros pasos) en la aceleración lineal comparada con la aceleración luego de un cambio de dirección de 180 grados, posee variaciones en cuanto a los ángulos producidos en la articulación de cadera y la inclinación del tronco. Lo cual implica la necesidad de comprender las diferencias existentes entre las aceleraciones lineales únicas y las aceleraciones inmediatamente luego de cambios de dirección (Hewitt y cols. 2013).

Es muy importante tener en cuenta que, en una examinación de las cargas de la articulación de rodilla comparando cambios de dirección planeados y no planeados, se observaron diferencias significativas en la técnica de velocidad ejecutada (Besier y cols., 2001 a y 2001 b). Cuando se les requirió a los participantes de la investigación reaccionar a estímulos lumínicos para realizar los cambios de dirección, las cargas sobre la articulación de la rodilla se incrementaron, lo cual pudo ser relacionado con la postura sub-óptima impuesta por el tiempo en reaccionar al estímulo y cambiar de dirección. Esto implica que las técnicas posturales difieren entre cambios de dirección planeados y no planeados (Keane y cols., 2010).

Por todo lo desarrollado anteriormente, está claro que la técnica de aceleración difiere entre atletas (velocistas) y deportistas de deportes de campo (por ejemplo, fútbol, básquetbol, rugby, etc.) en los que las distancias de aceleración son mucho más cortas, pueden ir seguidas de cambios de dirección y que son en gran medida no pre-planeadas; y que la postura en los cambios de dirección puede variar dependiendo la naturaleza planeada o no planeada de los mismos.

Lic. Mauricio Moyano

Co-Director de Equipo Physical

Editor de sección de Entrenamiento en Velocidad y Agilidad

Referencias Bibliográficas

1.Besier, T. F., Lloyd, D. G., Ackland, T. R., & Cochrane, J. L. (2001a). Anticipatory effects of knee joint loading during running and cutting maneuvers. Medicine and Science in Sports and Exercise, 33, 1176 1181.

2.Besier, T. F., Lloyd, D. G., Cochrane, J. L., & Ackland, T. R. (2001b). External loading of the knee joint during running and cutting maneuvers. Medicine and Science in Sports and Exercise, 33, 1168 1175.

3.Sayers, M. (2000). Running techniques for field sport players. Sports Coach, Autumn, pp. 26 27.

4.Francis, C. (1997). Training for speed. Canberra, ACT: Faccioni.

5.Bompa, T. (1983). Theory and methodology of training. Dubuque, IA: Kendall Hunt.

6.Keane W. Wheeler and Mark G. L. Sayers. Modification of Agility Running Technique in Reaction to a Defender in Rugby Union. Journal of Sports Science and Medicine (2010) 9, 445 – 451.

7.Hewit J., Cronin J., Hume P. (2013). Kinematic factors affecting fast and slow straight and change-of-direction acceleration times. Journal of Strength and Conditioning Research. National Strength and Conditioning Association.

8.Sheppard, J, Young, W, Doyle, T, Sheppard, T, and Newton, R. An evaluation of a new test of reactive agility and its relationship to sprint speed and change of direction speed. J Sci Med Sport 9: 342–349, 2006.

9.Young, W. B., Hawken, M., & McDonald, L. (1996). Relationship between speed, agility, and strength qualities in Australian rules football. Strength and Conditioning Coach, 4(4), 3 6.