Variabilidad de EMG de superficie al correr sobre césped, cemento y cinta de correr
Publicado 2 de mayo de 2022, 12:57
La biomecánica de la carrera se ha evaluado utilizando diferentes técnicas, como la cinemática (por ej., velocidad de carrera, longitud de zancada y/o ángulos articulares (Edwards y cols., 2012) y la cinética (por ej., fuerzas de reacción del suelo (Cavanagh y Lafortune, 1980), hacia la implementación de programas de entrenamiento más seguros y efectivos (Goss y cols., 2015).Sin embargo, la evaluación de variables biomecánicas de última generación requiere la adquisición de datos en entornos de laboratorio, lo que lleva a diferentes técnicas de carrera en comparación con correr al aire libre (Sinclair y cols ., 2013, Nigg y cols., 1995). No existe consenso sobre si realizar análisis biomecánicos en cintas de correr y sobre el suelo arroja resultados de investigación similares (Miller y cols., 2019), por lo que es relevante ampliar el conocimiento sobre la biomecánica de la carrera al aire libre.
La superficie de carrera puede afectar la biomecánica de carrera (Tillman y cols., 2002, Zrenner y cols., 2019, Fu y cols., 2015, Zeng y cols.), ya que los corredores adaptan la cinemática de sus extremidades inferiores para reducir la variabilidad de las fuerzas de impacto dependiendo de la superficie (Dixon y cols., 2000). A pesar de que los estudios no muestran diferencias en la actividad electromiográfica (EMG) entre la carrera en cinta rodante y la carrera sobre suelo (Schwab y cols., 1983, Montgomery y cols., 2016), la activación del vasto lateral durante la carrera en cinta rodante se reduce en comparación con la carrera sobre suelo (Wank y cols., 1998). Además, existen patrones de reclutamiento espacial intermuscular similares entre la carrera en cinta rodante y la carrera sobre el suelo (Oliveira y cols., 2016). Por lo tanto, es relevante profundizar la comprensión sobre los ajustes que las diferentes superficies de carrera imponen a la actividad muscular de las extremidades inferiores.
La variabilidad del movimiento es el resultado de fluctuaciones complejas en el control de la función motora (Stergiou y cols., 2006). A pesar de los efectos potenciales de la superficie para correr sobre la variabilidad del movimiento, la cantidad de zancadas óptimas al realizar tareas iterativas puede afectar los resultados de los análisis biomecánicos. Se ha propuesto previamente que la adquisición de >25 pasos/ciclos de carrera puede maximizar la estabilidad promedio de los datos y el poder estadístico en varios parámetros biomecánicos (Oliveira y Pirscoveanu, 2021). Sin embargo, dicha recomendación no tiene en cuenta la actividad EMG, para la cual no existe una recomendación sobre la cantidad óptima de pasos de ejecución para el análisis de datos. Se sabe que la EMG presenta una variabilidad distinta en comparación con la cinemática/cinética de la carrera (O'Connor y Hamill, 2004). Por lo tanto, es plausible que una gran cantidad de pasos de carrera (>25) pueda ser relevante para reducir la variabilidad de la EMG independientemente de la superficie de carrera.
Evaluar la actividad muscular durante la carrera es muy relevante para profundizar la comprensión de las estrategias del control motor aplicadas en diferentes escenarios. Sin embargo, se sabe poco sobre los efectos que las diferentes superficies de carrera imponen a la variabilidad de la actividad muscular de las extremidades inferiores.
Por lo tanto, recientemente A. Souza Oliveira de la Aalborg University Fibigerstræde (Dinamarca) llevó a cabo un estudio cuyo objetivo fue investigar si la variabilidad entre pruebas de EMG de las extremidades inferiores durante la carrera puede verse influenciada por el número de pasos adquiridos y la superficie de carrera, como césped, cemento o cinta rodante. Dicho autor y colaboradores, presumen que: 1) Hay una menor variabilidad de la EMG durante la carrera en cinta rodante en comparación con el cemento y el césped, ya que la carrera en cinta rodante se realiza a una velocidad de carrera fija. 2) La variabilidad de EMG se reduce en función del número de pasos utilizados para calcular un promedio, independientemente de la superficie de carrera.
Nueve participantes sanos corrieron a una velocidad preferida en cinta rodante, cemento y césped. Se registraron la aceleración tibial y la EMG de superficie de 12 músculos de las extremidades inferiores. El coeficiente de variación (CV) de la EMG promedio y la EMG máxima se calcularon a partir de 5, 10, 25, 50 y 100 pasos en cada superficie de carrera. La estabilidad promedio de los datos se calculó utilizando la técnica de estimación secuencial (SET) de 100 pasos.
El CV para la EMG promedio y pico fue más baja durante la carrera en cinta rodante en comparación con correr sobre césped (-11±2.88%) o sobre cemento (-9±2.94%) (p <0.05), sin diferencias entre los distintos números de pasos. Además, el CV de la EMG máxima del peroneo largo fue menor en el suelo de cemento (p <0.05), mientras que el glúteo mayor presentó una mayor variabilidad en el césped en comparación con el cemento (p <0.05). El análisis SET reveló que la estabilidad promedio se alcanza con hasta 10 pasos en todas las condiciones de carrera.
Por lo tanto, la carrera en cinta rodante indujo una mayor variabilidad en comparación con la carrera sobre suelo, sin influencia del número de pasos en la variabilidad de EMG. Además, la estabilidad promedio para los registros de EMG se puede alcanzar con hasta 10 pasos.