Triatlón Olímpico

Publicado 28 de julio de 2014, 19:54

No cabe ninguna duda de que el triatlón (ver definición) es uno de los deportes con mayor crecimiento de los últimos años. Su distancia Olímpica, compuesta por 1.5 km de nado, 40 km de bicicleta y 10 km de carrera a pie, es sin duda la modalidad más popular con un circuito mundial de carreras organizado por la Internationl Triathlon Union (ITU) en las que cada año se decide quién es el campeón mundial de triatlón y que, además, determina el acceso de los deportistas a las Olimpíadas cada 4 años (Vleck, Bentley, Millet, y Bürgi, 2008).

De forma didáctica podríamos dividir en 5 partes cualquier triatlón Olímpico:

  1. Segmento de natación.
  2. T1 o Transición entre la natación y el ciclismo.
  3. Segmento de ciclismo.
  4. T2 o Transición entre el ciclismo y la carrera a pie.

El segmento de natación se realiza en aguas abiertas y con una salida en masa desde una plataforma especialmente colocada para ello (ver figura 1). El recorrido de este segmento puede ser circular o no y es común que se realicen varias vueltas a un mismo recorrido de 750 metros en las que se obliga al triatleta a salir momentáneamente del agua para volver a lanzarse desde donde se tomó la salida. Por supuesto, el drafting está permitido en este segmento y su influencia en la táctica de carrera ha sido resaltada por autores como Bentley, Millet, Vleck, y McNaughton (2002). Además, Vleck et al. (2008) demostraron que el rendimiento en este segmento puede influir en los segmentos posteriores de ciclismo y carrera a pie, así como correlacionar con el rendimiento final de carrera.


Figura 1. Salida del segmento de natación.

En la T1 y la T2 se realizan los cambios de material necesarios para completar los diferentes segmentos (neopreno, bicicleta, casco, zapatillas…). El objetivo en estas transiciones para un atleta de élite será siempre perder el menor tiempo posible. Cejuela et al. (2013) analizaron las transiciones de diferentes competiciones entre las que se incluyó la Olimpiada en Beijing 2008. Sus datos muestran tiempos medios de 42±16 segundos para la T1 y 28±7 segundos para la T2. Además, estos autores mostraron que el hecho de perder menos tiempo en la T2 respecto al resto de competidores estaba relacionado con la obtención de un mejor resultado final.

Figura 2. Segmento ciclista en las pasadas Olimpiadas de Londres 2012.

El segmento de ciclismo se realiza en forma de circuito en el que se suelen dar varias vueltas en función de la distancia del mismo. En este segmento también está permitido el drafting y se suelen alcanzar velocidades cercanas a los 37-39 km/h rodando en grandes grupos (ver figura 2) (Vleck, Bürgi, y Bentley, 2006). Sin embargo, es muy común que se formen pequeñas escapadas de corredores, lo que hace de este segmento una parte muy exigente de la competición, en la que se han descrito grandes variaciones de potencia y un elevado número de esfuerzos supra-máximos, necesarios para mantenerse en el grupo, salir de curvas cerradas o situaciones varias (Etxebarria, D’Auria, Anson, Pyne, y Ferguson, 2014). En resumen, este segmento es una parte fundamental de la carrera para llegar en una buena situación al segmento de carrera a pie, así como influye en gran medida en la energía disponible para esa última fase. En este sentido, Vleck et al. (2006) encontraron que la velocidad del segmento ciclista estaba negativamente correlacionada (r = 0.60, p < 0.01) con el rendimiento en la carrera a pie.

Figura 3. Velocidad media en el segmento ciclista a lo largo de 7 vueltas en una competición de triatlón modalidad Olímpica (extraído de Vleck et al., 2006).

Por último, el segmento de carrera a pie se suele considerar como el más decisivo de todos, encontrándose altas correlaciones entre la velocidad de carrera a pie y la posición final (r = 0.86-0.94, p < 0.01) (Vleck et al., 2006; Vleck et al., 2008). Cabe destacar que el ganador de la prueba no suele decidirse hasta los últimos kilómetros y en múltiples ocasiones la victoria se juega en un agónico sprint entre varios atletas.

Figura 4.Final de la carrera a pie en las Olimpiadas de Beijing 2008.

Centrándonos en la duración de la prueba. Un atleta amateur emplea 2-3 horas en completar este tipo de prueba (siempre dependiendo de las características de cada segmento) (McMurray, Williams, y Battaglini, 2006). Sin embargo, el tiempo empleado por los deportistas de élite es de 110.6±2.2 minutos para hombres y 123.3±2.9 para mujeres (resultados del Campeonato del Mundo de 2012) (Rüst, Lepers, Stiefel, Rosemann, y Knechtle, 2013).

Natación (min)

Ciclismo (min)

Carrera a pie (min)

Total (min)

Hombres

17.9±0.5

60.4±1.1

31.0±0.9

110.6±2.2

Mujeres

19.5±0.6

67.2±2.3

35.1±0.7

123.3±2.9

Tabla 1. Valores medios ± desviación estándar de tiempo para los segmentos de natación, ciclismo y carrera a pie tanto en hombres como en mujeres en las ITU World Triathlon Series 2012 (extraído de Rüst et al., 2013).

Para finalizar el término es interesante destacar varios factores fisiológicos que han demostrado ser determinantes para el rendimiento en el Triatlón Olímpico, pues estos pueden ser de utilidad a la hora de programar el entrenamiento. En este sentido, la concentración de lactato a velocidad y potencia submáxima, la PPO, la vVO2max y el VO2max en cicloergómetro han sido utilizados por varios autores (Hue, 2003; Schabort, Killian, St Clair Gibson, Hawley, y Noakes, 2000) para predecir el rendimiento en esta modalidad específica de triatlón.

AUTOR

Carlos Sanchis Sanz

umbralanaerobico.es

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Bentley, D. J., Millet, G. P., Vleck, V. E., y McNaughton, L. R. (2002). Specific aspects of contemporary triathlon: implications for physiological analysis and performance. Sports Medicine (Auckland, N.Z.), 32(6), 345–359.

Cejuela, R., Cala, A., Pérez-Turpin, J. A., Villa, J. G., Cortell, J. M., y Chinchilla, J. J. (2013). Temporal activity in particular segments and transitions in the olympic triathlon. Journal of Human Kinetics, 36, 87–95. doi:10.2478/hukin-2013-0009

Etxebarria, N., D’Auria, S., Anson, J. M., Pyne, D. B., y Ferguson, R. A. (2014). Variability in power output during cycling in international Olympic-distance triathlon. International Journal of Sports Physiology and Performance, 9(4), 732–734. doi:10.1123/ijspp.2013-0303

Hue, O. (2003). Prediction of drafted-triathlon race time from submaximal laboratory testing in elite triathletes. Canadian Journal of Applied Physiology = Revue Canadienne De Physiologie Appliquée, 28(4), 547–560.

McMurray, R. G., Williams, D. K., y Battaglini, C. L. (2006). The timing of fluid intake during an Olympic distance triathlon. International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism, 16(6), 611–619.

Rüst, C. A., Lepers, R., Stiefel, M., Rosemann, T., y Knechtle, B. (2013). Performance in Olympic triathlon: changes in performance of elite female and male triathletes in the ITU World Triathlon Series from 2009 to 2012. SpringerPlus, 2, 685. doi:10.1186/2193-1801-2-685

Schabort, E. J., Killian, S. C., St Clair Gibson, A., Hawley, J. A., y Noakes, T. D. (2000). Prediction of triathlon race time from laboratory testing in national triathletes. Medicine and Science in Sports and Exercise, 32(4), 844–849.

Vleck, V. E., Bürgi, A., y Bentley, D. J. (2006). The consequences of swim, cycle, and run performance on overall result in elite olympic distance triathlon. International Journal of Sports Medicine, 27(1), 43–48. doi:10.1055/s-2005-837502

Vleck, Veronica E., Bentley, D. J., Millet, G. P., y Bürgi, A. (2008). Pacing during an elite Olympic distance triathlon: comparison between male and female competitors. Journal of Science and Medicine in Sport / Sports Medicine Australia, 11(4), 424–432. doi:10.1016/j.jsams.2007.01.006